Eficiencia energética en grandes superficies. Soluciones a la altura de los retos

La eficiencia energética, el ahorro de agua, el reciclaje y la reducción de emisiones de CO2 son los grandes retos empresariales del siglo XXI. Afrontarlos para transformarlos en oportunidades de negocio es un reto aún mayor que se multiplica en el caso de las grandes superficies: centros comerciales, hoteles, sedes sociales y oficinas de grandes compañías o edificios públicos –grandes consumidores de energía y recursos– se encuentran en la encrucijada de buscar soluciones a la altura de estos retos.

No se trata solo de disminuir el impacto ambiental o frenar el cambio climático, sino también de impulsar nuevas formas de negocio. La eficiencia energética es además una oportunidad para crear empleo relacionado con el medio ambiente. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), este sector podría superar los 700.000 empleos en 2020.

La Unión Europea (UE) trabaja para mejorar la eficiencia energética global de sus Estados miembros precisamente con dos objetivos clave: hacer frente al cambio climático y conseguir un suministro de energía seguro, sostenible y competitivo.

El reto es reducir sus emisiones de CO2 en un 20% en el año 2020 tomando como referencia los niveles de 1990.

En este sentido, la UE tiene dos directivas clave para responder al reto de la eficiencia energética en materia de edificación: la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (2002/91/CE) y la Directiva de Eficiencia Energética del Uso Final y Servicios Energéticos (2006/32/CE).

Y es que se calcula que el 40% del consumo total de energía primaria en la UE se destina a los edificios, responsables del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso es crucial para la UE optimizar energéticamente sus 160 millones de los edificios si quiere llegar a su meta antes de 2020. Estos datos dan una idea de hasta dónde llega la importancia de la eficiencia energética en el ámbito de la edificación –más en grandes superficies–. Por eso la planificación eficiente y el uso racional de la energía por parte de estos grandes complejos se convierte en un aspecto estratégico para su desarrollo comercial y su crecimiento.

Soluciones ejemplares

Las respuestas y soluciones en materia de eficiencia energética en grandes superficies deben estar, por todos estos motivos, a la altura de los retos mismos. Es el caso del proyecto OLED100.eu (Iluminación con LED orgánicos en dimensiones europeas) –que acaba de recibir un importante impulso económico del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea al conseguir 12,5 millones de euros–, cuyo objetivo es aumentar la eficiencia energética y la vida útil de los LED para aplicaciones de iluminación de grandes superficies.

Coordinado por Philips Technologie GmbH en Alemania, el equipo de OLED100.eu lleva tres años trabajando en estos objetivos. Durante este tiempo los investigadores han resuelto peculiaridades técnicas y estudiado los niveles de aceptación y las preferencias de los usuarios finales con respecto a esta nueva tecnología de iluminación.

Los objetivos del proyecto han sido mejorar la eficiencia luminosa, prolongar la vida útil, aumentar la escala del área de emisión de luz, optimizar los procesos para reducir los costes de producción y estandarizar las mediciones basándose en la investigación de aplicaciones.

En el marco de este proyecto los investigadores han realizado estudios de casos de percepción acerca de gustos y aceptación de los OLED como fuente luminosa y elaborado modelos hipotéticos de industrialización y cálculo de costes de los procesos de producción. En OLED100.eu participan socios de Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Países Bajos y Reino Unido.

De eficiencia energética en grandes superficies comerciales una de las compañías que más sabe es la portuguesa Sonae Sierra, con casi medio centenar de centros comerciales en diversos países europeos como Portugal, España Italia, Alemania, Grecía y Rumanía, además de Brasil.

Su responsable de Property Management en España, Alberto Bravo, explica a Revista Haz que «la gestión de la eficiencia energética, el ahorro de agua y el reciclaje son tres puntos clave y de gran impacto para los nueve centros comerciales de Sonae Sierra en España, cuyos índices de gasto energético han mejorado muy considerablemente en los últimos cinco años».

En el marco de su política de responsabilidad corporativa, la compañía ha identificado objetivos a largo plazo que reflejan los aspectos económicos, sociales y ambientales más significativos para sus diferentes espacios comerciales.

Según explica Bravo, «una vez establecidos los procedimientos generales de gestión y objetivos anuales de mejora, los centros establecen los suyos en base a los de la compañía y definen acciones para alcanzarlos».

El objetivo principal de las acciones durante los últimos cinco años ha sido concienciar a los consumidores sobre los problemas que genera la escasez de agua. Desde 2006, estos centros han ahorrado 27.500 m3 de agua, la cantidad equivalente a llenar once piscinas olímpicas.

