“Queremos que NaviLens sea el estándar global para una sociedad más inclusiva”

La pequeña compañía murciana NaviLens, fundada, entre otros socios, por Nuria Fructuoso, nace con el objetivo de ofrecer a las personas con dificultades visuales una forma fácil y tecnológica para que puedan desenvolverse con total autonomía.

Nuria Fructuoso es uno de los fundadores de NaviLens, una empresa que busca facilitar la orientación independiente de personas con dificultad visual sin necesidad si quiera de saber dónde están.

La startup ha tenido que crear un código totalmente nuevo porque los múltiples que había en el mercado no reunían los requisitos técnicos necesarios para ayudar al colectivo de personas invidentes.

Mezclando analogía y tecnología para conseguir un sistema robusto, han desarrollado un código QR que, como ellos dicen, es un simple tag en un trazo de papel, pero que puede cambiar la vida de miles de personas.

Ahora su meta es que el código de NaviLens se convierta en el estándar a nivel mundial para que las personas con discapacidad visual no se queden atrás. ¡Y lo están consiguiendo! La última en abrirles las puertas ha sido la Comunidad de Madrid este mes de julio, que ha hecho accesibles más de 7.300 paradas de autobuses con las que cuenta el Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid (CRTM).

Inclusión a la accesibilidad es su propósito y para ellos inclusión quiere decir que todo el mundo tenga la misma información: tanto si eres una persona ciega, como una que ve, o sorda y necesitas lenguaje de signos, o si hablas en otro idioma. Consiguiendo que puedas acceder en cualquier lugar a una señalética estandarizada que te guíe, sin necesidad de ayuda externa, lo que proporciona la autonomía que todos necesitamos.

Un ojo que ve a mucha distancia, con un ángulo de 160°, capturando la información en 0,03 segundos y en movimiento, siendo la aplicación capaz de corregirte el rumbo hacia la etiqueta y proporcionarte la información que necesitas.

¿Qué es NaviLens?

Navilens es una nueva señalética, digital, universal, inteligente y exclusiva que se basa en unos códigos de colores unidos a una aplicación móvil desarrollada mediante inteligencia artificial. Esta señalética permite a personas con dificultad visual orientarse y moverse en espacios que no conocen previamente, lo que les proporciona una autonomía de la que carecen en este momento.

¿Cómo surge NaviLens?

Surge de la colaboración de la startup murciana Nuevos Sistemas Tecnológicos y la Universidad de Alicante.

Ya habíamos trabajado con ellos en desarrollar soluciones en este campo: la mejora de la calidad de vida y autonomía de las personas con algún tipo de dificultad visual para poder moverse en entornos desconocidos. Proyectos como un bastón virtual que detectaba objetos aéreos basado en cámaras 3D, o Google Glass, pero con los que no conseguimos viabilidad de mercado. Nos dimos cuenta que necesitábamos desarrollar algo que no requiriese un hardware ni dispositivos externos más allá del teléfono móvil del usuario.

Ese tipo de dispositivos hacen mucho más complicado el proyecto. Suelen ser muy caros o desaparecen del mercado por falta de viabilidad.

Al estudiar las necesidades de las personas con dificultad visual nos dimos cuenta de que moverse en entornos desconocidos es muy complicado porque no tienen acceso a la señalética que tenemos nosotros en una estación de tren, en un metro, en un museo, en un hospital… aunque no tengan dificultad motriz y pueden desplazarse sin problema, no se pueden mover porque no tienen acceso a esas señales.

<p>Nuria Fructuoso, cofundadora de NaviLens.</p>

Nuria Fructuoso, cofundadora de NaviLens.

La solución se basa en utilizar el móvil, que todo el mundo lleva encima, y en concreto su cámara para que sea el ojo, y algún tipo de señal.

Partimos de la idea que tenía que ser un tipo de código, por lo que empezamos a estudiar los que ya existían, de barras, bidi, QR y vimos que todos tenían sus limitaciones. Los códigos QR necesitas encuadrarlos y enfocarlos en la pantalla, tienes que estar cerca, a tu altura, bien impresos… lo que es muy complicado o prácticamente imposible para estas personas.

