Religión e ideología: frenos al desarrollo
Durante una veintena de años el telón de acero se extendió como una mancha de aceite por los países recientemente independizados de África, dictadores de izquierdas y derechas se enriquecieron a costa de sus ciudadanos con el beneplácito de las potencias coloniales o de la extinta Unión Soviética.
Las llamadas guerras de liberación sembraron de cadáveres las jóvenes naciones africanas, pero los muertos por las hambrunas derivadas de las guerras igualaron e incluso superaron a los caídos en los diversos conflictos.
Ahora, los países de África se enfrentan a una nueva forma de violencia, la derivada de una aplicación brutal de la religión como forma de socializar a la población.
Los países históricamente de mayoría musulmana se enfrentan a la necesidad de conciliar la práctica de una religión tan antigua y respetada con los derechos propuestos por la carta de las Naciones Unidas, sobre todo lo relativo a la igualdad de las mujeres y los hombres.
¿Podrán conciliar la religión con la libertad; el desarrollo con la obediencia que exige el islam? No es evidente.