Crisis: una oportunidad para innovar

Los responsables de Cruz Roja, Acción Contra el Hambre, Aldeas Infantiles, Ayuda en Acción, Cáritas y Entreculturas debaten sobre el impacto de la crisis en sus organizaciones y las lecciones aprendidas.
HAZ1 junio 2009

Las ONG afrontan las crisis económicas de manera muy diferente a las empresas. Así como una de las consecuencias de las recesiones económicas en el sector empresarial es una bajada de actividad, durante los periodos de crisis económica a las ONG se les multiplica el trabajo.

Pero las crisis son también momentos de grandes oportunidades para el sector social. La mayoría de las grandes innovaciones sociales han surgido en periodos de recesión económica. Buena parte de la arquitectura institucional diseñada para abordar los grandes problemas y necesidades sociales (el fondo de garantía de depósitos, la SEC, los servicios sociales, etc.) surgieron tras la crisis del 29. Muy probablemente tras esta crisis seamos testigos de nuevas innovaciones.

Revista Haz, en colaboración con la Fundación Accenture, ha querido reunir a los directores de las principales ONG para hablar de estos temas: Antonio Bruel, coordinador general de Cruz Roja; Patricia Moreira, directora de Ayuda en Acción; Olivier Longué, director de Acción contra el Hambre; Agustín Alonso, director de Entreculturas; José Luis Pérez Larios, director de los servicios generales de Cáritas; Pedro Puig Pérez, director de Aldeas Infantiles, y Ana Millán, directora de Fundación Accenture.

La primera cuestión necesariamente se refiere a cómo está afectando la crisis a vuestras organizaciones. Se habla de un aumento importante de las demandas sociales derivadas de la situación de precariedad de muchas familias. ¿Podéis confirmar estos datos?

Cáritas. En el caso particular de Cáritas hemos notado un aumento considerable de las demandas sociales en España en todas las líneas de trabajo con incrementos de un 70%: tanto en las actividades más asistenciales, como puede ser la ayuda alimentaria, como en los programas de empleo. Este incremento era una tendencia que veníamos observando desde finales de 2007, y que en el año 2008 se terminó de confirmar con mucha claridad.

Es evidente que la crisis está afectando a nuestro trabajo. Cuando leemos en el periódico que hay un millón de familias que no tienen prestación de desempleo, lógicamente esa situación se tiene que notar. Nuestros datos nos muestran que cada vez hay más personas que viven solas, más hogares desestructurados y, además, ahora tenemos el impacto de la inmigración, que era un fenómeno completamente desconocido en las crisis de periodos anteriores. Estos colectivos son precisamente los más vulnerables, pues no tienen una red familiar de protección.

Pero la crisis no solo se traduce en un aumento de las demandas sociales sino que también termina afectando internamente a toda nuestra organización.

Al principio lo que nos preocupaba era si seríamos capaces de dar respuesta a este incremento de necesidades, pero a esta preocupación se ha añadido el estrés de los agentes, el cansancio de nuestros trabajadores y voluntarios que comprueban cómo día a día aumenta su ansiedad ante la incapacidad de atender todas las demandas.

"Al principio lo que nos preocupaba era si seríamos capaces de dar respuesta a este incremento de necesidades, pero se ha añadido el estrés de los agentes que comprueban como día a día aumenta su ansiedad ante la incapacidad de atender todas las demandas". José Luis Pérez, Cáritas

Ayuda en Acción. El caso de Ayuda en Acción es diferente porque nuestra actividad está centrada en la cooperación con países menos desarrollados. En cualquier caso, lo que estamos constatando es que la tesis de que la crisis no iba a afectar a los países menos desarrollados, ya no la sostiene nadie.

Los últimos datos del Banco Mundial hablan de un incremento de 100 millones de personas en el año 2009 que viven en la pobreza extrema por efecto de esta crisis.

En relación con el nivel de actividad de nuestros proyectos no podemos hablar de un impacto negativo en el 2009 porque generalmente son proyectos que ya vienen planificados y con compromisos de financiación de años anteriores.

Aldeas Infantiles. Nuestra labor de acogida de niños tiene lugar en España, aunque desde hace tiempo colaboramos con Aldeas Infantiles en otros países menos desarrollados, y ayudamos a financiar otras aldeas en esos países. No hemos notado un incremento significativo en cuanto al incremento de las demandas con ocasión de la crisis.