Para los centros comerciales también es fundamental el comportamiento en materia de eficiencia energética y reducción de emisiones de CO2. En este sentido, desde 2006 se han ahorrado 6.731.208 kwh, energía suficiente para iluminar 31.163 hogares, y se ha evitado emisiones a la atmósfera similares a las desprendidas por un vehículo tras dar casi 3.100 vueltas al mundo.

En relación a la concienciación sobre el reciclaje, estos espacios han reciclado 1.212 toneladas de residuos, el equivalente al peso de 202 elefantes.

Entre algunos ejemplos de las medidas implantadas en los centros comerciales de Sonae Sierra en España destaca la instalación de grifos con temporizadores y perlizadores, y otros equipamientos, como los urinarios sin agua, que permiten un importante ahorro, o la iluminación LED.

A esto se suma la instalación de sondas crepusculares para regular el encendido de la iluminación, la instalación de muelles en los centros comerciales donde realizar una separación selectiva de los residuos del centro, o el uso de equipamientos de aire acondicionado y ventilación más eficientes.

Bravo explica que «sin duda, para tener resultados de éxito hemos contado con la colaboración de nuestros comerciantes, con los que realizamos importantes campañas de sensibilización y formación en materia ambiental, y a los que reconocemos sus esfuerzos a través de los Premios Planet Sierra que por la labor realizada para disminuir el impacto ambiental de su actividad.

A su juicio, «las empresas deben saber detectar todas las ventajas a medio y largo plazo que conlleva la implantación de una política de RC seria y realista, tanto desde el punto de vista económico como de ahorro de costes y en el ámbito social, logrando así un entorno más saludable para llevar a cabo nuestra actividad».

«Para conseguirlo, no es necesario desembolsar grandes cantidades de dinero o cambiar por completo la manera de trabajar, sino que mediante pequeños gestos en el día a día y llevando a cabo una serie de mínimos cambios en las instalaciones, cualquier empresa puede conseguir ser ambientalmente sostenible», concluye.

Estas y otras tecnologías, como la domótica, están aplicándose también en la construcción y rehabilitación de grandes sedes de empresas, más allá de por razones meramente ambientales. Las razones económicas también pesan, porque las empresas saben que las medidas de eficiencia, ahorro y reciclaje les tocan también el bolsillo y la cuantía de sus facturas finales de gasto de luz, agua o materiales, se ven considerablemente reducidas.

En esta línea, la Universidad de Zaragoza (UZ), a través del Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe), liderará un proyecto europeo por valor de 9,5 millones de euros para construir edificios sostenibles. Se trata de NEED4B (New Energy Efficient Demonstration for Buildings), un consorcio formado por 16 organizaciones procedentes de empresas, Universidades y centros tecnológicos de toda Europa y financiado por la Comisión Europea (CE) en la última convocatoria del VII Programa Marco de I+D.

El proyecto NEED4B busca desarrollar una nueva forma de diseñar, construir y operar los edificios de nueva construcción, una metodología que será pública y de aplicación en un amplio abanico de edificios de bajo requerimiento energético. La metodología propuesta será validada en una serie de «demostradores» que serán construidos en cinco países europeos, entre ellos, España.

NEED4B contempla la construcción de 27.000 metros cuadrados repartidos en cinco edificios «demostradores», ubicados en las ciudades de Mons (Bélgica), la ciudad española de Zaragoza, Bérgamo (Italia), Kungsbacka y Böras (Suecia) y Estambul (Turquía).

El «demostrador» de Zaragoza será el nuevo edificio del Circe, que albergará parte de sus oficinas y laboratorios de investigación, complementando su actual sede, un edificio cero emisiones situado en el campus Río Ebro de la Universidad de Zaragoza.

Hoteles y sedes empresariales se suman al reto

El turismo es otro de los sectores cada vez más consciente de que las políticas de eficiencia energética son una estrategia de negocio de vital importancia y por ello buscan posicionarse como líderes en el mercado. De forma particular es el sector hotelero el que más puede beneficiarse de la eficiencia energética y el uso de energías renovables en términos de imagen, competitividad y rentabilidad.

Compañías como la española NH Hoteles han certificado ya en esta materia 400 hoteles. La empresa hotelera es consciente de que la eficiencia energética es un reto inexcusable para cualquier organización que se proponga avanzar en materia de sostenibilidad y a la hora de reducir su consumo de energía y, por tanto, de emisiones, a lo que hay que añadir el importante ahorro de costes.

