Rostros famosos en primera línea de batalla contra la COVID-19

Un triple medallista olímpico, una jugadora de fútbol, un conocido boxeador, una ‘influencer’, una actriz de la serie ‘La Casa de Papel’, un político... ¿Qué une a todos estos perfiles?

Historias paralelas que tal vez nunca se habrían cruzado, discurren ahora sobre una misma línea.

Rostros reconocidos por su éxito en diferentes apartados, que, de manera voluntaria, se han situado en la primera línea para luchar frente a frente contra la COVID-19.

Saúl Craviotto debería estar estos días en el último tramo de la preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio, donde también iba a ser el abanderado del equipo de España. Sin embargo, su función actual está lejos del agua y su piragua, su hábitat natural.

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Craviotto, también conocido por el público televisivo por su triunfo en MasterChef Celebrity 2017, ha recuperado su plaza para trabajar en Prevención y Reacción de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional en Gijón.

“Volví a mi trabajo ante la necesidad de la situación que vivimos”, señaló en una entrevista con El Comercio.

“Hago las labores habituales con mi compañero. Controlamos el tráfico y, como es lógico en este momento, preguntamos a las personas el motivo de su desplazamiento. La gente en Gijón es solidaria y tiene un buen grado de responsabilidad con el confinamiento que debe guardar”, añade con naturalidad el cuatro veces medallista olímpico, quien, a pesar de que fue relevado de sus funciones de patrullar en 2017 por sus funciones deportivas y publicitarias, siguió trabajando para la Policía en campañas de prevención y concienciación ciudadana e impartiendo charlas en las escuelas sobre las drogas, el alcohol y el acoso.

Junto al aplazamiento olímpico quedó también postergado su sueño de ser el abanderado español en Tokio en 2021, pero mantiene un pensamiento positivo: “Ser abanderado de mi país es la cima. Nos dejaremos la piel más aún si cabe porque España se merece una alegría tras lo que estamos pasando y estoy seguro de que volveremos de Tokio con muchas medallas”.

Salen del terreno de juego

En Sevilla, Ana Romero Moreno decidió cambiar el terreno de juego por el hospital. “Muy feliz por poder aportar mi pequeño granito de arena en la lucha contra el #Covid_19 formando parte de nuestro sistema sanitario en estos días”, publicó en sus redes sociales la jugadora del Real Betis Balompié y licenciada en Medicina.

La delantera se ofreció colaborar “donde se me necesite” en los primeros días del estado de alarma, y ya está ejerciendo la profesión que ha estudiado.

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Son muchas más las jugadoras de fútbol que están participando activamente el ámbito sanitario. Olhana Aldai, abandonó momentáneamente su actividad en el Pozoalbense cordobés para servir como enfermera en el País Vasco.

O María Sanjuán, portera del Villarreal, quien cambió los guantes de espuma por los de látex para trabajar en Hospital La Fe de Valencia. “Tanto psicológica como físicamente”, puntualiza, no estaba preparada para lo que está viviendo. “Nos hemos tenido que adaptar a esta nueva situación y estamos muy orgullosos de nuestro trabajo”, asegura a EFE la guardameta.

En Valencia trabaja también Víctor Rodríguez. El futbolista del equipo del Levante para personas con parálisis cerebral –participantes en LaLiga Genuine Santander- se desarrolla como celador en un hospital de la ciudad.

“Hace poco empecé a trabajar como celador en un hospital de Valencia y la experiencia dentro de la gravedad actual es bastante positiva. Poco a poco parece que va remitiendo la situación. Es una noticia fantástica, esperemos que siga así, vayamos saliendo de la situación”, señaló en los medios del club.

“Ninguna décima de segundo en los Juegos puede valer tanto como aportar algo contra el coronavirus”, así de tajante se muestra en su red social la doble campeona del mundo de triatlón paralímpico y médico residente Susana Rodríguez.

La deportista gallega también lucha contra el coronavirus estos días desde el Hospital de Santiago de Compostela. “Es ahora cuando los valores del deporte tienen que salir a relucir, y no el día en que eres campeón del mundo. Este problema no entiende de países o de salarios. A todos nos afecta”.

Una mano a los más vulnerables

Al mismo tiempo, Javier Castillejo, el boxeador español más laureado de la historia (campeón del mundo en ocho ocasiones en dos categorías diferentes, peso superwelter y medio) recorre todos los días las calles de Parla, la ciudad que alumbró sus éxitos.

Castillejo no ha dudado a la hora de poder echar una mano en la crisis que vivimos con la pandemia del coronavirus y a través de Cruz Roja acerca productos alimentarios a la gente mayor, considerada población de riesgo.

