El Museu Marítim de Barcelona, proa de la RSC en instituciones culturales

Siempre es una buena noticia que las instituciones públicas se gestionen de manera socialmente responsable. Pero cuando estas instituciones son las dedicadas a la preservación y la difusión de la cultura, la satisfacción ha de ser doble, pues la responsabilidad social corporativa (RSC) dista mucho de ser un elemento estratégico usual entre las organizaciones culturales de España.

Por esta razón, la Memoria de Responsabilidad Social Corporativa 2013-2014 del Museu Marítim de Barcelona (MMB) constituye un raro y extraordinario ejemplo de compromiso social -estructurado y fehaciente- por parte de una institución cultural española.

Desde el año 2007, la RSC constituye una de las líneas estratégicas prioritarias del MMB y parte del importante trabajo que ya se estaba realizando con la comunidad local del Barrio del Raval en Barcelona.

El museo valoró la importancia de avanzar comenzando a trabajar para ser una institución socialmente responsable, incorporando la dimensión social, ambiental y económica dentro de la gestión de la institución de una manera progresiva e integrándola en cada una de las actuaciones y programas que se llevan a cabo en el museo.

Los principales objetivos de la política de RSC del Museu Marítim son:

– Trabajar para ser una institución muy arraigada en el territorio dónde se ubica (el barrio del Raval y ciudad de Barcelona)

– Ser una institución comprometida con la comunidad y con las personas

– Mejorar la gestión sostenible

– Progresar en un modelo de gobernanza basado en la transparencia y rendición de cuentas

La RSC se halla orgánicamente adscrita al Área de Desarrollo Corporativo del museo, directamente dependiente del director general, un hecho que pone de manifiesto la importancia estratégica concedida a esta actividad por la institución.

Teresa Soldevila es la persona encargada de impulsarla, estructurando las políticas de sostenibilidad, coordinando las líneas de acción, llevando a cabo el seguimiento y promoviendo la implicación del equipo humano en la implantación de la RSC en todas sus decisiones.

Sin duda, se trata de un perfil laboral tan necesario como difícil de encontrar entre el personal que configura las plantillas de los museos españoles. Sin embargo, y a pesar de esta ventaja, la memoria de RSC del MMB tiene carácter bienal en vez de anual debido a un problema de escasez de recursos, ya que para poder sacar adelante este proyecto se ha de implicar a toda la plantilla de trabajadores del museo, quienes han de asumir tareas y responsabilidades añadidas a las habituales.

La memoria se publica en la página web del MMB junto con las de actividad anual. Su propósito principal es explicar y hacer balance de lo que el museo hace, reflejando las acciones relacionadas con la sostenibilidad además de publicando los datos económicos de la organización y de cualquier otra clase que puedan aportar la mayor rendición de cuentas posible.

Una memoria de responsabilidad social es una forma de transmitir la actividad de una organización a sus grupos de interés y, por tanto, un excelente ejercicio de rendición de cuentas.

Además, y al igual que sucede en el ámbito empresarial, la responsabilidad social aporta a las instituciones culturales ventajas competitivas a medio y largo plazo que tendrán un beneficio directo en la percepción, la confianza y el sentimiento de afiliación de sus grupos de interés.

Esto, en una sociedad como la actual que ha perdido la confianza en las instituciones (también en las culturales) debería ser un elemento estratégico a tener muy en cuenta.

Ni que decir tiene que, el apoyo económico que una institución cultural pueda recibir también ha de depender de estos beneficios que aporta una buena política de responsabilidad social, por lo que utilizarla como herramienta estratégica debería ser una práctica muy recomendable particularmente en tiempos de retraimiento presupuestario.

La memoria de RSC 2013-2014 del MMB, a diferencia de la anterior (2011-2012), ha sido también publicada online con el objeto de favorecer la accesibilidad.

