A propósito de la memoria de Inditex

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HAZ10 noviembre 2012

Pocas empresas gozan de la reputación y el prestigio de Inditex tanto en España como fuera. En estos momentos de crisis económica se cuentan con los dedos de una mano las empresas que siguen creciendo (las ventas se incrementaron un 10% durante el 2011 y el beneficio un 12% en el mismo periodo) y generando empleo (9.374 empleados se incorporaron en el 2011). Esa es la principal responsabilidad de una compañía y por eso el grupo de Arteixo merece todos los parabienes.

Pero Inditex no solo genera empleo, sino que cuenta con un modelo empresarial en continuo crecimiento referente en todo el mundo: 5.527 tiendas en 84 mercados y cinco continentes. Si a lo anterior se añade el esfuerzo que ha venido haciendo estos últimos diez años impulsando políticas innovadoras en temas medioambientales (250.000 análisis de productos y 483 tiendas ecoeficientes), en el control de su cadena de proveedores (2.300 auditorías a sus cerca de 1.300 proveedores) y su inversión en proyectos sociales (con un total de 13 millones de euros en el 2011), son muchas las razones para felicitar a la empresa gallega.

Parte de esos esfuerzos se detallan en su Memoria Anual 2011, que presentan como un «informe integrado de su desempeño, social y medioambiental con el fin de alcanzar la máxima transparencia en su relación con todos sus grupos de interés». No hay duda de que la memoria contiene una información muy rica y extensa, pero el texto está todavía muy alejado de un informe integrado y la transparencia no se extiende por igual a todas las áreas de la empresa, aunque el balance general sea muy positivo.

La elaboración de la memoria sigue respondiendo a la estructura tradicional de «triple resultado». Las áreas económica, social y medioambiental siguen siendo todavía compartimentos muy estancos y poco integrados. El área más débil, con gran diferencia, es la relativa al personal.

Dentro de esta sección resulta llamativa la escasa información sobre las cuestiones de género. Teniendo en cuenta que el 80% de la plantilla de la compañía son mujeres, cuestiones como la conciliación, los permisos de maternidad, la equidad y no discriminación en salarios y puestos de dirección merecerían mucha más atención.

Lamentablemente, en este capítulo todo el esfuerzo que la empresa hace en otras áreas para identificar indicadores y ofrecer cifras objetivas está ausente. La compañía se limita a declaraciones retóricas («Inditex trabaja constantemente para profundizar en todos los aspectos de la conciliación familiar y laboral, como la protección de la trabajadora durante el embarazo y la lactancia, la prevención de riesgos laborales durante la gestación y la compatibilización de la jornada de trabajo con el cuidado de los hijos de corta edad…»), o a proporcionar información accesoria, como la firma del Proyecto Equal Diversidad Activa, pero sin ofrecer ninguna cifra objetiva de resultados.

Por otra parte, llama la atención la valoración tan positiva de la memoria en relación con los criterios del GRI, cuando esta organización ha elaborado una guía específica sobre las cuestiones de género en los informes de sostenibilidad (Incluyendo las cuestiones de género en los Informes de Sostenibilidad. Una Guía para profesionales; GRI e IFC, 2012).

Entre las recomendaciones de esa guía se enuncian un conjunto de materias sobre las que la empresa debería informar: descripción del plan y de la política de igualdad de género, clasificación por género de la dirección de la organización, número y porcentaje de cargos gerenciales por género, proporción de remuneración de todos los empleados por categoría y género, tasas de utilización de planes de trabajo flexible por género, tasas de retorno de licencia maternidad/ paternidad por género, porcentaje de promoción en las categorías funcionales por género, porcentaje de proveedores que tienen políticas de igualdad de género, etc.

Inditex no ofrece información sobre ninguno de los aspectos anteriores. Es de esperar que en próximos informes el grupo corrija esta situación. El 80% de sus empleados se merece ese esfuerzo.

Comentarios

  1. Eso para las trabajadoras en España, y que pasa con los trabajadores que producen sus productos? tenemos datos que confirmen que se hacen en condiciones justas? estan pagando salarios justos? estan pagando los costes externalizados de producir y contaminar?

  2. Gema, en ese área Inditex ha hecho muchos progresos; su programa de auditoria de talleres externos es un modelo; tendrá aspectos mejorables, pero va muy por delante del resto de las empresas textiles; que Inditex tenga cosas que mejorar no significa que todo lo haga mal.

  3. Creo que lo más relevante de la memoria es lo que destacáis al final.
    Inditex es una empresa muy opaca (trabajé 7 años allí), y tremendamente masculinazada. Las mujeres no están ni minimamente representadas en los organos de decision,y en cuanto el ejercicio de los derechos, puedo deciros que hasta 2004, no se produjo la primera petición de una mujer directiva ( responsable de un area en la central de Arteixo)para reduccion de jornada, cuando en la Central, en diseño, merchandising (allí le llaman producto) habrá más de 1.000 mujeres.
    ¿Por que no lo comprobáis? Creo que a esta firma se le perdona todo por la «riqueza» que crea y la «humildad» de su dueño.