Estuvimos siete años estudiando y desarrollando el código hasta que llegamos a NaviLens. Este código, unido a la aplicación, permite su lectura a muchísima distancia, más de 15 metros, con un ángulo muy grande de hasta 160° y con una rapidez tal que lo puede leer en movimiento y varios códigos de forma simultánea. Lo que hace que las personas con dificultad visual no necesiten saber dónde están para poder orientarse. Ellas van a ir moviéndose en el entorno y la cámara del dispositivo es la que les va a avisar por dónde van.

Les ayuda a guiarse en el espacio tanto con descriptivas de dónde están, como de hacia dónde deben moverse para ir al sitio que necesitan.

Señalizan el mostrador de atención al público, el andén, el aseo, una máquina expendedora, una obra de arte, la salida de emergencia, o cualquier cosa que identifiques con el código de NaviLens; el usuario va a llegar a ella de forma precisa, ofreciéndole además la descripción de un espacio, de un cuadro o una información dinámica integrada con los servicios del tren, metro o autobús, actualizada en tiempo real. Lo que les permite saber cuándo va a pasar su autobús en la parada, evitando que se queden en tierra como les pasa muchas veces si el conductor o ellos no se dan cuenta. Además, cualquier incidencia la pueden saber en tiempo real y ahora estamos trabajando para que también puedan avisar al conductor que están esperando en la parada.

Para ser los más inclusivos posible, la información es ofrecida en el lenguaje que necesite el usuario, de signos, infantil, básico, pictogramas… y en el idioma en el que usuario tiene configurado su dispositivo, hasta 33 están ya incluidos en la aplicación.

¿De qué estáis más orgullosos?

Estamos muy contentos de haber desarrollado este proyecto y haberlo logrado a nivel internacional, consiguiendo un impacto social a nivel global enorme, estando ya en el metro de Nueva York y en el de Los Ángeles.

Pero lo que más nos llena es cuando los usuarios nos escriben para decirnos que les hemos cambiado la vida; que gracias al proyecto consiguen etiquetar su ropa o no perder el autobús, o el mensaje de un padre cuyo hijo consiga orientarse solo sin tener que acompañarle a todos los sitios. Eso es lo que más nos enorgullece. La reacción de los usuarios ha sido espectacular; nunca antes nos habíamos encontrado con esto.

También nos encanta el impacto a nivel local y que se haya podido implementar en toda la cuidad de Murcia: en autobuses, tranvía, museos, incluso en las placas de las calles.

O que hayamos conseguido un caso de éxito de colaboración y transferencia de tecnología y conocimiento público-privada con la Universidad de Alicante.

También estamos muy orgullosos del esfuerzo que estamos haciendo de patentar a nivel nacional e internacional la tecnología.

<p>El emprendimiento murciano ha llegado al Metro de Nueva York.</p>

El emprendimiento murciano ha llegado al Metro de Nueva York.

¿Mayores logros y mayores meteduras de pata?

Mayores logros: El haber conseguido llegar al metro de Nueva York o de Los Ángeles, mercados que son muy duros y con muchas barreras de entrada siendo una empresa pequeña. Llegar hasta ahí con nuestros propios medios sin financiación externa ha sido un gran logro.

Meteduras de pata, todos los días, porque en eso consiste: equivocarte y volver a levantarte.

¿Es NaviLens sostenible financieramente?

El modelo de negocio siempre se ha basado en que los ingresos se generen a través de la señalización y que pague el gestor del espacio que lo quiere hacer accesible, nunca los usuarios finales de la aplicación.

Nunca quisimos que el usuario pagara ya que nuestro fin es ayudarle. Todo lo que hemos lanzado especifico para el usuario lo hemos hecho de forma gratuita. Hemos proporcionado, kits de etiquetas NaviLens para identificar la ropa (colores, instrucción de lavado…), o los botes en una despensa, los tuppers de comida, o para orientar otros invidentes cuando vienen a su casa y kits gratuitos para escuelas.

Como empresa hemos llegado a la rentabilidad, pero todavía estamos invirtiendo mucho en innovación y en propiedad intelectual o certificación de calidad, para que cuando llegue la internacionalización que queremos llevar a cabo seamos muy sólidos.

