Campo libre: la agricultura en modo 2.0

Frente al enfoque urbano con el que habitualmente se articula el discurso sobre las oportunidades que ofrecen los entornos 2.0, este artículo reivindica el medio rural como un territorio privilegiado para la implantación de acciones, proyectos y servicios en Internet con marcado carácter comunitario y colaborativo.

Las comunidades rurales gozan de tal potencial en este ámbito que, si lo permiten las políticas de telecomunicaciones gubernamentales y las compañías proveedoras de conexión a Internet, puede que en un plazo relativamente corto las tendencias demográficas de España experimenten un giro de 180 grados. La vuelta al pueblo en modo 2.0 ya está aquí.

El desarrollo rural de la mano de Internet ha llegado para quedarse. Tal vez vaya siendo hora de quitarse los complejos fraguados en el hambre y el aislamiento de los años cincuenta para hacer la maleta camino a una vida en el campo en la que el ser humano se reconcilie con lo esencial, sin por supuesto olvidarse de meter en el equipaje la tableta y el móvil.

¿Abandona2.0?

Pese al papel primordial del que durante los últimos años han gozado las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la sociedad española, la realidad es que el acceso a las TIC continúa siendo desigual en España.

Como cabe sospechar, las comunidades rurales están a la cola en accesibilidad, calidad de los servicios y alfabetización digital. La llamada brecha digital se acentúa en los territorios no urbanos, lo cual añade un problema más al silencioso ostracismo en el que desde hace unas décadas se ha situado a lo rural.

La conexión a Internet en muchos pueblos de España es de mala calidad o incluso inexistente. Esto se debe a que las compañías no invierten en infraestructuras y servicios por considerar que zonas con tan poca densidad de población no son rentables. Esto, que podría ser una muy buena decisión empresarial, se convierte en una urgencia que las administraciones públicas deberían atender con políticas de accesibilidad, formación y precios.

Los pocos privilegiados que en el medio rural cuentan con acceso a Internet, lo hacen a precios prohibitivos que en numerosas ocasiones incluso hacen desistir a sus potenciales clientes, tal como denuncia la Asociación Española de Municipios contra la Despoblación. Esta importante carencia ahonda en la ya flagrante desigualdad que existe entre los ciudadanos de los núcleos urbanos y de los rurales.

Por otra parte, el escaso foco que en los últimos años se ha puesto en lo rural ha tenido sobre todo que ver con el turismo y no con el modo de vida, la diversidad y la actividad propia del campo.

En este sentido, Rosa María Jiménez Abad, investigadora de la Universidad de Alicante, defiende en su artículo Globarruralización: cómo el medio rural se ve afectado por la globalización y las TIC, que lo agrícola es «elemento esencial y distintivo de lo rural».

Frente a la proliferación reciente de un desarrollo rural exclusivamente ceñido a lo turístico y a las tradicionales dependencias del medio rural sobre el medio urbano, sobre las políticas agrarias europeas y sobre la agresiva lógica del mercado internacional, Jiménez Abad señala: «El desarrollo rural debe centrar sus esfuerzos en realizarse de manera integral y sin desvirtuar la verdadera esencia de su entorno: las actividades tradicionales».

«La innovación no pasa por crear actividades al margen de las sociedades locales y sus empleos tradicionales, sino por tener salida en los mercados y ofrecer nuevas oportunidades a los sistemas agroterritoriales seculares. Ante esta situación, la globalización económica y el progresivo acceso a las TIC en los países desarrollados constituye un aspecto añadido que se debe tener en cuenta», añade.

Internet, sin duda, es una oportunidad para erradicar la exclusión que sufre el medio rural e integrarlo en el resto de contextos sociales.

No obstante, y tal como advierte Jiménez Abad, es necesario tomar conciencia de que la internacionalización de los procesos económicos y la deslocalización que promueve Internet –tal frecuentemente alabados como una de sus principales ventajas estratégicas– también pueden actuar en contra de las comunidades rurales.