En NH Hoteles la eficiencia energética «es un factor estratégico de su Plan Medioambiental 2008-2012, que ya tiene un resultado de ahorro de energía del 15% y una reducción de emisiones de CO2 del 32,41%», explican desde la compañía, que reconoce que el cumplimiento de este plan ha requerido un esfuerzo del que, por otra parte, la empresa está sacando rendimiento en diferentes aspectos.

Uno de ellos ha sido la obtención de la certificación ISO 50001, que acredita la existencia de un sistema optimizado para el uso correcto de la energía.

En palabras de Luis Ortega, director de Medio Ambiente e Ingeniería de la cadena, «esto significa que tenemos un programa específico de eficiencia energética para los 400 edificios de los hoteles que opera la compañía en todo el mundo y que se puede auditar que la empresa está siguiendo una norma internacional para la gestión eficiente de la energía. Tenemos certificado el programa general, no un edificio». Según sus palabras, NH es la primera cadena hotelera del mundo que ha conseguido esta certificación.

Uno de los elementos clave de esta iniciativa es la plataforma e-learning, un sistema de formación on-line para todas las personas que tienen que manejar energía en su trabajo diario en la compañía, que además está traducido a todos los idiomas locales, de forma que los trabajadores pueden recibir la formación en su propia lengua. «Algo que ya ha hecho el 60 por ciento de los 18.000 empleados», explica Ortega.

Para Ortega, la implicación del personal de NH es clave en el éxito de este programa. «Es lo que explica que en plena crisis mundial y sin inversiones, hayamos conseguido reducir los consumos y las emisiones», apunta.

Ikea o Endesa son otros ejemplos que merecerían capítulo aparte en materia de gestión eficiente de la energía y los recursos en grandes superficies. Ikea lo aplica en sus tiendas de todo el mundo y Endesa muestra el mejor ejemplo de sus buenas prácticas energéticas en su sede social de Madrid, que cuenta ya con numerosos premios que reconocen estas actuaciones.

El gigante sueco de muebles y decoración anunció en junio de 2011 una inversión de 50 millones de euros para mejorar su eficiencia energética hasta 2013.

La compañía cuenta desde 2010 con un Plan de Ahorro y Eficiencia energética en sus instalaciones españolas. Primero se ocupó de la gestión de residuos y el ahorro de agua, a lo que ha sumado después la instalación de placas solares fotovoltaicas, que comenzó el pasado año en la tienda de Sevilla, y que continuará en once de sus trece almacenes y en sus dos centros logísticos en España.

La geotérmica es otra energía de uso habitual para la marca sueca. De hecho, ya cuenta con una planta de energía geotérmica en su tienda de Jerez, inaugurada el pasado año y con la que cubrirá el 90% de las necesidades de calor en invierno y el 10% de refrigeración en verano, además de contar, en esta misma instalación, con placas solares fotovoltaicas para obtener el agua caliente.

Ser sostenible permite ahorrar, no solo emisiones, si no también euros. Los datos de la compañía sueca en 2011 arrojan que la aplicación de medidas relacionadas con la gestión de residuos, el ahorro de agua y la eficiencia energética le permitieron ahorrar costes por valor de 2,5 millones de euros en el año fiscal 2010.

Eficiencia tambien en el ámbito público y privado

Más allá de las soluciones tecnológicas que ayudan a los edificios y grandes superficies a ser más «inteligentes» a la hora de reducir sus consumos energéticos, no podemos olvidar que otra de las piezas clave en este «puzzle» es el usuario final y su concienciación: cada empleado de una compañía, cada consumidor que se acerca a una superficie comercial, cada turista que se aloja en un hotel; todos, tiene un papel clave que jugar, y sus pequeños gestos contribuirán de manera decisiva al éxito de la implantación de estas tecnologías y de los objetivos finales de reducción y ahorro.

Endesa, consciente de este hecho, lanzó en 2010 su comunidad on-line Twenergy para favorecer y fomentar el consumo responsable de la energía, facilitando a los usuarios finales soluciones y herramientas que les permitan ser más eficientes en su consumo energético.

En este portal los usuarios pueden encontrar trucos y consejos para ahorrar energía, mantenerse al día en su blog, compartir experiencias en su foro, marcarse retos…, incluso conocer el ranking de usuarios más eficientes o descubrir qué ciudades consumen de manera más inteligente. Si lo que quiere el usuario es conocer si consume inteligentemente también es posible medir su nivel de eficiencia o calcular su huella de carbono.

A nivel público, la ciudad de Vitoria- Gasteiz es este año referente en materia de sostenibilidad y eficiencia energética, ya que ostenta el título de Green Capital Europea.