¿Os consideráis una empresa social?

Al principio no tanto, cuando vas viendo el reconocimiento y ganando premios, y como se mueve el mercado hacia el emprendimiento social, te vas dando cuenta que lo eres.

¿El emprendedor social se hace o se nace?

Las dos cosas, nace y se hace, al final va en tu forma de ser. Con el espíritu emprendedor se nace y se va formando y mejorando a lo largo de los años; y una persona que tiene inquietud de ayudar a los demás, nace con ella y se va fortaleciendo.

¿Qué consejo les darías a los emprendedores sociales que empiezan?

Que persigan siempre sus metas, que luchen por lo que creen y por lo que quieren hacer. La perseverancia, el esfuerzo y capacidad de sacrificio siempre tienen su recompensa; si quieres hacer algo lo vas a conseguir.

Eso sí, el mercado es ultramegacompetitivo y se necesita mucha formación, se necesita caerse y levantarse, se necesita tiempo, no rendirse, que al final se consigue y, sobre todo, soñar.

¿Mayor virtud?

Cuando realmente creo en algo y quiero algo no paro hasta conseguirlo. No me detiene nada.

¿Mayor defecto?

Yo misma, a veces me falta confianza en mí para llevar a cabo determinadas cosas.

¿Qué huella queréis dejar en el mundo?

Somos muy ambiciosos, siempre hemos querido que NaviLens sea el próximo QR. Que sustituya al actual y sea el nuevo estándar en señalética. Y creemos que tiene capacidad para ello.

<p>NaviLens, en el tranvía de Murcia.</p>

NaviLens, en el tranvía de Murcia.

¿Qué haréis cuando vuestra señalética esté implantada en todo el mundo?

Seguir luchando y trabajando. Seguir mejorando la tecnología. Estoy segura que dentro de poco iremos incorporando mejoras brutales y consiguiendo cambios muy positivos dentro de la ayuda que queremos hacer para las personas con dificultades visuales.

¿Qué mensaje les darías a nuestros lectores?

A las asociaciones que sigan trabajando como lo hacen. Me quito el sombrero de ver cómo luchan por sus colectivos.

A las empresas grandes que, por favor, inviertan, que toda esa inversión les va a venir de vuelta. Ya se están dando cuenta los inversores de que hay que invertir más allá de lo que es el retorno económico y que, al final, viene siempre devuelto en positivo.

Y a los emprendedores que sueñen, que sigan soñando y trabajando, y que al final todo tiene recompensa.

NaviLens ha tenido la suerte de ser seleccionada entre más de 200 empresas a participar en el programa de Residency de Google For Startups enfocado en ofrecer apoyo de mentorías y aceleración a startups de innovación tecnológica en fase de crecimiento, a través de una comunidad colaborativa de profesionales.

Programa cuyo objetivo desde su fundación, según Sofía Benjumea, directora de Google for Startups EMEA, “ha sido apoyar, mediante programas e iniciativas, a las personas que componen el tejido emprendedor de un país de modo que puedan lanzar y hacer crecer su negocio independientemente de su raza, género, procedencia o condición social”.

“Queremos consolidar un robusto, inclusivo y diverso ecosistema emprendedor en nuestro país y por este motivo, para nosotras, es muy importante que las empresas de nuestra comunidad, gracias al uso de la tecnología como herramienta vehicular, aporten un valor añadido a la sociedad. El caso de NaviLens es un claro ejemplo de cómo las startups usan las herramientas digitales para resolver problemas reales”.

¿Qué os ha aportado poder participar en el programa de Google?

Nos ha dado una visión muy rica y, sobre todo, enseñanzas muy interesantes al haber podido empaparnos de esa cultura de Google, así como el poder relacionarnos con empresas con problemática parecida que se enfrentan todos los días a los mismos baches.

Además, nos ha pillado en la coyuntura de la pandemia que nos ha permitido apoyarnos y aprender unos de otros. El coaching y podernos impregnar de la cultura de Google ha sido una oportunidad extraordinaria.

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