El presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, apoya la inclusión financiera en Colombia
Las empresas pequeñas, medianas y microempresas son la mayoría de los negocios en América Latina, por lo que se han convertido en importantes impulsadores de crecimiento y creación de empleo. A nivel mundial, estas empresas son alrededor del 90% de los negocios y generan más del 50% del empleo. Sin embargo, el acceso al capital -especialmente para las mujeres- es a menudo limitado a préstamos informales con altas tasas de interés.
La IFC (Corporación Financiera Internacional) cree que fortalecer los pequeños negocios mediante instituciones locales de microfinanzas es importante para promover el crecimiento y reducir la inequidad, especialmente en países como Colombia, que se está acercando a un tratado de paz que acabaría con medio siglo de conflicto.
En su visita a Colombia, Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial, resaltó el rol crucial que las microfinanzas e instituciones como Bancamía pueden jugar, al trabajar en los retos de desarrollo más urgentes que tiene el país.
Con acceso a las finanzas, los microempresarios pueden mejorar su manejo de riesgo, expandirse y crear trabajos. A una escala macro, la inclusión puede aumentar el crecimiento económico, movilizando ahorros, atrayendo más firmas al sector formal, aumentando las ganancias de impuestos y el número de trabajadores aptos con mayor protección y beneficios.
La IFC ha apoyado a Bancamía a través de préstamos de US$4 millones en 2008 y una inversión de US$10 millones en 2010, que produjo una participación de 6,46% en la institución. La Corporación también compró bonos emitidos por Bancamía en 2014, para ayudarle a fortalecer sus esfuerzos en el sector microfinanciero.
Bancamía ahora sirve a más de 785.000 clientes (57% de los cuales son mujeres de bajos ingresos), con una cartera de más de US$500 millones, y tiene oficinas en 29 de los 32 departamentos de Colombia.
La institución ha luchado para asistir a clientes en sectores de bajos ingresos. A finales de 2014, casi el 80% de sus clientes vivían con menos de US$3.40 al día, y menos del 60% tenía educación básica. Bancamía también apunta a alcanzar clientes en áreas rurales remotas, donde es más difícil acceder a servicios financieros.
Los estudios de Bancamía muestran que las ganancias de sus clientes han aumentado en promedio un 58% en los últimos tres años y sus ingresos, un 37% anual. También evidencian que un tercio de sus clientes fueron capaces de abandonar la pobreza después del segundo año de permanencia con la institución.