La seguridad laboral, también en la carretera

Las estadísticas señalan que una de cada siete personas, a lo largo de toda su vida profesional, tendrá un accidente de tráfico en el ámbito laboral. Sin embargo, la seguridad vial es una de las grandes ausentes en muchos de los planes de responsabilidad social de las empresas. Hoy, Día de la Seguridad y Salud en el Trabajo merece la pena recordarlo.
<p>Iberdrola ofrece asesoría personalizada de conducción a sus trabajadores para mejorar sus hábitos, además de revisar el vehículo.</p>

Iberdrola ofrece asesoría personalizada de conducción a sus trabajadores para mejorar sus hábitos, además de revisar el vehículo.

Los accidentes de tráfico son la octava causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Una cifra altamente significativa que de manera habitual se asocia exclusivamente a los periodos vacacionales y de fines de semana.

Sin embargo, los desplazamientos in itinere (hacia o desde el trabajo a casa) o en misión (durante la jornada laboral) fueron los responsables en 2016 del 11,4% de los accidentes de trabajo con una baja médica asociada, que supone un aumento del 8% respecto al año anterior, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Los números, ya alarmantes, se incrementan atendiendo a la crudeza de los hechos. En el caso de los accidentes mortales que contabiliza una empresa, la cifra de los que tienen que ver con el tráfico aumenta hasta alcanzar el 33,6%. 2016 se cerró con 204 fallecidos en accidente de tráfico en el ámbito laboral (86 en misión y 118 in itinere).

En este contexto es lógico pensar que al igual que por la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales las empresas velan por la salud de sus trabajadores, aunque de manera no regulada, las compañías tendrán en cuenta los riesgos viales en sus políticas de RSC, sin embargo, no son tantas las empresas que lo contemplan. “No se toma conciencia, probablemente porque la mayoría de los accidentes se producen fuera del horario laboral”, explica Jorge Ortega, responsable del programa de Seguridad Vial en la Empresa de Fundación Mapfre, a Revista Haz.

Pero el accidente conocido como in itinere está legislado y acumula jurisprudencia al respecto. Siempre, eso sí, que cumpla con cuatro requisitos: responder al trayecto habitual de casa al trabajo (elemento geográfico); producirse con motivo de ir a trabajar (elemento teleológico); darse inmediatamente antes o después de la jornada laboral (cronológico), y producirse en el uso de un medio de transporte adecuado (elemento de idoneidad).

La Norma ISO 39001 certifica aquellas empresas comprometidas con la reducción y, en última instancia, eliminación de los accidentes de tráfico y sus víctimas.

En 2013 se ratifica la necesidad de velar por la seguridad vial en la empresa con el nacimiento de la Norma ISO 39001, Sistemas de Gestión de la Seguridad Vial, RTS (Road Traffic Safety), para certificar aquellas empresas comprometidas con la reducción y, en última instancia, eliminación de los accidentes de tráfico y sus víctimas, en lo que la propia norma califica como “responsabilidad compartida de la seguridad vial entre los diferentes actores del sistema vial”.

El texto, explica Ortega, “es muy abierto”, sin exigir unos estándares determinados: “Lo importante es definir unos indicadores y objetivos y revisarlos cada año”.

Y es que los accidentes de tráfico en el ámbito laboral no solo acarrean consecuencias económicas (bajas laborales, sustituciones, reparaciones, indemnizaciones…), sino también reputacionales. Así sucede, por ejemplo, cuando un vehículo con un logotipo empresarial sufre un incidente con daños materiales y humanos, que alcanza repercusión en los medios de comunicación. Asimismo el hecho de trabajar en una empresa que registra accidentes laborales con frecuencia termina por afectar a la estabilidad del empleado.

Un informe realizado por el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC) cuantificaba los gastos por accidentes viales de las empresas. Nestlé, por ejemplo, para poder pagar las pérdidas no aseguradas asociadas con las colisiones anuales de toda su flota europea (2006), tendría que vender 235 millones de unidades de su emblemática chocolatina Kit-Kat (Prevención de lesiones y accidentes de tráfico para la seguridad de los empleados, ETSC).