Sí hemos percibido, sin embargo, un aumento en las demandas de nuestros socios internacionales. Lo que está claro es que uno de los colectivos más afectados por la crisis es, precisamente, la infancia. El desempleo genera situaciones muy tensas en las familias que repercuten directamente en los niños: se multiplican los conflictos familiares, las enfermedades mentales, depresiones, ansiedad, etc. Los pequeños son los que viven con mucha más intensidad estos problemas.

“El desempleo genera situaciones muy tensas en las familias que repercuten directamente en los niños: se multiplican los conflictos familiares, las enfermedades mentales, depresiones, ansiedad, etc.”. Pedro Puig, Aldeas Infantiles

Acción contra el Hambre: Nuestra organización también está enfocada a la cooperación al desarrollo. Tenemos como uno de los ejes de actuación la lucha contra la desnutrición. En relación a cómo está afectando la crisis a las demandas sociales, nuestros estudios no muestran que la subida del precio de los alimentos en los últimos años haya repercutido directamente en un incremento de la desnutrición aguda en los países donde trabajamos. Lo que sí estamos notando es un aumento del nivel de pobreza en los pequeños agricultores, que es un colectivo muy vulnerable y desprotegido.

Hasta un 70% de los niños que recibimos en tratamiento nutricional son hijos de pequeños agricultores. También hemos identificado un fenómeno nuevo: en los países donde trabajamos los gobiernos nos están solicitando directamente recursos a las ONG. Se trata de algo inaudito, que pone de manifiesto que algo está fallando en los mecanismos de cooperación bilateral o que existe un mayor recelo respecto de la cooperación internacional; también puede significar que los gobernantes están realmente interesados en las necesidades de su población. Respecto de la inmigración, Acción contra el Hambre está en países de origen de inmigración, como Malí o Níger, y en estos países hemos notado mucho menos movimiento que en años anteriores. A los inmigrantes ya les ha llegado la noticia de que El Dorado (España) se ha terminado.

Cruz Roja. Respecto al crecimiento de las demandas sociales, el aumento se ha producido prácticamente en todas las áreas. Los principales incrementos, en el caso de Cruz Roja, se han producido en las áreas de atención a inmigrantes, mujeres con cargas familiares, personas mayores y personas sin hogar, es decir gente que está viviendo en asentamientos, donde en la actualidad estamos atendiendo a cerca de 3.000 personas, cuando en los años anteriores estos fenómenos eran muy esporádicos y puntuales. Si revisamos las cifras podemos constatar que en los asentamientos el crecimiento ha sido casi de un 100%. Por el contrario, las llegadas a la costa de inmigrantes han descendido drásticamente; en el último trimestre de este año hemos atendido unas 1.300 personas.

Estas cifras eran tres o cuatro veces más altas en los años anteriores; en el capítulo del retorno voluntario de inmigrantes a sus países de origen hemos pasado de 700 retornos a 1.500; en lo que se refiere a nuestros programas de empleo, hemos aumentado un 9% las personas atendidas en el último trimestre, y en lo que se refiere a la personas orientadas al empleo, el incremento ha sido de un 13%, que es el dato más relevante.

Otros indicadores muy significativos son los convenios con empresas contratantes. Nosotros tenemos varios convenios con empresas para la oferta de puestos de trabajo. Esta oferta en el 2008 fue de 1.500 puestos y en este momento la oferta es de solo 700, una caída drástica. En el resto de ofertas de empleo hemos pasado de tener 11.000 puestos ofertados a tener solo 500 ofertas de empleo; en inserciones de empleo hemos pasado de 2.250 a 1.000.

En cuanto a la cooperación internacional, en nuestro caso el impacto es muy difícil de medir porque trabajamos con situaciones de alta vulnerabilidad.

Entreculturas. Nuestra organización se dedica al mundo de la educación, en este sentido no estamos notando la crisis con tanta intensidad como la notan otras organizaciones que se dedican a atender necesidades más perentorias y trabajan con grupos más vulnerables.

La lógica nos dice que nuestros ingresos deberían haberse visto afectados, pues la gente prioriza en estas circunstancias las necesidades más primarias, pero sorprendentemente no estamos notando un descenso en nuestros ingresos procedentes de donativos.

“La lógica nos dice que nuestros ingresos deberían haberse visto afectados, pues la gente prioriza en estas circunstancias las necesidades más primarias, pero no estamos notando un descenso en nuestros ingresos procedentes de donativos”. Agustín Alonso, Entreculturas.