Y metido en cocina está el galardono chef español Jose Andrés. En su caso ayudando en Estados Unidos. Marino de la Armada española, desembarcó en West 30th Street de Nueva York lleno de ambición hace ya unos cuantos años. A través de su ONG World Central Kitchen (WCK) reparte 40.000 comidas la ciudad en la que construyó sus sueños y que es ahora el epicentro de la epidemia de coronavirus en Estados Unidos.

Asimismo, durante la pandemia, su organización ha servido más de 750.000 comidas de Miami a Los Angeles y Little Rock, Arkansas o Fairfax, Virginia y en lugares como bibliotecas, camiones de comida y restaurantes cerrados, alimentando 125 hospitales, estudiantes que recibían el almuerzo de sus escuelas e incluso pasajeros de cruceros en cuarentena.

La ONG del cocinero asturiano, portada de la revista Time por su labor humanitaria, también ha comenzado a trabajar en Madrid (la comunidad autónoma en España más afectada por la COVID-19) y en Barcelona y Valencia, como anunció en su cuenta de Twitter, aunque el proyecto es cubrir todo el territorio nacional.

Interpretar el papel de heroínas

Esta es una historia que jamás nunca habríamos imaginado vivir, solo posible en la ciencia ficción. Pero la realidad ha golpeado de lleno, y hay actrices que han decidido cambiar la pequeña pantalla para interpretar el papel de heroínas en esta crisis.

Gemma Marín, actriz española (Tierra de lobos, Cuenta atrás y Drones Don’t Fly When the Sky is Grey) e influencer, ha recuperado su formación como enfermera para ayudar. Marín decidió mandar su currículum a varios hospitales de Madrid para poder ayudar a los pacientes infectados de coronavirus y solo 24 horas después le llamaron para ver si se podía presentar a trabajar en el Hospital Universitario 12 de Octubre.

La actriz e influencer también se expresó en las redes y dijo que a pesar de que se siente preocupada por tener dos hijas pequeñas, tomará todas las precauciones necesarias para que se mantengan saludables. “No es época de miedos, es tiempo de responsabilidad y empatía, juntos acabaremos con esto, y cuando acabe seremos más fuertes”.

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Clara Alvarado, de la conocida serie La Casa de Papel, también decidió dar el mismo paso. “Era muy consciente de la falta de personal sanitario y sentía la necesidad de ayudar y no ser espectadora”, contaba en La Vanguardia en los primeros días del estado de alarma. Su hándicap, como explica en la entrevista, era la falta de experiencia, ya que terminó Enfermería por la Universidad Complutense en 2012, pero nunca había ejercido porque muy pronto comenzó a hacer pequeños papeles interpretativos.

“Quería encontrar el lugar donde poder ayudar sin ser un estorbo. Tras muchas llamadas, lo encontré. Me explicaron que no era la única con falta de experiencia y que había cosas que sí podía hacer. Me vi segura porque me dieron mucha confianza y sentía una necesidad moral y ética de ponerme en primera línea”. Desde entonces colabora en un pequeño centro de la Comunidad de Madrid dedicado a la atención de personas mayores.

Un hito en medicina en Ifema

Bruce Aylward, jefe de Expertos COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha calificado de “extraordinario” el hospital de campaña instalado en Ifema para aliviar la capacidad de los hospitales madrileños albergando a pacientes leves y graves del coronavirus, destacando que “los madrileños deberían sentirse muy orgullosos”.

Durante esta crisis, Ifema se ha convertido en el hospital más grande de España al contar con más de 85.000 metros cuadrados y con capacidad para hasta 5.500 camas, de ellas 500 UCIs para atender a los enfermos más graves.

Aquí ha desarrollado su trabajo Eduardo Raboso, diputado del PP en la Asamblea de Madrid desde 2013 y el actual portavoz de Sanidad. Desde que comenzó la pandemia dejó provisionalmente su cargo diputado para trabajar en Ifema, donde su equipo y él diseñaron un protocolo muy novedoso para realizar traqueotomías a pacientes de coronavirus que evitase los contagios.

“Cuando a una persona infectada con COVID-19 le practicamos una traqueotomía, hay que tener mucho cuidado de no contagiarse, pero hemos diseñado un protocolo nuevo que nos ha permitido completar más de cincuenta intervenciones con éxito y sin contagios”, explica a El Confidencial.

La primera llegó en los primeros días, convirtiéndose en un hito en la medicina española. “Me avisaron de que había una mujer mayor que necesitaba que la interviniéramos porque ella sola no remontaba. Llevaba tres semanas intubada y había que ayudarla”. Una intervención que recordaré siempre.

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