La web del Senado y los costes de la transparencia
El lanzamiento de la nueva web del Senado ha recibido numerosas críticas por su elevado coste: 437.691 euros. La donación de 20 millones de euros a Cáritas de Amancio Ortega tampoco estuvo exenta de críticas. A ciertas personas no les gustó la institución beneficiaria, a algunos les pareció muy exigua la cantidad, comparada con la fortuna del donante, otros, por el contrario, la estimaron excesiva, y, por último, hay quien “adivinó” en el gesto del empresario gallego una intención escondida por lavar su imagen. El filósofo Julián Marías recordaba “que no se debe intentar contentar a los que no se van a contentar” y, en mi opinión, los dos ejemplos anteriores entran de lleno en esta sabia advertencia.
El nuevo portal de la Cámara Baja es un acierto. Contiene una información sobre contenidos relevantes, accesibles, visibles y actualizados. Cualquier ciudadano puede ahora conocer con detalle la agenda parlamentaria diaria y tener acceso a las actas, las preguntas, las interpelaciones, las mociones, los proyectos, las proposiciones de ley, los dictámenes de comisiones, etc. Puede bajarse los documentos, los vídeos con las intervenciones, consultar las votaciones, el diario de sesiones y las publicaciones oficiales.
Puede saber quién forma parte de las diferentes comisiones, cuál es su estructura, su composición, sus competencias y la actividad. Se proporciona información sobre cada uno de los senadores, su perfil profesional, estatuto y funciones.
La información económica, probablemente la más sensible, también es muy completa incluyendo las retribuciones económicas de los senadores, las dietas, el transporte, las indemnizaciones, complementos de pensión, ayudas e indemnizaciones. También está accesible la declaración de actividades y bienes de todos los senadores. Por último, en una pestaña destacada de la página central se ofrece información sobre las Relaciones con los ciudadanos.
¿Es mejorable la información y estructura del portal? Por supuesto, pero la actual supone un gran salto de calidad. ¿Resulta excesivo el coste de la web? Es posible, pero en la Fundación Haz preferimos que no se ahorren gastos para impulsar la transparencia, pues el coste de la opacidad será siempre inconmensurable.
Discrepo con su artículo.
Si bien se ha de impulsar la transparencia… eso de «no ahorrar gastos para impulsarla» me parece excesivo. Y en este caso en el que posiblemente se haya triplicado el coste del producto… me parece un derroche inexcusable.
Estoy de acuerdo con la primera parte en la que aboga por la claridad, la transparencia, la accesibilidad de la información relativa a la camara y a los senadores. Pero… gastarse más de 400.000€ en ello… es desproporcionado y viendo el resultado, incluso excesivo.