Precisamente un informe reciente de la Universidad de Indiana en Estados Unidos, que analizó el impacto de las crisis en los donativos a las organizaciones no lucrativas durante los últimos cuarenta años, llegó a la sorprendente conclusión de que las crisis no tienen un impacto sustancial en el descenso de los donativos. En lo que atañe a las organizaciones sociales de ayuda humanitaria –como sois todas las que estáis presentes aquí–, el estudio muestra que incluso se produjo un aumento leve en las donaciones. ¿Cuál es vuestra experiencia?

Cáritas. Nuestra experiencia confirma esas conclusiones. En nuestro caso no hemos notado un descenso de ingresos; es más, incluso hemos tenido un ligero crecimiento, pero al ser tan fuerte el incremento de las demandas sociales ese aumento no cubre ni mucho menos las peticiones de ayuda que recibimos. De hecho, todas las redes Cáritas diocesanas están ejecutando sus reservas y liquidando algunos inmuebles que podían tener en propiedad para atender las demandas actuales.

Ayuda en Acción. Nuestra organización cuenta con aproximadamente un 75% de fondos privados, tenemos una parte de financiación pública y otra más pequeña de financiación empresarial. En la parte de los ingresos privados sí me interesa mencionar un fenómeno que no preveíamos, y es que, si bien estamos teniendo bajas entre nuestros socios y padrinos, los datos disponibles hasta el primer trimestre muestran que las altas son superiores a las bajas. Desde noviembre del año pasado hemos notado un incremento en las altas que se ha mantenido en estos últimos meses.

Otro fenómeno que estamos viviendo es el de donantes que no pueden hacer en estos momentos su contribución por problemas económicos pero quieren seguir vinculados a la organización y retomar su contribución económica tan pronto sea posible.

Aldeas Infantiles. En cuanto a los donativos individuales, nuestra experiencia es muy similar a la de Ayuda en Acción.

El año pasado nuestros ingresos se incrementaron un 4% y este año de momento estamos manteniendo ese porcentaje. Nosotros creemos que la crisis afecta a una parte de la población, pero no a otras. Sí constatamos una mayor devolución de recibos, y también bajas de personas que llevan con nosotros desde hace muchos años.

Recuerdo un caso reciente en el que una socia nos pidió la devolución de su aportación de los tres últimos meses, que era de 20 euros, es decir 60 euros en total, porque estaba pasando por una situación muy crítica. Con esto lo que quiero decir es que la gente se lo piensa mucho antes de retirar su contribución.

Acción contra el Hambre. Confirmo la tendencia general. En nuestro caso tampoco hemos notado las bajas de donantes esporádicos, pero sí el aumento de los socios que hacen aportaciones periódicas y que reflejan un compromiso más duradero.

“Un fenómeno que nos ha sorprendido es que hemos tenido un incremento voluntario de cuotas, sin llevar a cabo ninguna acción extraordinaria de recaudación. Se trata de una reacción muy positiva por parte de nuestros colaboradores que son conscientes de la situación actual y han respondido muy generosamente”. Toni Bruel, Cruz Roja

Cruz Roja. En cuanto a los ingresos por donativos, nosotros seguimos teniendo un crecimiento neto de socios este año, que también nos ha sorprendido porque seguimos manteniéndolo a lo largo de estos últimos meses.

Otro fenómeno que nos ha sorprendido es que hemos tenido un incremento voluntario de cuotas, sin llevar a cabo ninguna acción extraordinaria de recaudación. Se trata de una reacción muy positiva por parte de nuestros colaboradores que son conscientes de la situación actual y han respondido muy generosamente.

Entreculturas. En nuestro caso han aumentado el número de socios y disminuido el de donantes puntuales.

También hemos notado un aumento sustancial del número de voluntarios, se han incrementado entre un 80% y un 100%. Es decir, la crisis ha contribuido a que aumente la solidaridad. Puede que algunas personas no tengan dinero pero tienen tiempo disponible y eso es lo que ofrecen. Este dato me parece un efecto positivo de la crisis.

Esto con respecto a las personas individuales, pero que me decís de las empresas, ¿están manteniendo su aportación o han recortado su colaboración?

Aldeas Infantiles. Las pautas filantrópicas de las empresas son muy diferentes. Nosotros sí hemos notado en estos meses un descenso importante en las aportaciones de las empresas, muy probablemente porque la RSE no esté totalmente asentada en las compañías españolas.

