Las empresas utilizan su RSC para aplacar los impactos de la COVID-19

La respuesta a la crisis provocada por el coronavirus ha puesto de nuevo de manifiesto la gran relevancia que las empresas tienen en la sociedad y su papel fundamental a la hora de dar respuestas rápidas a las situaciones más críticas, globales e inesperadas.

Muchas organizaciones han impulsado la RSC en diferentes ámbitos y han demostrado un comportamiento ejemplar poniendo sus recursos a disposición de la comunidad, dando respuesta a necesidades productivas, sanitarias, económicas, materiales y sociales.

La situación actual representa una gran oportunidad para la construcción de un mundo más sostenible, equitativo y que ponga el foco en las personas, así como para el asentamiento de los cimientos de un nuevo orden económico y social que tenga la aceleración digital como uno de los elementos clave.

Ante la pandemia y la nueva normalidad que esta ha creado, la Fundación Seres ha desplegado la iniciativa #SeresResponsables, un ejercicio de escucha activa que recoge la aportación de las empresas españolas para abordar los retos sociales y minimizar las brechas que se han abierto tras la emergencia sanitaria y su posterior crisis.

Dentro de esa iniciativa y juntamente con Deloitte, Seres ha publicado el Informe del impacto social de las empresas frente a la COVID-19, en el que se recogen indicadores de contribución social de las empresas en los primeros meses de la pandemia y se mide ese impacto social a través del estudio realizado sobre 375 acciones llevadas a cabo por 158 organizaciones tanto privadas como del tercer sector.

El bienestar social a la cabeza en las empresas

Los ámbitos en los que se han hecho las acciones de las organizaciones estudiadas han sido bienestar social, económico, conocimiento, relacional, reconocimiento y organizacional, siempre teniendo en cuenta que una actuación de responsabilidad social puede tener impacto en más de uno de esos ámbitos debido a que puede contribuir a diferentes fines a la vez.

<p>Fuente: Informe del impacto social de las empresas frente a la Covid-19.</p>

Fuente: Informe del impacto social de las empresas frente a la Covid-19.

Las empresas españolas han apoyado e impulsado primordialmente (representando un 68% de todos los impactos analizados) cuestiones sociales básicas que se han visto afectadas como consecuencia de la COVID-19, como salud, atención y cobertura de las necesidades sociales, educación, cultura, impulso al tercer sector, empleo, ocio y entretenimiento.

Entre las labores más destacables en salud están la donación o la compra de material sanitario para los centros de salud, y, posteriormente, la compra o donación de otro tipo de recursos básicos, como, por ejemplo, mobiliario, ropa de cama o prendas de vestir.

También se han generado y publicado recursos, herramientas y consejos saludables para afrontar la crisis sanitaria y se han prestado servicios gratuitos de transporte, tanto de material como de personal sanitario, o se han cedido infraestructuras de manera temporal.

Al respecto de la cobertura de las necesidades sociales, ha destacado la aportación de alimentos y otros productos de primera necesidad, las donaciones monetarias para la compra de estos recursos, y las acciones de acompañamiento con plataformas virtuales o por carta y con servicios telemáticos de atención médica y psicológica.

Un 11% de sus actuaciones relativas al bienestar social se han orientado a generar contenido educativo, desplegar o ceder acceso gratuito a plataformas digitales de educación en línea y a facilitar recursos tecnológicos para asegurar la conexión diaria de los estudiantes que se encuentran en riesgo de exclusión.

Las empresas también han contribuido a otros ámbitos como facilitar el acceso a contenidos culturales, impulsar la actividad de las organizaciones del tercer sector, generar oportunidades de integración laboral a través del acceso a formación o proporcionar plataformas y otros recursos de ocio y entretenimiento.

Los colectivos beneficiados han sido múltiples

Las acciones de las empresas han beneficiado a un gran número de colectivos y actores sociales siendo los agentes sanitarios (profesionales sanitarios y los centros asistenciales de salud) los principales favorecidos con casi un 30% de iniciativas de RSC analizadas, lo cual se traduce en que el 41% de las organizaciones analizadas han orientado algunas de sus actuaciones a dicho colectivo.

El apoyo a los agentes sanitarios se ha materializado, principalmente, a través de actuaciones orientadas a la donación de material sanitario u otra tipología de recursos de primera necesidad destinados a los centros de salud y sus profesionales.

También, han destacado las iniciativas enfocadas al reconocimiento de la labor desarrollada por este colectivo, como, por ejemplo, a través de la mejora de las condiciones económicas ofrecidas a estos colectivos en los servicios prestados por las empresas (eliminación de comisiones, descuentos especiales, servicios gratuitos, etc.).

La sociedad en general ha sido la segunda beneficiada de las acciones de RSC de las empresas. Así, el 35% de las organizaciones analizadas han diseñado y ejecutado actividades para todos nosotros, como divulgación de conocimientos relacionados con el coronavirus, acceso a recursos, herramientas y consejos saludables para afrontar la crisis sanitaria, divulgación de contenido cultural, iniciativas de apoyo y acompañamiento entre diferentes colectivos, donación de material sanitario u otros recursos, entre otras.

Las personas en riesgo de exclusión social y los colectivos vulnerables (niños, jóvenes, personas con discapacidad, personas mayores, etc.) han sido objeto de actuaciones enfocadas a la cobertura de sus necesidades sociales básicas y el acompañamiento y protección para minimizar el impacto que la crisis sanitaria ha tenido en el desarrollo de sus vidas.

Por su parte, el personal educativo y los estudiantes se han beneficiado de la cesión de acceso gratuito a plataformas educativas en Internet y de recursos tecnológicos como tabletas, ordenadores, etc. para poder acceder a la educación en línea.

Velocidad en la respuesta a la crisis sanitaria

La mayor parte de las empresas empezaron sus acciones en el mes de abril representando un 52% de las actuaciones, un 31% se iniciaron en marzo y el un 17% en el mes de mayo, por lo que se puede decir que las empresas han sabido dar una respuesta casi inmediata a las necesidades causadas por el impacto de la pandemia.

En cuanto al carácter temporal de las acciones, un 55% son puntuales, un 41% se realizarán durante la crisis sanitaria y un 3% serán de alcance permanente.

La gran mayoría de las acciones (80%) han sido realizadas con un alcance geográfico estatal, el 19% dentro de una única autonomía y el 1% ha tenido un carácter comarcal.

Más allá del alcance geográfico, las empresas han diseñado e implementado acciones en colaboración con diferentes organizaciones, logrando un mayor efecto y potenciando las capacidades, los recursos y el alcance de los impactos.

Concretamente, en un 74% de los casos la colaboración se ha realizado entre dos y cuatro organizaciones, siendo las más habituales entre empresas privadas con empresas del tercer sector, canalizando las primeras sus actuaciones a través de las segundas.

Cabe destacar que un 7% de las empresas han involucrado a sus empleados en sus iniciativas mediante programas de voluntariado corporativo.

El informe de Seres y Deloitte finaliza con un apartado de lecciones aprendidas en el que se destaca el protagonismo que han tenido las empresas ante la pandemia, el impulso y progreso económico y social que las acciones promueven, el fortalecimiento de la RSC de las organizaciones que han atajado la crisis en diversos ámbitos, y la importancia que ha tenido la colaboración entre organizaciones para lograr los resultados obtenidos.

También es de destacar el anexo en el que se detallan las iniciativas con mayor impacto de cada una de las entidades socias de la Fundación.

Artículo apoyado por Stars4Media.

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