Los medios de comunicación invisibilizan el deporte femenino

Los datos reflejan que poco más de un 6% de las informaciones deportivas tienen a la mujer como protagonista. Un escenario contra el que se han rebelado las deportistas y algunos medios, como el diario ‘Marca’.
<p>El Atlético de Madrid Femenino, ganador de la segunda Liga Iberdrola.</p>

El Atlético de Madrid Femenino, ganador de la segunda Liga Iberdrola.

U

na campaña de jugadoras de la selección española femenina de rugby, también conocidas como Las Leonas, puso de relieve un debate que hasta ahora había permanecido en estado latente: ¿Hay igualdad de género en el tratamiento de la información deportiva?

Clara Sainz de Baranda, profesora del Departamento de Periodismo y Comunicación de la Universidad Carlos III, tiene la respuesta: “Rotundamente no. Es más, hablamos de invisibilidad de la mujer en los deportes femeninos. Y cuando se informa sobre ellas en muchas ocasiones se cae en los estereotipos”. Un punto denunciado también por Las Leonas en su vídeo.

En 2010 Sainz de Baranda decidió elaborar un extenso estudio sobre el tratamiento de los medios deportivos a la información femenina en el periodo de tiempo comprendido entre 1979-2010. Para ello analizó noticias y titulares de los cuatro diarios deportivos de mayor tirada en España: Marca, AS, Mundo Deportivo y Sport. Los números reflejaron que la mujer era sujeto noticioso únicamente en el 5% de los casos, unas veces sola (2%) y otras acompañada por al menos un protagonista masculino (3%), mientras que el hombre lo era en el 92%.

Cifras alarmantes, sin duda. No obstante, lo peor de todo es que siete años después, y con el deporte femenino español, por ejemplo, ganando más medallas en los últimos Juegos Olímpicos que el masculino, “apenas nada ha cambiado”.

Lo refleja así su nuevo estudio. Esta vez más focalizado: Presencia y tratamiento de las deportistas en los medios de comunicación de Navarra. El tiempo de análisis también es más corto que el anterior: finales de mayo de 2016 y principios del mes septiembre de 2017 (coincidiendo con el final y el principio de la temporada deportiva).

Chicas versus chicos

En su desarrollo, el informe analiza los medios que contienen información deportiva y con las mayores audiencias en la Comunidad Foral de Navarra: cuatro periódicos impresos (Diario de Navarra, Diario de Noticias, Gara y Marca); dos diarios digitales (Navarra Sport y Navarra deportiva); dos programas informativos de televisión (Telenavarra: Informativo territorial de RTVE y Navarra Televisión: Noticias Navarra 20.30h), y los programas de información deportivos del mediodía de tres emisoras de radio (Radio Marca de Navarra, Cope Navarra y Cadena Ser Navarra).

Del total de 4.590 informaciones analizadas, el 6% están protagonizadas por mujeres frente al 87% por hombres. Un 3% de las informaciones son mixtas, donde hombres y mujeres comparten protagonismo y un 4% corresponden a un colectivo.

Por otro lado, las deportistas aparecen en portada o en sumario en un 4% y, nuevamente, el hombre es quién más espacio ocupa en noticias de portada o en sumario (91%).

Otra conclusión que extrae la profesora Sainz de Baranda es que “el deporte no está bien tratado en los medios de comunicación. Se centra excesivamente en el fútbol y, por ende, en los hombres. Además del fútbol, en los deportes donde hay mayor invisibilidad de la mujer son el baloncesto, automovilismo, ciclismo y tenis”.

Estos datos, por supuesto, son conocidos por los medios deportivos. ¿Y cómo actúan? Mientras algunos se mantienen en el inmovilismo, otros han decidido dar un giro de 180 grados a la situación.

Es el caso del diario Marca, donde recientemente se ha creado un site de deporte en femenino “por darle más relevancia”, cuenta a Revista Haz su subdirector, Gerardo Riquelme, quien suscribe que “se trata de ver el deporte sin mirar género, en función de la relevancia informativa, aunque no está en unas cuotas aceptables ni mucho menos”.

Una estrategia informativa que tiene al periodista David Menayo como figura protagonista. Él, de algún modo, es ‘pionero’ en el tratamiento del deporte femenino, especializándose en la liga de fútbol. “Llegué a este campo por casualidad. Una compañera de universidad jugaba por aquel entonces en la Superliga y a mí me indignaba que ningún medio se hiciera eco de la élite del fútbol femenino español. Así que cuando tuve oportunidad, en mi llegada a Marca en 2007, propuse hacer esta información. Primero fueron resultados, luego crónicas, más tarde entrevistas y reportajes y hoy en día la información es casi diaria”, cuenta Menayo, destacando que la apuesta de Marca por el fútbol femenino “siempre ha estado latente, quizá hoy más firme que cuando yo empecé a trabajar aquí, pero nunca he tenido una traba para desarrollar mi actividad”.

