Un laboratorio de ideas para solucionar problemas sociales

Ana Mercedes Botero, directora de innovación social de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, explica en esta líneas cuál es el papel de la innovación social en la resolución de problemas sociales complejos.
Foto de Ana Botero
Ana Botero23 marzo 2017

Se avanza en Colombia con la adaptación de un modelo alemán que utiliza las altas capacidades sensoriales de mujeres con discapacidad visual en la detección temprana de cáncer de seno con miras a aliviar un problema de salud pública y generar oportunidades de empleo en una población tradicionalmente excluida del mercado laboral.

Con un premio novedoso y audaz se empodera a mujeres de sectores vulnerables de Paraguay, quienes con recursos propios dignifican su vida y la de sus familias, a través de la mejora de baños y cocinas en sus viviendas para superar las precarias condiciones de saneamiento y salubridad de sus hogares al tiempo de fortalecer la cohesión social y comunitaria.

Como experiencia inédita y con alto potencial de réplica en otros centros penitenciarios, se crea un Bankomunal -modelo de educación y autogestión financieras- al interior de una cárcel en el Perú, manejado exclusivamente por los internos, que en su primer año de funcionamiento ha rotado más de USD 50.000 en créditos.

Por primera vez en América Latina se adapta una metodología estadounidense de sustentabilización con tres proyectos pilotos en Argentina, Chile y Uruguay mediante la cual se capacita a la comunidad para que realice auditorías y refacciones simples y económicas en viviendas de bajos recursos con el objetivo de aumentar su eficiencia energética y generar un impacto multidimensional en salud, confort, seguridad habitacional, educación habitacional al tiempo de generar trabajo comunitario y mejorar condiciones de vida de sus habitantes.

De la mano del sector privado, se impulsa el modelo de las Empresas B en América Latina, que reintroduce la ética en los negocios y redefine el éxito empresarial buscando la rentabilidad financiera conjuntamente con la generación de valor social y ambiental en los entornos competitivos en los que la empresa participa.

Se ensayan nuevas formas de medir la pobreza, de un lado, enriqueciendo las perspectivas para su comprensión con nuevas dimensiones de empoderamiento, conectividad social y la capacidad de ir por la vida sin sentir vergüenza; y de otro, aplicando metodologías que permiten que las propias familias y comunidades vulnerables midan su nivel de pobreza, identifiquen y diseñen ellas mismas, estrategias para resolver sus carencias específicas.

¿Y qué significa todo lo anterior? ¿De qué se trata? Todo lo anterior tiene que ver con innovación social, una nueva temática que crecientemente captura la atención de instituciones líderes de referencia y se reconoce como imperativo para contribuir con la solución de algunos problemas sociales críticos del siglo XXI. La innovación social en su definición más simple, son ideas que funcionan. Y la innovación social cobra su pleno sentido al multiplicarse.

"La innovación social en su definición más simple, son ideas que funcionan. Y la innovación social cobra su pleno sentido al multiplicarse".

CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, que promueve el desarrollo sostenible y la integración regional, está convencido que la innovación social es una herramienta poderosa para promover su misión institucional. No necesariamente porque seamos o pretendamos ser innovadores nosotros mismos, sino porque CAF cuenta con una serie de fortalezas que nos permite actuar como impulsores efectivos de innovación social. Me refiero específicamente a nuestro posicionamiento y conocimiento regional, a nuestras capacidades de financiar y movilizar recursos financieros y de conocimiento así como de incidir en política pública, y a nuestra capacidad de convocar y articular actores provenientes de distintos sectores y disciplinas para generar impacto colectivo; en otras palabras, nuestro músculo, nuestro capital relacional para contribuir con la construcción y desarrollo de ecosistemas de innovación social.

Es con base en lo anterior, que se crea al interior de CAF hace poco menos de cuatro años, una dirección de Innovación Social que opera como un laboratorio que ensaya ideas, dinámicas, enfoques, procesos y modelos con el potencial de convertirse en soluciones útiles a problemas que afectan la región, en especial de los sectores sociales más desfavorecidos – tal como lo referenciamos en los ejemplos descritos al comienzo de estas líneas. Este laboratorio, siempre atento a la realidad social, actúa en dos ámbitos de trabajo:

  • Un nivel macro en el que forjamos alianzas y relaciones estratégicas -¡solos no podemos!- para impulsar tendencias de cambio -como el movimiento B-, ensayar nuevas formas de medir impacto social y participar en redes de innovación que nos permitan capturar conocimiento y sumar con otros para generar impacto.
  • Un nivel micro en el que se fortalecen, desde una perspectiva de derechos y de género, capacidades de colectivos vulnerables con el fin de generar y promover oportunidades de inclusión, en particular en materia de trabajo productivo y acceso a servicios muy básicos -de inclusión financiera, mejoramiento de vivienda, telecomunicaciones y telemedicina, soluciones comunitarias en agro y agua.

Es un trabajo experimental y en permanente evolución. No podemos garantizar el éxito pero como banco de desarrollo estamos en la obligación de ensayar y financiar conceptos y dinámicas innovadoras de desarrollo humano para construir comunidad y contribuir con la inclusión efectiva de los más desfavorecidos.

Es en cualquier caso un trabajo colaborativo, en el que las relaciones, la confianza y la capacidad para sumar y aprender entre muchos, es clave. Y siempre mano a mano con la comunidad en la cocreación de soluciones; sólo ella puede ser la verdadera protagonista de su propio desarrollo. El riesgo es nuestro compañero de viaje además de la empatía, la perseverancia, la paciencia y una mentalidad abierta para reinterpretar la realidad social y abordar los problemas de forma diferente.

No quisiera terminar estas líneas sin dejar de compartir con ustedes algunas de las ventajas que representa la innovación social en CAF. Primero porque constituye una herramienta poderosa para promover el desarrollo sostenible; segundo, porque somos un puente con la comunidad y colectivos vulnerables; tercero, porque damos una respuesta, a pequeña escala, rápida y eficiente a una demanda social y llegamos a beneficiarios no alcanzados por programas tradicionales; cuarto, porque contamos con un espacio experimental de prueba barata y flexible con potencial de negocio y de incidencia en política pública; quinto, porque capturamos recursos financieros y de conocimiento además de convocar a actores estratégicos de distintos sectores y disciplinas en lo local, regional e internacional y, sexto y no menos importante, porque proyectamos el rostro humano del desarrollo y la responsabilidad social estratégica de la institución.
 

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