En otro de los documentos (Seguridad vial laboral: una inversión rentable, ETSC) se presenta el caso de Henkel: fabricante de bienes de consumo, con dos centros de producción y cuatro de distribución en la Península Ibérica y empleador de alrededor de 1.100 personas. La empresa calculó que, debido a la reducción experimentada en los accidentes laborales in itinere entre los años 2012 y 2013, ahorraron 80.000 euros. Las acciones que llevaron a cabo (cursos de conducción –con subvención pública-, folletos informativos y regalo de podómetros para fomentar acudir caminando al trabajo) tuvieron un coste total de 10.000 euros. Por tanto, el ratio beneficio-coste podría alcanzar el 8:1.

Nestlé necesitaría vender 235 millones de chocolatinas Kit-Kat para poder pagar las pérdidas no aseguradas asociadas con las colisiones anuales de toda su flota europea.

Empresas energéticas que dan el alto

Que sean pocas no significa que no sea reseñable el trabajo que están haciendo algunas empresas dentro de sus políticas de RSC y, en concreto, de las acciones que tienen que ver con los empleados, para disminuir el riesgo de sufrir un accidente de tráfico antes, durante o después de la jornada laboral.

Iberdrola, por ejemplo, basa su actuación en unos planes de concienciación que alcanzan a unas 10.000 personas de la compañía. “Hacemos grandes campañas de información, formación y motivación para promocionar la seguridad vial, no solo en el ámbito laboral, sino también en el ámbito personal”, explica a Revista Haz Juan José Palacios, coordinador de formación en PRL (prevención riesgos laborales) del Servicio de Prevención de Iberdrola.

La compañía cuenta con cursos virtuales y presenciales, con vídeo-tutoriales explicativos y adecuados a las distintas estaciones del año (con sus características condiciones meteorológicas: nieblas, heladas, altas temperaturas, lluvias…) y con políticas de conciliación que ayudan a disminuir la siniestralidad.

En el marco formativo, Iberdrola cuenta con una asesoría personalizada de unos 30 minutos de duración, donde un instructor de seguridad vial de la compañía acompaña al trabajador en su propio vehículo para examinar sus hábitos de conducción. El instructor analiza desde la postura en la que conduce el trabajador, hasta la colocación de los espejos, la altura de los reposacabezas, el uso de los intermitentes, el modo de coger las curvas, los tiempos de la mirada o el estado de los neumáticos. Ya han sido más de 3.000 los trabajadores que se han beneficiado de este servicio que ofrece Iberdrola, que se completa con un informe sobre las mejoras que debe llevar a cabo el trabajador sobre su modo de conducción.

Otro de los pilares de la política de seguridad vial de Iberdrola son los llamados programas Radar: planes de prevención de riesgos participativos. Son los propios empleados, especialmente los que tienen más riesgo -en este caso: Distribución o Producción- los que se reúnen para analizar y dar solución a los principales problemas de seguridad laboral que se dan en Iberdrola, donde el 22% de accidentes de trabajo que registran en España están relacionados con el tráfico.

En Iberdrola, el 22% de accidentes de trabajo que registran en España están relacionados con el tráfico.

Completando el plan, las medidas de conciliación familiar y laboral que tiene la energética influyen de manera colateral en la seguridad de los empleados. Palacios subraya el cambio que produjo la implantación del horario continuo para evitar los desplazamientos a mediodía: “Cuanta menos exposición al riesgo, menos vulnerabilidad”. Del mismo modo, la flexibilidad en el horario de entrada y de salida ofrece la “tranquilidad” necesaria al empleado para que las prisas no interfieran en su manera de desplazarse.

Además, la compañía cuenta con autobuses lanzadera en los grandes centros de trabajo de Madrid y Bilbao, siendo este medio de transporte 10 veces más seguro que el automóvil, según el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte.

Todo ello enmarcado en el compromiso que tiene Iberdrola con la prevención de riesgos viales al firmar la Carta Europea de la Seguridad Vial. Dirigida por la Comisión Europea, es la mayor plataforma sobre seguridad vial de la sociedad civil, con más de 2.300 entidades públicas y privadas adheridas.

Otra compañía energética, en este caso Repsol, destaca por su Plan de Movilidad y Seguridad Vial, galardonado con el premio de Buenas Prácticas de Seguridad Vial Laboral, que le concedió en marzo de 2012 la DGT, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) y la Fundación Española para la Seguridad Vial.

