Marcas sostenibles, una cuestión de negocio

Recientemente he tenido la oportunidad de participar como emprendedora de la primera edición de Sustainable Brands en Barcelona. Con una duración de 3 días, la ciudad fue el punto de encuentro de gobierno, ciudadanos y empresas que ponían el foco en la sostenibilidad.

Sustainable Brands es una comunidad internacional que busca crear un futuro mejor en el marco de la innovación sostenible mediante la sensibilización y la educación de los líderes empresariales para cambiar la forma de hacer negocios desde una perspectiva que es a la vez positiva, inclusiva y comprometida.

Ciudades como San Diego, Londres, Río de Janeiro, Estambul, Buenos Aires y más recientemente Barcelona se han unido a esta plataforma internacional fundada por Koann Vikoren Skrzyniarz, que desde 2007 busca transmitir y formar a los líderes empresariales bajo esta comunidad demostrando que es posible para grandes y pequeñas empresas hacer negocios de una manera sostenible asegurando un impacto positivo en la cuenta de resultados.

Encuentros de pequeñas y grandes empresas, intercambio de opiniones entre ellas y con los ciudadanos que acudieron a las jornadas han dado lugar a una agenda interesante y al lanzamiento del proyecto Co-creating Cities de la mano del Ayuntamiento de Barcelona y Ford en relación con la movilidad sostenible.

¿Qué significa ser una marca sostenible?

Havas Media, una compañía francesa especializada en publicidad y marketing, argumenta que una marca sólo puede ser significativa para los ciudadanos si aporta valor real y tangible a las personas a la vez que genera valor para sus accionistas.

Esta compañía, creadora del índice Meaningful Brands, mide el retorno y el impacto positivo en la cifra de negocio de los que se beneficia una marca cuando es percibida por los ciudadanos como una empresa que se preocupa por el bienestar y la mejora de la calidad de vida de las personas.

Esa aportación se mide desde tres ángulos:

– La creación de valor para el mercado desde una perspectiva de innovación de producto o servicio para la resolución de problemas existentes en la vida de las personas, o que hacen más felices a las personas.

– La mejora en la calidad de vida de los ciudadanos a los que se dirige esa marca con sus productos o servicios de una manera tangible, incluyendo el bienestar emocional, natural, social… o lo que es lo mismo: lo que la marca hace por mí.

– El incremento el bienestar de los ciudadanos desde una perspectiva colectiva, es decir, el impacto que tiene esa marca en la comunidad. Es decir, lo que la marca hace por las personas que me importan.

Las cinco marcas más significativas a nivel mundial según este índice son, en este orden: Samsung, Google, Nestlé, Bimbo y Sony.

El valor aportado por estas compañías se mide en función de los tres aspectos mencionados anteriormente. La siguiente gráfica califica la aportación de Google:

meaningful-brands-Google

Como puede apreciarse, la valoración de Google desde una perspectiva de posicionamiento en el mercado es que suministra productos/servicios variados, de buena calidad, útiles e innovadores. Estos productos/servicios ahorran tiempo y hacen más fácil la vida de las personas mientras que, en lo relativo al bienestar de la comunidad en la que opera, es considerada una empresa buena en la que trabajar e invierte en proyectos destinados a mejorar el bienestar de la comunidad.

Lo que aportan las empresas a la comunidad

Muchas compañías colaboran con Naciones Unidas mediante la firma del Pacto Mundial que abraza diez principios de gobierno corporativo en relación con la defensa de los derechos humanos, el trabajo y la protección del trabajador, el cuidado del medioambiente, y la lucha contra la corrupción.

En este caso, el perfil de empresa involucrada con este compromiso ya no es el de gran corporación con operaciones a escala mundial, sino que incluye pequeñas y medianas empresas así como organismos del sector público y asociaciones.

A nivel personal considero que esta iniciativa, que quizás es la más accesible para pequeñas y grandes empresas, no goza de notoriedad ni difusión a nivel de los ciudadanos y por tanto no tiene impacto positivo en la cuenta de resultados de pequeñas empresas con niveles de actuación mayoritariamente local y para las que realmente tomar decisiones de negocio de impacto positivo requiere de un esfuerzo adicional.

El mes pasado hablábamos sobre la importancia del tamaño empresarial a la hora de innovar y comentábamos que era necesario combinar la flexibilidad de las pequeñas con el poder de difusión de las grandes compañías.

En el terreno de la sostenibilidad y el Revista Haz creo que sucede exactamente lo mismo. Muchos conocemos empresas como Tom’s que empezaron con un proyecto de reducido tamaño con el compromiso de que por cada par de zapatos que compraras, se comprometían a entregar otro par a alguien que lo necesitara en Argentina. Hoy Tom’s es un marketplace que selecciona marcas con conciencia e impacto.

Algo similar está haciendo Fairchanges, una iniciativa 100% española. Se trata de un marketplace que busca reunir propuestas de consumo medioambientalmente responsables producidas sin esclavitud ni trabajo infantil.

Me gustaría proponer a los lectores que compartieran conmigo iniciativas que  conozcan de pequeñas y medianas empresas que están haciendo algo especial en el terreno de la sostenibilidad y la generación de valor empresarial de manera responsable para de esta manera conocer de primera mano a aquellos que están liderando el cambio. ¿Os animáis a echarme una mano?

Comentarios

  1. Mil gracias Mar por tu interesantísima aportación y por incluirnos en ella.