Acción contra el Hambre. Cierto, en cuanto a las empresas notamos una tendencia a la baja en sus aportaciones, probablemente porque muchas no tengan este tema en su código genético. La respuesta que estamos viendo por parte de las empresas es que en algunos casos aplazan su aportación y, en otros, la periodifican trimestre a trimestre y la van renovando según evoluciona el escenario. Vemos una tendencia muy interesante, se trata de empresas que no pueden realizar una aportación económica, pero que nos proponen sus servicios de forma gratuita. Puede ser una forma más ‘natural’ de concretar su compromiso social para empresas que están pasando por momentos difíciles.

Entreculturas. En nuestro caso no hemos notado mucho la disminución de la colaboración empresarial. Probablemente porque trabajamos con empresas muy grandes y proyectos a largo plazo. Otra cosa son las aportaciones pequeñas de empresas medianas, de 15.000 o 20.000 euros, ahí sí estamos notando bajas.

"Nuestra ayuda no va a disminuir. La clave se encuentra en que nuestra acción social está perfectamente integrada en el negocio y, además, está articulada de modo que no suponga un sobrecoste para la empresa". Ana Millán, Fundación Accenture

Fundación Accenture. A mí me gustaría mencionar el caso particular de Accenture. Nuestra ayuda no ha disminuido ni va a disminuir. Creo que la clave se encuentra en que nuestra acción social está perfectamente integrada en el negocio, y además está articulada de modo que no suponga un sobrecoste para la empresa. Eso por lo que se refiere al compromiso institucional, pero desde el punto de vista de nuestros empleados, como sabéis tenemos más de 4.000 empleados que contribuyen con el redondeo de sus nominas en favor de las organizaciones no gubernamentales, no hemos tenido ninguna baja voluntaria.

Existe un temor importante en las organizaciones con relación a lo que pueda pasar con la financiación pública. Muchas organizaciones siguen dependiendo mucho de las subvenciones y el problema es qué va a pasar con el posible recorte de fondos en los próximos años.

Acción contra el Hambre. En efecto esta es la gran preocupación. Estamos en un sector muy peculiar, que sigue dependiendo mucho del sector público, y es ahí donde tenemos la principal amenaza. En la financiación pública lo que realmente nos preocupa es el 2010 no el 2009. No solo nos preocupa un posible recorte del volumen global de la ayuda, sino los problemas de pago que vamos a sufrir. Los ayuntamientos y comunidades autónomas tienen grandes problemas de tesorería y van dilatar los pagos. El impacto real lo vamos a notar en el 2010 y 2011; esperemos que las donaciones privadas se mantengan, pero la ayuda pública va a disminuir, eso lo tenemos muy claro. A nosotros nos va a afectar más porque dependemos en un 70% de la financiación pública.

"En la financiación pública lo que realmente nos preocupa es el 2010 no el 2009. No solo nos preocupa un posible recorte del volumen global de la ayuda, sino los problemas de pago que vamos a sufrir". Olivier Longué, Acción contra el Hambre

Cruz Roja. Compartimos esta preocupación. En cuanto a los fondos públicos, de momento no estamos notando muchos retrasos en los pagos pero, nos consta que es un problema que tendremos que afrontar. Encima de la mesa está la normativa europea que quiere obligar a los ayuntamientos a pagar en un plazo de 30 días, y vamos a ver cómo evoluciona.

Nosotros estamos siguiendo de cerca este tema y sería muy bueno para todos que esta directiva se aprobase y comenzase a aplicar en el 2010.

Las crisis económicas también han sido periodos de gran fecundidad desde el punto de vista de la innovación social. Gran parte de las propuestas y programas sociales que conocemos hoy en día surgieron en tiempos de crisis. También es un buen momento para examinar qué debe cambiar en vuestras organizaciones. ¿Qué oportunidades o lecturas positivas habéis identificado con la crisis?

Entreculturas. En mi opinión, España es un país de grandes contrastes, de oscilaciones muy bruscas. Actualmente, creamos el 50% del paro. Otros países han sufrido y sufren la crisis económica, pero sin consecuencias tan radicales como nosotros. Yo creo que esta crisis nos tiene que poner otra vez en nuestro sitio. La radicalidad del impacto de la crisis nos habla de los excesos que cometimos en los tiempos de bonanza.

Estos momentos nos deben ayudar a reflexionar y a apreciar valores como, por ejemplo, la austeridad. También otros valores mucho más ecológicos y personales. ¿Qué hacemos con nuestros recursos? ¿Cómo podemos aprender a despilfarrar menos? ¿Qué hacemos con nuestro tiempo libre? ¿Lo empleamos solo en consumir? Existe todo un mundo de la cultura, del arte, de la conversación, que son valores que renacen y que hay que saber aprovechar.