Este reconocimiento ponía en valor el Plan que la compañía emprendió con motivo del traslado a la nueva sede en 2013. El Campus Repsol fue construido con criterios de accesibilidad y sostenibilidad y es el único centro empresarial de más de 4.000 personas que está dentro de la carretera de circunvalación madrileña M-30, facilitando su acceso en transporte público, bicicleta o caminando, explica la compañía.

Tras un proceso colaborativo con los empleados, se tomaron algunas decisiones que han ayudado a disminuir el riesgo en el desplazamiento de los trabajadores: medidas de conciliación como el teletrabajo, las reuniones no presenciales o el horario flexible de entrada y salida reducen los traslados y las horas punta de las carreteras; los servicios de car sharing, o lanzaderas, hacen además que la movilidad sea más sostenible, y los planes de formación y sensibilización y guías con recomendaciones para los empleados, pero también para terceros (visitantes, contratistas, proveedores…) conciencian de los peligros.

<p>Drivers´Academy, del RACE y Red Bull, dispone de simuladores, además de clases teóricas y prácticas de conducción en circuito real.</p>

Drivers´Academy, del RACE y Red Bull, dispone de simuladores, además de clases teóricas y prácticas de conducción en circuito real.

Empleados de Repsol, al igual que los de otras 300 compañías, entre las que se encuentran Asepeyo, BP, Carrefour, Cepsa, Galp, Gas Natural Fenosa o Volvo, han recibido formación en la Drivers´Academy, que ha puesto en marcha el RACE en colaboración con Red Bull. Esta escuela permite a los asistentes aprender con un lenguaje claro y directo, con simuladores virtuales –incluso de vuelco- y con prácticas en un circuito de más de 10.000 metros cuadrados, técnicas de conducción que mejoren sus habilidades al volante.

“Hemos desarrollado ejercicios prácticos con los coches donde reflejamos las principales situaciones extremas y de peligro que se dan a diario en la carretera, siempre bajo un entorno controlado y seguro”, señala Tomás Santa Cecilia, director de Seguridad Vial del RACE, a esta revista.

Recién han cumplido un año y medio, han pasado ya por sus instalaciones más de 2.000 personas. “Con las acciones que el RACE realiza en las empresas estamos consiguiendo mejoras en la siniestralidad laboral de más del 40%, con el consiguiente ahorro económico, mejora de imagen y satisfacción laboral”, apunta Santa Cecilia.

“La reducción de la siniestralidad es la mejor recomendación que podemos dar a todas las empresas”, concluye el director de Seguridad Vial del RACE, que organiza también cursos enfocados a personal comercial que realiza más de 35.000 km al año.

Otras prácticas de manual

En el sector de la alimentación, Calidad Pascual ha sido reconocido por su Plan de Seguridad Vial como Mejor Iniciativa de Seguridad Vial Laboral de los VIII Premios Ponle Freno, otorgados por la Fundación Atresmedia dentro de su campaña de seguridad vial Ponle Freno.

Según datos de Calidad Pascual, el grupo cuenta con aproximadamente 700 conductores habituales que realizan una parte significativa de la jornada al volante, además de 2.500 empleados vinculados de alguna manera con la carretera. “El Plan de Seguridad Vial es una herramienta muy valiosa para la mejora continua de los empleados en su comportamiento prosocial dentro del complejo entorno del tráfico y mediante la comunicación de situaciones peligrosas”, cuenta a Revista Haz Javier Crespo, coordinador de Seguridad Vial de Calidad Pascual.

Calidad Pascual estableció en 2013 estas directrices dentro de su Plan Director de Creación de Valor Compartido con una triple misión: “Nuestro objetivo es reducir las cifras de siniestralidad laboral de la compañía por esta causa así como mejorar, en general, la seguridad vial. Otros objetivos incluyen la reducción de costes directos e indirectos provocados por los accidentes de seguridad vial y la mejora de la imagen de la compañía, entre cuyos principales valores está la salud y la calidad”.

“El Plan de Seguridad Vial es una herramienta muy valiosa para la mejora continua de los empleados en su comportamiento prosocial dentro del complejo entorno del tráfico”. Javier Crespo

Este Plan de Calidad Pascual ha impartido formación específica a más de 700 conductores habituales conforme a los datos obtenidos por el GPS de su vehículo.

