Los beneficios del crowdfunding

Cuando nos topamos con innovaciones que cuestionan los modelos tradicionales de hacer las cosas, como ocurre con el crowdfunding, siempre nos surgen las mismas inquietudes: ¿Se trata de una simple moda pasajera o de un modelo que ha venido para quedarse? ¿Supone una ruptura radical con otros sistemas de financiación o, en realidad, no aporta nada novedoso? Es muy pronto para contestar a estas preguntas, pero lo que sí podemos intentar es identificar los posibles beneficios que aporta este nuevo sistema de financiación colectiva, frente a los modelos tradicionales, con el fin de valorar su viabilidad futura y verdadero potencial.

1. Amplía y conecta más fácilmente la oferta de proyectos y la financiación. La Red no tiene barreras, es un canal que permite hacer llegar nuestra oferta a un número incalculable de potenciales interesados sin filtros de ningún tipo. Los costes de distribución a posibles inversores/donantes son prácticamente marginales. Es cierto que para que la propuesta tenga éxito hay que apoyarla en una buena estrategia de comunicación, pero esa estrategia no tiene por qué ser necesariamente costosa.

Una de las principales críticas que se viene haciendo a los modelos de inversión/ donación actualmente existentes, es que solo un número muy reducido de organizaciones tiene facilidad para acceder a los mismos. La Red ha pulverizado estas barreras de entrada.

2. Disminuye los costes de transacción. La plataforma facilita la decisión de financiación eliminado los procesos, papeleos e intermediarios de todo tipo. No es necesario un análisis profundo, ni perder horas en reuniones con expertos, ni rellenar formularios. Todo el proceso se reduce a unos cuantos clics. Un clic para entrar en la plataforma y conocer las propuestas de los emprendedores y otro clic para autorizar la transacción económica o para salir si no interesa. Las plataformas cobran una sencilla comisión (entre el 5-8%) en el caso de que el proyecto tenga éxito.

3. Reduce la información asimétrica. Al ser sencillo y transparente todo el proceso reduce la información asimétrica. Los emprendedores y financiadores se encuentran en una posición equilibrada. Toda la información relevante se encuentra en la sección habilitada por la plataforma para alojar el proyecto. No hay letra pequeña, ni siquiera un teléfono para resolver dudas o ampliar la información. ¡Lo que hay es lo que ves!

4. Democratiza la financiación. El hecho de que la financiación no exija grandes cantidades permite participar a un gran número de personas. La racionalidad económica es muy parecida a las estrategias que tratan de desarrollar negocios en la base de la pirámide vendiendo productos y servicios a los sectores de bajos ingresos. La lógica de los negocios en la base de la pirámide se basa en la siguiente premisa: puede que sean pobres, ¡pero son muchos! Las plataformas de crowdfunding se apoyan en una racionalidad muy parecida: puede que Internet no sea el mejor canal para captar grandes inversores, ¡pero sí para captar muchos pocos!

5. Aumenta la identificación y compromiso con el proyecto y/o producto. El crowdfunding permite conectar a consumidores motivados con los emprendedores en las fases iniciales del proyecto, facilitando que aquellos puedan influir en estos. Habitualmente las solicitudes de apoyo no se reducen a la demanda de financiación, sino también a la difusión de la iniciativa, solicitar el feedback o peticiones de ayuda de diverso tipo. Se genera así un sentido de compromiso y participación en el proyecto que va más allá de la compra de un producto o la simple financiación de una iniciativa. En muchos proyectos de crowdfunding, además, los financiadores (backers) pueden influir en las fases de diseño del producto o lanzamiento de la iniciativa al encontrase estas en las fases de diseño o concepción.

Por Javier Martín Cavanna
@jmcavanna

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