Cáritas. Yo comparto gran parte del análisis de Agustín. La crisis no ha pillado a nadie de sorpresa. Las grandes diferencias sociales, los problemas de vulnerabilidad de algunos sectores de nuestra sociedad se conocían perfectamente. Hemos sido testigos de cómo mientras este país crecía a un ritmo económico frenético, crecían en igual medida la desigualdad e iniquidad social.

Cruz Roja. Nosotros hemos decidido que durante los próximos tres años no ‘podemos’ estar en crisis. No tenemos derecho a aparecer como víctimas sino como parte de la solución. Es muy fácil emborracharse de la crisis y volver a caer en modelos de ayuda muy asistenciales, ya desechados hace mucho tiempo. También tenemos otro peligro y es pensar que ahora todo el mundo es vulnerable y querer atenderlo.

Hay que rechazar esta tentación. No todas las situaciones son iguales. En nuestro caso tenemos que seguir trabajando con los más vulnerables; es más agradecido trabajar con poblaciones menos excluidas, porque los resultados son más sencillos de lograr, pero cada organización debe ser coherente con su misión.

Ayuda en Acción. La crisis es una oportunidad estupenda para revisar el foco de nuestra actividad. En los últimos años hemos visto cómo nuestros recursos iban aumentando cada año y nos hemos acomodado a esta situación. Ahora, cuando nos enfrentamos a la realidad de que la tendencia de crecimiento no se va a mantener, debemos focalizar mucho más nuestras actividades, concentrándonos en aquellas en las que podamos tener más impacto.

Otra de las oportunidades que esta crisis nos ofrece es desarrollar un trabajo en redes, buscando aliados y nuevos socios que nos ayuden a impulsar nuestra misión. Aquí se abren nuevas oportunidades para trabajar tanto con otras organizaciones de la sociedad civil como con empresas, el ámbito académico y el sector público. Todo esto puede enriquecer mucho a nuestras organizaciones al incorporar a una mayor diversidad de agentes.

"Otra de las oportunidades que esta crisis nos ofrece es desarrollar un trabajo en redes, buscando aliados y nuevos socios que nos ayuden a impulsar nuestra misión". Patricia Moreira, Ayuda en Acción

Acción contra el Hambre. En mi opinión, la crisis es un buen momento para que las organizaciones piensen cuál es su core business. Está claro que no se trata de abandonar actividades, pero sí de ver dónde podemos tener más impacto. Siempre se pueden optimizar los recursos y ahora podemos hacer de la necesidad virtud. Nosotros hemos aprovechado la crisis para reforzar la motivación de los equipos tanto en la sede como en nuestras misiones en los países. Esta movilización se ha traducido en una mejora en el rendimiento y un compromiso renovado por las poblaciones más vulnerables del planeta.

Es una oportunidad muy buena para examinar cómo podemos aumentar nuestra productividad y eficacia. El otro eje de trabajo es la calidad tecnológica para aumentar la cantidad y calidad de nuestro trabajo. La oportunidad de contar con un sistema de información adecuado nos proporciona a las ONG la posibilidad de prestar un servicio más personalizado, reactivo y eficaz ante el sufrimiento del hambre.

Aldeas Infantiles. Yo también pienso que este es un buen momento para revisar el foco de nuestras actividades. No se trata de abandonar nada sino de encontrar dónde podemos ser más eficaces. Nosotros a comienzos de año decidimos apostar por las actividades de prevención porque entendimos que podíamos tener más incidencia e impacto si nos centramos en esa área.

Fundación Accenture. Creo que el escenario actual es una buena oportunidad para identificar socios empresariales que tengan una estrategia de RSC alineada con el negocio y no tan dependiente de la coyuntura económica. Hay empresas que pueden aportar su conocimiento y know-how sin que eso suponga un coste para ellas, y el impacto que esta colaboración puede tener es muy grande.

Hay que pensar si las empresas que han reducido su aportación lo han hecho porque siguen ancladas en visiones muy filantrópicas y, claro, cuando ha llegado la crisis han recortado sus gastos. Pero la RSE no es un gasto, no lo es en nuestro caso ni en el de muchas otras empresas. Yo animo a las ONG a que hagan el esfuerzo de identificar qué activos puede aportar la empresa más allá del dinero.

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