Un imprescindible: 'Fulgor y muerte de las cajas de ahorros'

“A los miles de personas desahuciadas, a las personas estafadas con las preferentes, a las familias que no llegan a final de mes, a los millones de jóvenes combatientes en precariedad laboral, a las personas excluidas financieramente”.

“A Merche Fraguas Solé ‘in memoriam’, y a todas las personas de las cajas que a lo largo de una historia de casi 180 años han trabajado para hacer felices a las personas”.

Estos son parte de los agradecimientos con los que empieza Fulgor y muerte de las cajas de ahorros, el último y esperado libro de Emilio Tortosa, quien fuera director general de Bancaja desde 1989 hasta 1998. Mucho dice de quién es Emilio y de lo que se va a leer, que inicie estos agradecimientos hacia la que fue su secretaria, Merche, lamentablemente desaparecida hace apenas unos meses.

Un hombre ante todo honrado, al que se debe gran parte de ese fulgor de las cajas de ahorros. Pues sí, un día causaron “esplendor y brillantez”, generaron  riqueza, hicieron accesible el crédito a las familias y empresarios más humildes, generaron una obra social y cultural que dio pie a muchos proyectos.

Sólo nos quedamos con lo malo, y con la idea de que deben desaparecer. Nos pasó con las cajas de ahorros, y asistimos impasibles a su caída, a su “muerte”.

Cuando las cosas se echan a perder se nos olvida siempre que hubo una parte buena. Sólo nos quedamos con lo malo, y con la idea de que deben desaparecer. Nos pasó con las cajas de ahorros, y asistimos impasibles a su caída, a su “muerte”. Nos puede pasar, y nos pasa, con la educación, con la sanidad. La antítesis del no funcionar no puede ser el desaparecer. ¿No debe haber un justo medio, que diría Aristóteles? ¿No podemos/debemos poner en la balanza lo ganado y lo perdido?

“A los miles de personas desahuciadas, a las personas estafadas con las preferentes, a las familias que nos llegan a final de mes”, sigue Tortosa en su primera página del libro. Consciente, demasiado consciente diría yo, y movido por el dolor del daño que la mala gestión en los últimos años de las cajas ha hecho y sigue haciendo a tantas y tantas personas.

“Os preguntaréis por qué escribo este libro que pretende ser testigo de la historia más próxima y más reciente”, prosigue Emilio. 43 años trabajando en Bancaja, desde botones a director general, y 15 años como observador confieren a Tortosa, sin duda, la “autoridad moral” necesaria y el conocimiento para escribir este libro. Un libro que habla, en definitiva, del ser humano, su grandeza y su vileza, porque “la vida de las cajas también es la vida de las personas”.

No es casualidad que detrás de la debacle de dos cajas “que eran amigas y dejaron de serlo”, Caja Madrid y Bancaja, estuviera el Partido Popular.

“Una economía del dolor” la de Bankia, con mil oficinas cerradas y 6.000 empleados en la calle. Que bien sirve como muestra de cada una de las cajas desaparecidas, fruto de una crisis más que económica, de valores, “pues se está intentando revertir el fondo social de la cuestión y revestir de una falsa apariencia financiera el origen de esta gran recesión desde las instituciones de gobierno, supuestamente representativas de toda la ciudadanía, cuando la causa de la crisis no es financiera sino política”.

Emilio no tiene pelos en la lengua al afirmar que no es casualidad que detrás de la debacle de dos cajas “que eran amigas y dejaron de serlo”, Caja Madrid y Bancaja, estuviera el Partido Popular.

Como tampoco lo tiene para afirmar la inexistencia de voluntad política que alimenta un determinismo económico que separa los que tienen de los que no, los del norte y de los del sur. Un determinismo que excluye al 60% de las familias que viven con menos de 1.500 euros al mes; a las miles de familias desahuciadas por cajas que han pagado sueldos millonarios, a los miles de preferentistas (nueva palabra inventada, hoy obligada en nuestro vocabulario) que pasaron de ser ahorradores de confianza a clientes estafados; a los miles de ciudadanos que no pueden pagar la luz o el agua, ni llegar a fin de mes.

¿Cómo hemos llegado a esto? Es precisamente la pregunta a la que trata de dar respuesta este libro, analizando a fondo los pasos previos, desde dentro, de la debacle financiera. Fusiones, intervenciones, bancarización de las cajas de ahorros, supervisores, intervenciones, Tortosa va pasando por todos estos episodios terroríficos de la historia de la caída de las cajas, de la historia, al fin y al cabo, de este país.

Para llegar a lo más importante, lo que hemos perdido, y que es mucho, muchísimo. Pero no es un lamento, sino la necesidad de aprender “de los errores propios y ajenos, y de las amenazas constantes que forman parte de la idiosincrasia del mundo y de la propia naturaleza humana”.

Sobra decir que es un libro imprescindible y necesario, memoria de una historia que nadie se atrevió a contar con pelos y señales, con nombres y culpables, nadie menos mi querido Emilio, compañero del alma, compañero.

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