Entendiendo pues que el turismo rural es un ámbito mucho más apoyado que otros por las políticas de desarrollo rural a través de las TIC, este artículo se centra en proyectos online que trabajan lo esencial del campo: la agricultura.

Granjeando oportunidades

La creencia de que gracias a Internet «todo el mundo» está conectado y goza de las mismas oportunidades es, en pleno siglo XXI, una falacia. Con la falta de acceso a Internet, el campo sufre una añadida discriminación a las muchas ya existentes, como la falta de empleo, de instituciones de enseñanza y de servicios.

Sin embargo, son varias las iniciativas que desde Internet afrontan estas dificultades para transformar una realidad llena de problemas, pero también de oportunidades.

En los últimos años, la agricultura ecológica y los grupos de consumo asociados a este tipo de práctica de cultivo han ganado numerosos adeptos entre los españoles.

Dando respuesta desde Internet a esta creciente demanda surge BBBFarming, una plataforma online que promociona y da formación a agricultores ecológicos o en vías de serlo, a aquellas personas que regresan al campo en busca de una salida a la crisis económica y a los urbanitas que se inician en esta forma de consumo.

Esta plataforma, acrónimo de Big Brother Bio-Farming, se autodefine como «granjeros y urbanitas en transición» y surgió en 2013 gracias al crowdfunding. Se trata de una iniciativa que nace en Extremadura de la mano de la Asociación Cultural GuerrillART y la Sociedad Cooperativa Actyva, una organización que agrupa a profesionales, productores agrarios, consumidores y usuarios con el propósito de poner la economía al servicio de las personas.

El proyecto sobresale por su buena definición en cuanto a diseño, comunicación y servicios, lo que puede sea la consecuencia de la necesidad previa de explicárselo eficientemente a los potenciales cofinanciadores y colaboradores a través de la plataforma de crowdfunding Goteo.

Este espacio «online para la promoción y la formación al servicio de la agroecología, el consumo responsable, la soberanía alimentaria y la transformación social» tiene por objetivos acercar la actividad de la agricultura ecológica a la ciudad mediante diversos instrumentos online: la página web, el vídeostreaming y las redes sociales.

En estos entornos se realizarán y promoverán cursos y eventos online generados por su comunidad, formada en la actualidad por más de treinta proyectos y una estructura de participación articulada en tres categorías de usuarios: Biofarmers, BBBCrew y BBBSupporters.

No obstante, y al margen del acierto en la definición de los roles y de lo creativo y consistente de sus denominaciones, parece incoherente que un proyecto que trata de acercar a las comunidades rurales a la ciudad tenga que hacerlo perdiendo su identidad autóctona, empleando tal profusión de términos en inglés tan poco representativos de la realidad rural española.

La página web se presenta divida en distintas secciones además de incluir páginas de los campesinos y proyectos agroecológicos participantes, todas con su ficha descriptiva, agenda, galería de fotos, vídeos (también en streaming) y blog. A ello se añade presencia del proyecto en las principales redes sociales.

Muy acertadamente, esta página web incluye una Plataforma de pedidos además de un entorno de formación construido en Moodle, que presenta un muy alto grado de accesibilidad por estar construido en base a Responsive Web Design (diseño web accesible desde distintos tipos de plataforma: ordenador, tableta, móvil).

Desde él los productores participantes pueden ofrecer formación a distancia o semipresencial, estén donde estén. De esta manera, el campo y sus formas de vida más sostenibles y saludables, están ahora más cerca que nunca gracias a Internet y las tecnologías móviles, que encuentran en el desarrollo de aplicaciones (apps) especializadas un ámbito altamente prometedor.

Inma es una app gratuita multiplataforma promovida por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) que ofrece información relevante de actualidad y herramientas útiles para su actividad diaria. Sus usuarios pueden recibir información actualizada de precios, de la predicción meteorológica, utilizar herramientas para gestión de seguros, recibir alertas sobre plagas y enfermedades, sobre indicadores de riego, o promociones de suministros agrarios entre otros.

