Comprar y ahorrar, un oxímoron muy útil para la jubilación

Podría parecer que los verbos comprar y ahorrar son contrarios, sin embargo, el emprendedor social José Luis Orós ha creado la ‘app’ Pensumo donde realizar acciones cotidianas como consumir, correr, leer o reciclar permiten acumular dinero en un plan de ahorro muy útil como complemento a la jubilación.

Por todos es sabido que la hucha de las pensiones se está agotando y que hay que buscar alternativas o complementos a la jubilación, que previsiblemente llegará a una edad más avanzada porque la esperanza de vida en mayor y la tasa de nacimiento menor, haciendo peligrar el Estado de bienestar.

En este contexto José Luis Orós tuvo en el año 2010, en plena crisis económica, una idea innovadora basada en crear un plan de ahorro que vaya creciendo con distintas acciones, como la de comprar, leer, transportarse de manera sostenible o reciclar.

Orós trabajaba en el departamento de Comunicación de El Corte Inglés cuando le encargaron que gestionara las promociones que se llevaban a cabo, como la de la entonces popular tarjeta Doblecero, donde se acumulaba dinero por comprar para gastar en los propios grandes almacenes, entre otras ventajas. “Cada vez que se quería dar más a los clientes, porque se iban, porque consumían menos, y había que ofrecerles más beneficios para que lo volvieran a invertir en compra en el propio centro. Pero ¿qué era lo máximo que podíamos darles?”.

Ante esta reflexión Orós cayó en la cuenta de lo que hoy es el germen de su iniciativa, Pensumo: “La mayor necesidad de los clientes es la seguridad de su futuro. Si pudiéramos hacer que de todas las compras un porcentaje se fuera acumulando en un producto de ahorro… sería interesante, no para vivir de ello, pero sí como un plan de pensiones, como un complemento”.

Pensumo tiene como objetivo “premiar al usuario con algo tangible, que en realidad es un intangible: seguridad para el futuro”, subraya Orós en una entrevista a Revista Haz.

Se trata de una app móvil que permite acumular dinero en un plan de ahorro realizando determinadas acciones como la de comprar en las tiendas online más populares (El Corte Inglés, Fnac, Aliexpress, Sephora, Telepizza…) o en la red de comercios adheridos al programa (sobre todo en Zaragoza de donde es originario Orós y su iniciativa), pero también otras más comprometidas con un estilo de vida saludable y sostenible.

Pensumo premia también el realizar pequeños gestos responsables con la sociedad y el planeta. Por ejemplo, desplazarse en medios de transporte sostenibles. Con un sencillo selfie que inmortalice la acción la app lo aplaude haciendo crecer la hucha del ahorro. También reciclando. Una fotografía del momento de acudir al contenedor azul, verde o amarillo también se ve recompensada.

“Premiar por comprar, pero premiar también por reciclar, por leer, por correr, por no haber perdido puntos del carné, por donar sangre… es un sistema de ahorro para el usuario y de fidelización para la empresa que entra como partner a pagar esos céntimos”, explica Orós.

Y es que en este sistema win-win la empresa privada tiene un papel muy reseñable: “Es el mercado al rescate del Estado de bienestar”. Porque la app de Pensumo es gratuita y el dinero acumulado por los usuarios es aportado por terceros (empresas, organizaciones no lucrativas, administración pública…).

Además, Pensumo ha creado un sistema específico para que las compañías lo ofrezcan como un plus a sus trabajadores. La empresa asociada crea retos concretos para que sus empleados vean crecer sus ahorros con acciones como ir a trabajar en medio de transporte limpio, realizar cursos de formación, participar en actividades de la empresa, aportar ideas o intraemprendimientos, etc. de tal manera que los trabajadores se ven implicados a la vez que recompensados por su empleador.

Los beneficios de los usuarios que llegan por esta vía son mayores ya que pueden acumular dinero tanto por la compra en las tiendas asociadas a Pensumo, como por los retos generales de la app, además de los particulares de su propia empresa.

Este modelo es muy sólido para Pensumo, ya que “llegas a un colectivo de 3.000-5.000 personas a la vez”. La empresa solo tiene que prescribir la app y obtienen como beneficio un vínculo diferente y un canal de comunicación con su empleado, cuenta Orós. A esta fórmula se han sumado ya compañías como BSH o WTW.

Grano que hace granero

Los beneficios para los usuarios de Pensumo llegan en forma de céntimos de euro en la mayoría de las ocasiones, pero lo importante es el efecto multiplicador que esto puede tener a lo largo de los años.

Es cuestión de números: Si una persona consume un euro de pan al día, suponiendo que el comercio le devolviera un 3%, es decir, 3 céntimos de la barra de pan, lograría al mes unos 90 céntimos. Al año obtendría 10,80 euros que si se multiplica por 35 años consumiendo la misma barra de pan diaria, añadiéndole el interés del producto del 0,5%, alcanzaría un ahorro acumulado de cerca de 400 euros. Esto solo con el ticket del pan. “Invito a que la gente calcule lo que se gasta al mes en consumo y lo que conseguiría si un 2% pasase por Pensumo”, señala Orós.

