Expertos apuestan por el etiquetado Nutri-Score como herramienta de salud pública

Sociedades científicas y expertos del ámbito de la nutrición y de la salud, organizaciones de consumidores y representantes de las administraciones públicas se han posicionado a favor de la obligatoriedad de la implantación del etiquetado nutricional 'Nutri-Score en Europa' como herramienta transversal de salud pública.
HAZ22 enero 2020

Sociedades científicas, expertos en salud pública y nutrición y organizaciones de consumidores han reclamado en Madrid que el etiquetado Nutri-Score sea de obligada implementación por su importancia y potencial como herramienta transversal de salud pública.

Nutri-Score es un logotipo basado en un código de letras y colores que se ubica en la parte frontal de los envases y tiene una doble vocación: Informar al consumidor sobre la calidad nutricional global de los alimentos, permitiendo comparar productos y
orientar sus decisiones de compra hacia aquellos de mejor calidad nutricional e incitar a la industria a mejorar la calidad nutricional de los alimentos que fabrican ofreciéndoles la oportunidad de valorizar sus esfuerzos en términos de reformulación.

Cada producto se posiciona en una escala de cinco colores (niveles) que va desde el producto más favorable desde el plano nutricional (clasificado A-color verde) hasta el menos favorable (clasificado E-color rojo). La puntuación se calcula a través de un
algoritmo basado en dos aspectos diferentes: el contenido en nutrientes y alimentos a favorecer (fibras, proteínas, frutas y verduras, leguminosas, frutos secos de cáscara y aceites de oliva, colza y nuez), por un lado, y el de las calorías y los nutrientes a limitar (ácidos grasos saturados, azucares, sal), por otro.

Nutri-Score se basa en el análisis de 100g o 100ml de alimento por lo que permite una comparación objetiva de los mismos. Este etiquetado permite comparar productos de la misma categoría o comparar alimentos de diferentes categorías (por ejemplo, los alimentos consumidos en el desayuno: cereales de desayuno, pan de molde, galletas, bizcochos, bollería), o incluso comparar un mismo alimento de diferentes marcas. Las investigaciones muestran que Nutri-Score es el sistema más eficaz para ayudar a los consumidores a orientar sus decisiones de compra hacia alimentos más saludables.

Nutri-Score dispone de un sólido historial científico, con más de 40 publicaciones en revistas científicas internacionales. Estas investigaciones han permitido validar el algoritmo que subyace al cálculo de Nutri-Score (en particular su relación con el riesgo o la protección frente a enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares o la obesidad) y también demostrar su eficacia en los comportamientos de compra de los consumidores y su superioridad con respecto a otros etiquetados existentes.

Además, estos trabajos científicos han demostrado la gran eficacia de Nutri-Score en las poblaciones más vulnerables (bajos niveles socioeconómicos o conocimientos en nutrición, enfermos, jóvenes).

Nancy Babio, vicepresidenta de la Sociedad Científica Española de Dietética y Nutrición (SEDYN), profesora y vicedecana responsable del Grado en Dietética y Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili e Investigadora del CiberOBN del Instituto de Salud Carlos III, ha puesto en relieve que Nutri-Score es una herramienta viva que evolucionará con los conocimientos científicos y la legislación europea. En este sentido, Babio ha explicado que recientemente se incluyó al aceite de oliva en el cálculo del perfil nutricional en el que se basa el Nutri-Score, permitiendo así su adecuación a la dieta mediterránea. Esta modificación, realizada sobre una base estrictamente científica y llevada a cabo entre investigadores de España y Francia, ha permitido reclasificar al aceite de oliva con la mejor puntuación por su destacado perfil nutricional.

Así, Nutri-Score sitúa al aceite de oliva como mejor alimento por delante de los aceites de maíz, girasol y cacahuete, y también por encima del aceite de palma y la mantequilla que se encuentran en un nivel aún más inferior. La vicepresidenta de SEDYN ha explicado también que se prevé estudiar las mejoras necesarias del Nutri-Score junto a los científicos de los países europeos que hayan adherido a este sistema, con una próxima reunión programada para 2021.

Marta García Pérez, directora ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha dicho en la clausura de la jornada: “en la AESAN habíamos estudiado los diferentes etiquetados frontales, en especial los de los países de nuestro entorno y consideramos, entre ellos, N-S como el etiquetado frontal de interés, pues se sustenta en una fuerte evidencia científica. Esos estudios científicos demuestran la eficacia, lo que le ha hecho merecedor del apoyo por parte de la OMS-Europa”.

Los grandes retos de salud pública

Un tercio de los niños y la mitad de los adultos de la UE tienen sobrepeso o son obesos. El exceso de peso aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como la diabetes y el cáncer. Gran parte del problema está relacionado con la dieta. Los gobiernos nacionales y los organismos públicos internacionales como la Organización Mundial de la Salud consideran que el etiquetado nutricional es una herramienta que puede ayudar a los consumidores a adoptar una dieta más saludable.

Jordi Salas-Salvadó, director del Centro Catalán de la Nutrición del Instituto de Estudios Catalanes (CCNIEC), catedrático de Nutrición de la Universidad Rovira i Virgili e investigador CiberOBN del Instituto de Salud Carlos III, ha destacado el rol clave de los
etiquetados frontales de los alimentos en la lucha contra la obesidad y las enfermedades crónicas. “El incremento de la prevalencia de la obesidad y las patologías asociadas tales como la diabetes, la hipertensión y el colesterol elevado, conlleva la necesidad de aplicar
políticas sociales que ayuden a frenar esta tendencia. La implementación de las etiquetas nutricionales frontales ha sido recomendada por la Organización Mundial de la Salud como medida para mejorar la compra y la alimentación y cuidar así la salud, previniendo la aparición de enfermedades no transmisibles”, ha explicado Salas-Salvadó.

El Dr. Miguel Ángel Royo, jefe del Área de Estudios de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, ha señalado la importancia de aplicar el etiquetado Nutri-Score de forma generalizada, como herramienta transversal de salud pública y como
mecanismo para valorar y autorizar alegaciones nutricionales o de salud y para diseñar políticas de precios. “Nutri-Score es una más de las políticas de salud pública necesarias para combatir la epidemia de obesidad y las enfermedades no transmisibles (ENT) asociadas a la alimentación no saludable, junto con las dirigidas a regular la publicidad, oferta y demanda de alimentos y bebidas no saludables. Estas políticas deberían necesariamente estar alineadas con políticas agroalimentarias que fomenten una producción sostenible de alimentos saludables”, ha destacado Royo.

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