Asociación Española de Fundaciones

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HAZ4 marzo 2013

Por su falta de iniciativa para impulsar la transparencia y el buen gobierno en el sector fundacional

Nadie debería quedar al margen de los esfuerzos por aumentar la confianza de la sociedad en el sector fundacional y menos que nadie la Asociación Española de Fundaciones (AEF) que tiene una especial responsabilidad en este campo.

Sin embargo, los esfuerzos que su Junta Directiva ha hecho hasta la fecha resultan claramente insuficientes. El contexto actual exige que la AEF justifique su existencia ofreciendo aquello que las fundaciones individualmente no pueden ofrecer y que los gobernantes no deberían aunque pudieran. Y lo que la AEF debe ofrecer y no ofrece es orientación y autorregulación.

El sector fundacional es el único sector que no cuenta en la actualidad con un código de buen gobierno, a diferencia del sector empresarial (Código Unificado) y del sector público (Código del Buen Gobierno de los miembros del Gobierno y de los altos cargos de la Administración General del estado). España es de los pocos países que no cuenta con iniciativas de este tipo.

Los Estados Unidos son, con gran diferencia, el país en donde las prácticas de buen gobierno de los board están más extendidas y arraigadas. La iniciativa de autorregulación más importantes fue impulsadas por el Panel on the Nonprofit Sector en el año 2007, siguiendo una recomendación del Comité de Finanzas del Senado de los Estados Unidos en el año 2004. Este grupo alumbró, tras un trabajo de tres años, los Principles for Good Governance and Ethical Practices. A guide for charities and foundations.

En el ámbito iberoamericano Brasil es el país que marcha a la vanguardia en temas de buen gobierno gracias a la labor del Grupo de Institutos y Fundaciones Empresariales (GIFE). En el año 2009, en colaboración con el Instituto Brasileiro de Gobernanza Corporativa (IBGC), publicó la Guía de las mejores prácticas de Buen Gobierno para Fundaciones e Institutos Empresariales.

En México, el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) ha elaborado la Acreditación de Indicadores de Institucionalidad y Transparencia (ITT), un conjunto de estándares más enfocados al impulso de la transparencia y rendición de cuentas que al funcionamiento del órgano de gobierno. Colombia, por su parte, está desarrollando un código de buen gobierno similar al GIFE para las fundaciones miembro de la Asociación de Fundaciones Empresariales (AFE).

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