Existen apps mucho más específicas, como por ejemplo Plant Care, una aplicación para smartphones dirigida a agrónomos y agricultores con la que se puede obtener información en tratamientos agrónomos y productos fitosanitarios, además de un mapa de alertas para registrar cultivos y plagas detectadas.

Otro ejemplo similar sería Identificación de malas hierbas para la determinar 135 especies de malas hierbas en la remolacha azucarera. A este tipo de apps se unen las dedicadas a la gestión económica y administrativa de las tareas del campo, como Agricultura Calculator, una calculadora para tareas de siembra, fertilización o pulverización; o CultivaAPP, con funciones tan prácticas como registrar las actividades diarias, controlar los tratamientos fitosanitarios aplicados, administrar cultivos y parcelas, consultar los precios de los productos en origen y destino, y generar el cuaderno de campo.

Parece claro que las aplicaciones para móviles son un sector en auge y de enormes oportunidades para los profesionales del campo.

El ágora de la actividad agroalimentaria

Internet puede fortalecer al medio rural y combatir el aislamiento de las personas que lo componen, no solo como entorno de formación, promoción y facilitación de recursos profesionales y mercantiles, sino además como espacio de encuentro, intercambio de conocimiento y experiencias.

En esta línea de actividad destaca Agrícola Café. Este «espacio web para la tertulia agroalimentaria adaptado a las nuevas formas de comunicación online del siglo XXI» surge de la mano de la Editorial Agrícola Española, con una importante trayectoria histórica de liderazgo en el sector agroalimentario que lo avala.

Además de los habituales recursos online (blogs, vídeos, archivo documental, etc.), esta plataforma organiza unos encuentros digitales, de absoluta referencia para el sector.

Agrícola Café es formalmente uno de los grupos que se alojan en la plataforma Chil.org, una gran red de profesionales del sector agroalimentario, medio ambiente y mundo rural, de las más importantes de España.

Los numerosos servicios y recursos que ofrece se caracterizan por su vocación abierta, su pertinencia y su calidad. Entre sus numerosas secciones temáticas, existe una específicamente dedicada a las TIC.

Chil.org es el ágora del sector agroalimentario en el que todo profesional del campo debería estar y que sitúa al campo en las más altas cotas de Internet. La magnífica experiencia de usuario de esta red se puede apreciar en cada uno de sus apartados temáticos, todos con sistemas de búsqueda facetados que los usuarios pueden filtrar por fechas, palabras clave y las numerosas y bien definidas categorías en las que se halla clasificada la información del portal.

Además, resultan de extrema utilidad los recursos de geolocalización en forma de mapas interactivos, dada la dispersión propia de los agentes del medio rural, además de las secciones de Empleo y la de Formación, que constituyen una auténtica tabla de salvamento para el sector. A estas se suma la sección Páginas Amarillas, que aglutina una amplísima cantidad de profesionales y organizaciones, debidamente clasificados y geolocalizados, sobre los que individualmente se incluye información de contacto, fotografía, personas de su red de contactos, descripción de su actividad y grupos de la red a los que pertenece.

Pero las posibilidades de esta red no se quedan aquí. El resto de secciones del apartado TIC de Chil.org constituyen un océano de conocimiento y posibilidades.

Indagar en la actividad de los grupos, adentrarse en la lectura de los Blogs, Documentos, Wikis o Noticias es una actividad reveladora y de gran utilidad para los profesionales del campo y del sector agrícola.

El campo cuenta ya en Internet con múltiples herramientas y organizaciones dedicadas al intercambio de experiencias y conocimiento que, por ejemplo, ponen al alcance de un click la posibilidad de cultivar un huerto a distancia y verlo crecer como hace Creahuerto o Huertea.

Ahora la oportunidad está en que los usuarios y profesionales las utilicen para aportar valores tan importantes como la sostenibilidad económica y cultural, la salud o la responsabilidad con el planeta para los que, sin duda, el campo es un entorno privilegiado.

Por Pilar Gonzalo
@PilarGonzalo
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