152 millones de niños son víctimas del trabajo infantil, según la OIT

España ratifica el protocolo internacional sobre trabajo forzoso y se consolida como el país con más convenios internacionales ratificados con la Organización Internacional del Trabajo.
HAZ22 septiembre 2017

Una nueva investigación realizada conjuntamente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Walk Free Fundation, en asociación con la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), revela el alcance real de la esclavitud moderna en el mundo. Los datos, divulgados durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, muestran que más de 40 millones de personas en el mundo son víctimas de la esclavitud moderna en 2016, y que 152 millones de niños entre 5 y 17 años están en situación de trabajo infantil.

Las nuevas estimaciones muestran además que las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada por la esclavitud moderna, representando 71% del total, casi 29 millones. Las mujeres representan 99% de las víctimas del trabajo forzoso en la industria del comercio sexual y 84% de los matrimonios forzosos.

La investigación revela que entre las 40 millones de víctimas de la esclavitud moderna, alrededor de 25 millones eran víctimas del trabajo forzoso, y 15 millones del matrimonio forzoso al cual no habían dado su consentimiento.

El trabajo infantil sigue concentrado principalmente en la agricultura (71%). Casi uno de cada cinco niños trabaja en el sector de los servicios (17%) mientras que 12% trabaja en la industria.

Guy Ryder, director general de la OIT, ha declarado: “El mensaje que la OIT envía hoy –junto a nuestros socios de la Alianza 8.7 – es muy claro: el mundo no estará en condiciones de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible a menos que no intensifiquemos drásticamente nuestros esfuerzos para luchar contra estos flagelos. Las nuevas estimaciones pueden ayudar a elaborar y desarrollar intervenciones dirigidas a prevenir el trabajo forzoso y el trabajo infantil”.

Andrew Foster AO, presidente y fundador de la Walk Free Foundation, ha añadido: “El hecho que como sociedad aún tengamos 40 millones de personas atrapadas en la esclavitud moderna en este momento es una vergüenza para todos nosotros. Los resultados de los últimos cinco años para los cuales hemos recolectado datos, indican que 89 millones de personas llegaron a experimentar alguna forma de esclavitud moderna por períodos de tiempo que abarcaban desde unos pocos días hasta cinco años. Esto refleja la discriminación y las desigualdades profundamente arraigadas en nuestro mundo actual, unidas a una escandalosa tolerancia hacia la explotación. Esto tiene que acabar. Todos nosotros tenemos un papel que desempeñar para cambiar esta realidad, las empresas, los gobiernos, la sociedad civil, cada uno de nosotros”.

<p>La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, junto con el director de la OIT, Guy Ryder, entregando el instrumento de ratificación con el que España firma el protocolo internacional sobre trabajo forzoso. Foto: Ministerio de Empleo y Seguridad Social.</p>

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, junto con el director de la OIT, Guy Ryder, entregando el instrumento de ratificación con el que España firma el protocolo internacional sobre trabajo forzoso. Foto: Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

España, comprometida

El trabajo forzoso es «una grave violación de derechos humanos» y se refiere a «todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente».

España ha ratificado el protocolo internacional sobre trabajo forzoso y se consolida como el país con más convenios internacionales ratificados con la OIT. Este protocolo, adoptado en Ginebra en 2014,  complementa el Convenio sobre trabajo forzoso de 1930 agregando nuevos elementos sobre cómo abordar sus causas profundas para eliminar cualquier forma de esclavitud.

El protocolo requiere que los países garanticen la liberación, la recuperación y la readaptación de las víctimas de la esclavitud moderna; mantengan una legislación que permita prevenir el trabajo forzoso y fortalezcan la inspección laboral y otros servicios que protejan a los trabajadores de la explotación.

El protocolo garantiza a las víctimas el acceso a acciones jurídicas y de reparación aunque no sean residentes legales del país donde trabajan. Los gobiernos tendrán que sancionar las prácticas abusivas y fraudulentas de los contratistas y las agencias de empleo.

En la actualidad este protocolo lo han firmado 18 países: Argentina, República Checa, Chipre, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Islandia, Jamaica, Mali, Mauritania, Níger, Noruega, Países Bajos, Panamá, Polonia, Reino Unido y Suecia.

Con la ratificación de este convenio, España consolida su posición como el país que más convenios ha ratificado, habiendo ratificado todos los Fundamentales y de Gobernanza.

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