Web 2.0, ¿un invento más?

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HAZ10 junio 2010

El principal problema de la Web 2.0 es verla como un instrumento más, un simple mecanismo que nos permite llegar a más gente en menos tiempo. Algo de eso hay, no se necesita más que ver las cifras de las principales herramientas para darse cuenta del crecimiento espectacular que se ha producido en los últimos años.

Recordemos algunos datos: número de usuarios de Facebook: 350 millones de personas; número de tweets al día: cuatro millones; número de personas que leen blogs: 346 millones; número de vídeos de YouTube vistos diariamente: 100 millones; número de visitantes de Wikipedia el pasado año: 684 millones. Y las cifras no paran de crecer, pero quedarse sólo en los números tiene el peligro de impedirnos ver el cambio más radical.

EL ENTORNO DE LA WEB 2.0 Y SUS APLICACIONES (blogs, wikis, redes sociales, etc.), en realidad, han modificado nuestra manera de comunicarnos, que es tanto como decir nuestra manera de trabajar y de pensar. Consideremos el reciente comunicado de Accenture. La multinacional de la consultoría anunció su intención de contratar este año a 50.000 nuevos titulados.

¿Dónde piensa ir a buscarlos? El sistema tradicional de acudir a las universidades o apoyarse en empresas de selección ha quedado ya desfasado. Según John Campagnino, responsable global de contratación de la firma, el 40% de las búsquedas se realizarán a través de Linkedin, la red social de profesionales que ya cuenta con más de 60 millones de usuarios activos.

PUES BIEN, ESE CAMBIO ES AÚN MÁS PRONUNCIADO EN EL SECTOR DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES POR VARIAS RAZONES. La mayoría de las organizaciones no lucrativas prestan servicios a beneficiarios pagados por donantes. Las ONG, fundaciones, asociaciones hacen de intermediarios entre el donante y el beneficiario del servicio. El donante confía en que la organización altruista prestará ese servicio, destinará los recursos a la causa elegida por él. La organización altruista responde a esa confianza informando anualmente al donante del destino y resultado de los fondos. Así, la Web 2.0 permite acortar esa distancia entre beneficiario y donante hasta limites insospechados hasta entonces.

Pero no sólo permite acortar las distancias y los costes de información, sino también segmentar las campañas de recaudación a los grupos que más interesan. Es más, las redes sociales están impulsando la creación de grupos de personas vinculadas por el apoyo a una causa común.

OTRAS INICIATIVAS QUE ESTÁN CRECIENDO RÁPIDAMENTE SON LAS REDES DE PROFESIONALES que colaboran compartiendo sus conocimientos, como WeAreMedia, una wiki creada por expertos en nuevas tecnologías que han puesto sus talentos a disposición de las ONG para ayudarlas en el uso de las redes sociales. La naturaleza de las organizaciones no lucrativas basadas en la captación de donaciones y en canalizar la acción desinteresada de muchas personas sintoniza al cien por cien con el fenómeno de las redes sociales y las wikis, a través de las cuales millones de personas se ayudan y colaboran desinteresadamente. Basta comprobar la reacción de las redes sociales tras el terremoto de Haití para darse cuenta del enorme potencial que tienen.

Nunca hasta la fecha las organizaciones humanitarias habían recaudado tanto dinero, y gran parte del éxito se debe a Twitter y Facebook. Pero no sólo dinero, a través de las redes se transmitió información sobre la situación real de la capital, los supervivientes, las necesidades más acuciantes, se ofreció ayuda técnica…

EL FENÓMENO DE LA WEB 2.0 NO HA HECHO MÁS QUE COMENZAR, aunque es muy difícil de seguir en parte debido al número de iniciativas que surgen cada día. Los grupos en Linkedin y Facebook relacionados con el impulso a causas sociales no paran de crecer, así como el de redes sociales específicas relacionadas con estos temas.

Sin embargo, el gran reto para las organizaciones sociales no consiste en darse cuenta del auge de este fenómeno, todas son conscientes del nuevo contexto y de las posibilidades que ofrece. El reto reside en saber diseñar una estrategia eficaz en un escenario en el que resuena millones de voces al mismo tiempo y no es sencillo hacerse oír. Las ONG, fundaciones y asociaciones necesitan pensar estratégicamente, algo a lo que no están acostumbradas y, además, necesitan hacerlo rápido porque las reglas de juego han cambiado radicalmente.

Ante ellas tienen una oportunidad que no pueden desaprovechar. Desde Revista Haz vamos a seguir muy de cerca la evolución de la Web 2.0 con el fin de informarles puntualmente. Y tú, ¿Cómo te comportas en la red? Deja tus comentarios y vota en la encuesta. Comienza la web 2.0.

Pueden contar con ello.

POR JAVIER MARTÍN CAVANNA