La respuesta del mundo del fútbol femenino a la iniciativa de este diario ha sido positiva. “Jugadoras y clubes son conscientes del altavoz y escaparate que es Marca y, salvo pequeñas excepciones, siempre he podido trabajar con comodidad. Ellas y ellos saben la línea de trabajo que llevamos siguiendo desde hace años y creo que están contentos y contentas con el resultado”, recalca Menayo.

Gran parte de las informaciones que llegan a las principales cabeceras deportivas es a través de las agencias de noticias. Una de las más destacas en España es Colpisa, donde la filosofía de trabajo es “cubrir eventos en los que las deportistas compiten por un campeonato importante (nacional, europeo, mundial), pero no hay un seguimiento semanal a los torneos domésticos que sí tienen las masculinas. Es decir, no tienen una exposición mediática regular, por un criterio de interés del aficionado”, explica su director, Rodrigo Errasti.

La solución

Conocido el problema, toca responder la siguiente pregunta: ¿Cómo se puede avanzar? “Tratando con equidad el deporte del que escribimos sin distinguir el género de los protagonistas en cuestión. Creo que, en España, el fútbol siempre va a ser más atractivo para el lector que el tenis, pero un éxito de Garbiñe Muguruza debe contarse con el mismo trato que si lo hiciéramos con Nadal. Es la única forma de educar culturalmente al lector y fomentar la igualdad desde un punto de vista objetivo”, explica Menayo.

Riquelme, por su parte, cree que la “llave del cambio pasa por el fútbol. Se debería estrechar la zanja. Se debería obligar a los equipos de la Liga de Fútbol Profesional a tener cantera femenina. Equipo en la élite ya no entro por cuestiones económicas”.

Una visión compartida por Errasti: “Creo que los deportes en los que clubes importantes tienen ambas secciones –femenina y masculina- deberían generar iniciativas para que haya un trasvase de aficionados hacia el femenino. Poco a poco se va logrando, con algunos equipos de fútbol y otros de baloncesto. Es importante crear una cultura deportiva amplia, similar a la que existe en otros lugares como Francia o Alemania. Que haya una mayor inversión por parte de las instituciones, ya que con algunas de las subvenciones recibidas por determinados clubes se habrían gestionado varios ejercicios de actividad deportiva femenina”.

Las palabras más comunes empleadas para hablar de las deportistas en los medios son "mayor", "edad", "embarazada", "casada" y "soltera".

¿Qué ocurre fuera de España?

En su último análisis, Sainz de Baranda también advierte de que no todo es cuestión de números. Es clave el lenguaje que se utiliza: “Siempre aparece primero el nombre de los hombres, y la información de la mujer, en muchas ocasiones, se centra en su vida familiar y privada. ¿Tiene novio? ¿Hijos? ¿Trabaja?… Tratan la información de manera anecdótica y novedosa. Por ejemplo, que una mujer juegue al fútbol o pilote un coche. Eso no ocurre con los hombres”.

Una situación que también se extiende a los medios extranjeros. Cambridge University Press analizó más de 160 millones de palabras usadas para hacer referencia a mujeres y hombres aprovechando la celebración de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro. A pesar de que ellas constituyen el 45% de los participantes, son ellos los que se mencionan tres veces más que ellas.

En este estudio también se revela que las palabras más comunes empleadas para hablar de ellas son «mayor», «edad», «embarazada», «casada» y «soltera». No ocurre así con ellos, de los que es más común que se destaquen cualidades como «rápido», «fuerte» o «grande». Una muestra clara de este tratamiento informativo se dio con la atleta Cory Cogdell, medalla de bronce en tiro. A pesar de su éxito, en varios medios norteamericanos se centraron en el hecho de que está casada con un jugador del equipo de fútbol americano de los Chicago Bears.

El estudio, por otro lado, añade que “a ellas se les dedica un lenguaje más infantilizante. Así, son nombradas con mayor frecuencia que los hombres como ‘chicas’, mientras que ellos son llamados ‘hombres’». También cambian los verbos cuando la prensa describe las pruebas deportivas. «Cuando se trata de rendimiento, parece como si los hombres tuvieran ventaja competitiva», sostienen los autores del estudio.

Un tratamiento informativo que en muchas ocasiones cae en las llamadas microagresiones. Término creado por la profesora de Comunicación Estratégica de la Universidad de Missouri Cynthia Frisby y la estudiante Kara Allen. “Son aquellas humillaciones verbales, comportamentales o ambientales que, realizadas tanto de forma intencionada como no intencionada, transmiten desprecios o insultos hostiles, peyorativos y negativos respecto a la raza, el género o la orientación sexual de la persona o grupo al que van dirigidos”, explican en su Análisis de contenido de ‘microagresiones’ en noticias sobre atletas femeninas durante las Olimpiadas de 2012 y 2016.

En este estudio se comparan 723 artículos de revistas y periódicos para averiguar si algo había cambiado respecto a los Juegos de Londres 2012. Y sí que lo ha hecho. Pero yendo hacia atrás: las microagresiones aumentaron un 40% en los Juegos de Río.

Como resume Sainz de Baranda: “La solución, no cabe duda, pasa por el trabajo de los medios. La duda es saber cuándo y si tendrá impulso por parte de todos”.

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