Además, se ha elaborado siguiendo estándares de información no financiera (ESG), como los principios de relación con los grupos de interés de Accountability AA1000SES y los parámetros de la guía G4. Guía para la elaboración de memorias de sostenibilidad de la Global Reporting Initiative (GRI), por lo que reporta los aspectos relevantes para los grupos de interés de la organización publicando un índice de contenidos de GRI que enlaza a los contenidos específicos incluidos en la memoria.

Para que esto fuera posible, el museo realizó inicialmente una encuesta con los grupos de interés para conocer cuáles eran sus expectativas en relación con la organización y qué era lo que consideraban importante para su cumplimiento. A partir de las respuestas, se recogieron los datos para su análisis y posterior publicación en la memoria de sostenibilidad.

El resultado es una memoria de RSC –muy difícil de encontrar entre los museos españoles- que incorpora las dimensiones social, laboral, ambiental y económica de la institución para rendir cuentas a la sociedad.

Además -y a diferencia de otros museos que también trabajan en la inclusión cultural con programas y proyectos para acercar a los museos a personas con riesgo de exclusión social o con discapacidad- el Museu Marítim de Barcelona da un paso más allá y no sólo acerca la cultura a los colectivos con especiales dificultades, sino que en coherencia con su política de RSC trabaja para proporcionarles oportunidades de inserción laboral y social.

Esta labor se estructura a través de programas de prestaciones sociales a la comunidad, como su proyecto de inclusión social como participantes de regata Sail Training Catalunya a través, que tenía como objetivo la promoción de la navegación a vela entre jóvenes con riesgo de exclusión social del barrio del Raval.

Los jóvenes superaron el reto de hacer la travesía formando parte de la tripulación del pailebote Santa Eulàlia, el barco insignia del MMB, desde el puerto de Palamós hasta Sant Carles de la Ràpita.

Los valores de trabajo en equipo, el saber compartir y el respeto fueron las claves del éxito de la experiencia y le valieron ser uno de los finalistas, entre las 297 candidaturas presentadas, a los VI Premios Corresponsables 2015, otorgados por la Fundación Corresponsales.

Además, y en coherencia con su política de RSC, el MMB programa prácticas de cursos formativos con entidades sociales, además de haber sido pionero entre los museos en implementar un aspecto técnico fundamental: cláusulas sociales y éticas en los pliegues de contratación.

Entre los retos inmediatos Teresa Soldevila considera fundamental fortalecer y mejorar la relación del museo con sus grupos de interés, conociendo mejor sus expectativas y mejorando el diálogo con cada uno de ellos.

Apoyando esta necesidad, Soldevila piensa que es necesario avanzar en transparencia, para lo que resultará de gran ayuda la nueva web que se lanzará en el próximo año 2016, con la que se podrá publicar información sobre la institución de manera más ágil y usable.

Pese a las previsibles mejoras que vendrán de la mano de la nueva web, el Museu Martítim de Barcelona puede ya enorgullecerse de ser una institución cultural líder en responsabilidad social que, sin duda, ha de significar un modelo a imitar por el resto de museos del Estado.

No sólo se trata de una institución consciente de que ha de rendir cuentas de lo que a sus grupos de interés les importa, sino que además trabaja muy seriamente en ello, determinando objetivos, estableciendo indicadores relevantes y midiendo el desempeño de sus actuaciones.

Muy pocos museos en España ofrecen información, por ejemplo, sobre cuáles son los residuos generados al año o cómo es la comunicación interna dentro de la organización y cómo se involucra a los trabajadores en la toma de decisiones. Uno de estos raros ejemplos es el Museu Nacional d’Art de Catalunya, a través de su Memoria de Responsabilidad social y ambiental basada en una política de responsabilidad social y un código ético que sin duda han sido pioneros entre los museos del país.

Sin embargo, la grandeza de esta memoria no es sólo su calidad comunicativa y el lujo de los detalles que comparte sobre aspectos de gran interés para los ciudadanos, sino que genera confianza en la institución proporcionando pruebas de una gestión responsable y orientada al servicio a la sociedad. Ojalá cunda el ejemplo.

Comentarios