Hasta la fecha, se han realizado 21.000 compras a través de Pensumo por un importe total de cerca de 500.000 euros, de los cuales han revertido en los planes de ahorro de los usuarios  más de 18.500 euros.

Como en todo plan de ahorro hay que esperar para verlo crecer, y cuanto más mejor. Se puede rescatar lo acumulado en ventanas de cinco años, aunque también se podría obtener pasado el primer año, eso sí con penalización, porque como recuerda el creador de Pensumo: “Se trata de un dinero que no es realmente tuyo, porque no lo has pagado tú, y está invertido en un producto plano, garantizado”.

Se han realizado 21.000 compras a través de Pensumo por un importe total de cerca de 500.000 euros, de los cuales han revertido en los planes de ahorro de los usuarios más de 18.500 euros.

Los complicados inicios

A pesar de que “hay conciencia de que necesitamos un complemento para la pensión -explica a CE el creador de Pensumo-, prevalece el concepto de que quien nos dé una solución se va a enriquecer con ello y va a ser un sinvergüenza. En mi opinión está muy arraigado este pensamiento en España y así es muy difícil aportar soluciones”. Orós tiene clara la responsabilidad de esta situación: “Hay mucha desconfianza tras tanto chiringuito financiero que ha habido”.

La ‘ventaja’ de Pensumo es que está avalada por la Unión Europea ya que ha sido incluida dentro del programa Horizonte 2020 (Programa Marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea) en el área de Sociedades inclusivas, innovadoras y reflexivas, que ha destinado fondos al proyecto que han servido para desarrollar la plataforma y hacer más accesible el ahorro. Esto “nos ha dado tiempo, que es lo más valioso que hay, para hacer pruebas, pilotos, para decidir qué vale y qué no, medir, hacer tecnología, buscar aliados… te da dos años de tiempo para que el modelo de negocio se globalice y se extienda”.

Y es que los comienzos no fueron fáciles. En plena crisis económica “nadie quería apostar por ello”. Incluso en El Corte Inglés, donde Orós gestó la idea, y que ahora es uno de sus principales partners, “no lo vieron”. “Son empresas muy grandes, donde la primera impresión es que la idea es muy buena, pero no llega a prosperar”, indica Orós. Asociarse con Pensumo “supone un cambio de estrategia, pero también una innovación tecnológica, porque es el móvil el que tiene el papel principal y te derivan de unos a otros sin lograr acuerdos”, explica su creador.

Se trata de un sector nuevo  que se encuentra a caballo entre el financiero y el de la distribución. “En el sector de la distribución comercial cuesta mucho dejar de ganar un 1% -el porcentaje que se acumularía en el plan de ahorro del cliente-. No tiene otra visión, por ejemplo la de ganar o recuperar clientes”.

Y es que para las marcas Pensumo puede ser una herramienta adecuada para incrementar sus ventas y fidelizar a sus clientes. Orós pone como ejemplo en conversación con Revista Haz como una marca de calzado deportivo puede recompensar a través de la app por adquirir una de sus zapatillas en cualquier establecimiento. “La vida natural de una zapatilla de alguien que corra habitualmente pueden ser de 5 o 6 meses; si le das hasta 5 euros por compra para su plan de ahorro, la gente empieza a adquirir esa marca por el incentivo”.

El futuro más próximo

Como asegura el creador de Pensumo la principal batalla actual está en el móvil, en hacerse un hueco entre las apps que los usuarios tienen en su pantalla principal de smartphone. “Muchas aseguradoras van a querer crear algo de ahorro unido a gamificación y si además tiene recurrencia -compras diarias, entrenamientos de running, reciclaje…- tiene sentido”, explica Orós.

Este año Pensumo va a expandirse a México, donde ya tiene la marca registrada, y a Brasil y Portugal. En México existe ya un proyecto llamado Millas para el retiro que vincula el consumo diario con las pensiones, aunque en este caso es el propio usuario el que a través del redondeo en sus compras va acumulando de manera casi imperceptible el ahorro.

Pero Pensumo está desarrollando también tecnología y software. Se trata de un aparato que colocado en los comercios adheridos a la iniciativa genere un código QR que permita la acumulación de dinero mucha más rápida y efectiva, sin necesidad de enviar el ticket de compra a través de la app.

El dispositivo no necesita wifi, funciona con una sola pila todo el año, con una pantalla de bajo consumo y, desde el punto de vista de Orós, “puede ser muy útil para incorporar en la tecnología relacionada con la criptomoneda, para que dos entidades verifiquen que el céntimo acumulado es válido y no haya que dar vueltas con la póliza. Porque en el tema asegurador aún estamos en el siglo XIX, la tecnología está en el XXI y entre medias está el regulador que debe estar por el XX”.
 

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