El cambio producido ha sido espectacular y la mejor prueba de ello es el galardón obtenido el pasado mes de marzo por el Ayuntamiento de la ciudad, reconocido por la eficacia en la gestión energética de sus edificios, que realiza en colaboración con Giroa Grupo Dalkia desde hace más de trece años.

El premio ha sido concedido por expertos del sector y se otorga a Vitoria por el modelo elegido en 1999 para gestionar de forma conjunta los edificios municipales –comenzó con 181 y se ha incrementado hasta llegar en la actualidad a los 350– entre los que se encuentran centros cívicos, edificios de deportes, oficinas, residencias, etc.

El Departamento de Mantenimiento de Edificios Municipales, como impulsor del contrato, diseñó un modelo pionero a nivel nacional que ha servido de referencia para el resto de los Ayuntamientos españoles.

Este modelo de gestión ha supuesto, además, una mejora ambiental que se ha traducido a lo largo de estos trece años de contrato en un ahorro energético medio del 24% y una reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera de 28.100 toneladas.

Todos, empresas, administraciones públicas y usuarios particulares, tienen la clave para hacer de la eficiencia el eje del comportamiento diario. Porque ya se sabe: la energía más limpia es la que no se consume.

La sede de Endesa, ejemplo de eficiencia y sostenibilidad

La sede de la eléctrica Endesa en Madrid ha sido el primer edificio en España en obtener la certificación en eficiencia energética denominada «Triple A» (AAA) que se logra al cumplir con los estándares de las certificaciones de Eficiencia Energética (UNE-E 16.001), Calidad Ambiental en Interiores (UNE 171330-3), y la Certificación en Gestión Ambiental (ISO 14.001)).

La sede de la compañía fue diseñada por el prestigioso arquitecto Rafael de la Hoz, que inició su proyecto en 1998, cuando Endesa quiso centralizar a sus por entonces más de 2.000 trabajadores dispersos por varios edificios en Madrid. Además, la nueva sede tendría la difícil misión de ahorrar hasta un 30% de gasto energético.

La sede realmente está formada por dos edificios unidos por un enorme patio interior que sirve para regular la temperatura del complejo gracias al efecto chimenea, que proyecta el aire caliente del interior hacia arriba por unas compuertas regulables acristaladas en el techo. Este efecto provoca la renovación de aire fresco que proviene regulado desde el exterior y filtrado a través del sótano del edificio. En invierno se realiza el efecto contrario y se logra precalentar las oficinas unos dos grados más de temperatura previa a la entrada de los empleados.

Con este sistema se logra reducir considerablemente el uso de sistemas de climatización artificiales de calor/frío por agua auxiliar del que dispone también el edificio. Este sistema ha permitido unos ahorros en las emisiones de CO2 del 52%.

En el parking exterior, con capacidad para unas mil plazas, se han empleado una marquesinas en el techo formadas por paneles fotovoltaicos que vierten la energía a la red, debido a que, por su extensión, no son capaces de utilizarse para reducir el gasto eléctrico del edificio.

Además el parking dispone de varios puntos de recarga para vehículos eléctricos, que se suma a políticas de movilidad sostenible como la del «coche común», que incentiva con plazas de parking gratuitas a los empleados que utilicen el coche compartido para ir a trabajar, y la reducción de CO2 de la flota de más de 500 vehículos de la compañía al sustituirlos por híbridos, y pensando en un futuro muy cercano reemplazarlos por vehículos eléctricos 100%.

En cuanto a la gestión del agua –uno de los problemas de estos edificios tan grandes es el derroche de agua para regar los jardines exteriores– se han sustituido el césped natural y las plantas ornamentales por plantas de la zona que no necesitan tanta agua. El agua de riego llega a través de la cubierta transparente de vidrio con una inclinación determinada donde se recolecta y almacena el agua de lluvia para su posterior reutilización.

Comentarios

  1. Magnífico texto sobre eficiencia energética y la apuesta que desde las grandes empresas se debe hacer. Mostrándonos como un edificio puede ser fuente de beneficios económicos y para la empresa y a su vez saludables para sus empleados.

  2. Quiero felicitar a la autora por el artículo, ya que muestra que hay modelos de negocio perfectamente compatibles y rentables que relacionan defensa del medio ambiente con desarrollo económico de calidad, en la mayoría de los casos de más calidad que muchos modelos de negocios vigentes, caducos e insostenibles.
    Aprovecho para felicitar también la iniciativa de esta web, que hace recuperar la esperanza en el sector empresarial, sector que en muchos ámbitos esta avergonzando a este país por actitudes irresponsables y más propias de «chorizos».