¿Cómo se rentabiliza? Crespo señala que una mejora en la seguridad vial “afecta directamente al bienestar de los empleados y les ayuda a concentrarse en su tarea diaria; evita bajas que, además, suelen ser más largas que la de otro tipo de accidentes; mejora los ratios de incidentes por millón de kilómetros recorridos, una cuestión a tener en cuenta para el contrato con el seguro; libera de gestiones a la organización, en nuestro caso por cada tres partes de cualquier tipo de incidentes con el vehículo estimamos que perdemos una jornada laboral de una persona; imagen… entre otros gastos indirectos que podríamos tener en cuenta”.

Los resultados los comenzaron a cosechar en 2016 tras tres años de puesta en marcha del Plan, donde redujeron la siniestralidad de la compañía en un 60% con respecto a 2015.

Finalmente, Mapfre constituye otro buen ejemplo de empresa que ha apostado por la prevención en riesgos laborales orientada a los peligros de la carretera. Desde la aseguradora, pero sobre todo desde su Fundación, llevan a cabo el programa Seguridad Vial en la Empresa.

Es la primera compañía en España, ajena al sector de transporte, en recibir por parte de Aenor la certificación de la norma ISO 39001, por acciones como el asesoramiento de las rutas más óptimas para acudir al centro de empleo; la creación de una app para compartir vehículo entre empleados; la instalación de un parking de bicicletas; la adecuación de las colas de entrada de visitantes en forma de zigzag para evitar las esperas en la calle con la consecuente exposición al tráfico, o las campañas de formación y divulgación sobre seguridad vial que tiene la Fundación.

Fundación Mapfre cuenta con una plataforma de formación online con un total de 13 cursos, cinco de ellos para cualquier tipo de trabajador de una empresa, porque “todos estamos sometidos a la posibilidad de tener un accidente in itinere, incluso cuando venimos a trabajar en transporte público o caminando; siempre que hay una interacción con el tráfico estamos expuestos al riesgo”, explica Jorge Ortega, responsable del programa de Seguridad Vial en la Empresa de Fundación Mapfre. Además, cuenta con otros ocho paquetes formativos destinados específicamente a grupos de riesgo: conductores comerciales, de autobús, etc.

También imparte talleres o conferencias de concienciación, donde la Fundación a menudo va acompañada por asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico como Aesleme (Asociación para el estudio de la lesión medular espinal) o Stop Accidentes. “Son testimonios muy impactantes, que entran por los ojos”, señala Ortega.

<p>Fundación Mapfre implica también al entorno familiar en la formación de seguridad laboral vial de sus trabajadores.</p>

Fundación Mapfre implica también al entorno familiar en la formación de seguridad laboral vial de sus trabajadores.

Fundación Mapfre implica también a las familias, porque “la seguridad vial, a diferencia de otros riesgos laborales –en construcción, el casco lo dejas en la taquilla al irte-, la llevas contigo y la haces extensiva a todo tu entorno”, subraya Ortega. Poseen una caravana de educación vial, que despliega más de 2.000 metros cuadrados de actividades para que toda la familia interiorice buenas conductas al volante de karts eléctricos. Estas actividades (cuentan con una instalación más reducida que dispone de bicicletas) son muy populares en los Días de la Seguridad Vial o de puertas abiertas que celebran las empresas.

Son miembro del ETSC, un organismo no gubernamental, sin ánimo de lucro, cuya misión es asesorar a la Comisión Europea en temas de seguridad relacionada con el transporte. En este contexto, el proyecto Praise elabora varios informes anuales (algunos anteriormente mencionados) sobre la prevención de accidentes relacionados con el tráfico.

En la web Seguridadvialenlaempresa.com se pueden encontrar estos informes, además de información sobre campañas de la Dirección General de Tráfico, artículos de actualidad, infografías, vídeos o cartelería de libre descarga para que las empresas puedan concienciar a sus empleados.

En esta misma página web los técnicos de prevención cuentan con una herramienta para diseñar planes de prevención de riesgos laborales viales: “Examina cada uno de los factores, calcula la posibilidad de que ocurra ese siniestro y analiza las consecuencias. El sistema proporciona un documento que sirve de guía al técnico para determinar el plan preventivo”.

Ortega, para terminar, reclama mayor atención de las pymes y autónomos a estos programas de seguridad vial en la empresa -“creemos que ahí está el problema”- y recuerda a las grandes “que la seguridad vial laboral debe estar integrada dentro de la cultura preventiva de la empresa”.

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