Sobre crowdlending, regulación e incentivos

La consolidación del crowdlending como alternativa de inversión y financiación para empresas y particulares avanza a pasos agigantados. Lending Club, plataforma americana que ha salido recientemente a bolsa, ha superado los 6.000 millones de euros en préstamos financiados. Sin embargo, la plataforma más grande del mundo está en China, Creditease, y ya ha financiado cerca de 8.000 millones de euros cuando en 2012 había financiado 20 millones.

El desarrollo del sector en España aún no es tan espectacular, pero la inminente regulación del sector puede suponer, como ya ha pasado en otros países, un espaldarazo importante para su aceleración y consolidación.

Regulación del crowdlending

Desde que se publicara el primer borrador de anteproyecto de ley para la regulación de las plataformas de crowdlending hasta llegar al documento actual, que ha sido discutido recientemente en el Senado, han cambiado muchas cosas, la mayoría para bien.

Los aspectos más destacables son:

• El reconocimiento de que la inversión a través del crowdlending es atractiva tanto para inversores minoristas como profesionales, como sucede en otros países. Por ejemplo, en Estados Unidos el 50% de los fondos prestados proceden ya de fondos de inversión.

• La supervisión de CNMV y Banco de España debería contribuir a asegurar la profesionalidad del sector.

• El establecimiento de requisitos que deberían asegurar la profesionalidad de las plataformas (capital social mínimo, auditoría, información sobre el comportamiento de los préstamos, etc.)

• El establecimiento de límites para inversores minoristas de 10.000 euros anuales que, a pesar de no haberse implementado en otros países, puede ser aceptable inicialmente, pero que una vez el sector se consolide, debería ser revisada.

• La creación de la figura del inversor acreditado (con ingresos de más de 50.000 euros anuales o con un patrimonio financiero de más de 100.000 euros), que podrá invertir sin límites. Las pymes y personas jurídicas que lo soliciten, sin cumplir la condición anterior, podrán ser tratados como inversores acreditados.

¿Incentivos fiscales para el crowdlending?

El paso lógico una vez regulado el sector es considerar las herramientas disponibles para acelerar su crecimiento y consolidarlo como una alternativa de financiación e inversión no bancaria.

Al igual que está sucediendo con mercados como el MAB o el MARF, el apoyo institucional es importante, pero no es lo único que se puede hacer.

Estos dos ejemplos de posibles iniciativas (no necesariamente fiscales) que se desarrollan en el Reino Unido lo demuestran:

1. Canalizar financiación pública (por ejemplo: ICO) a través de las plataformas de crowdlending co-invirtiendo con el resto de inversores creando un canal de financiación directo hacia las pymes e independiente de los bancos.
2. Desgravar las inversiones realizadas a través de las plataformas del mismo modo que se aplica (o se ha aplicado) en casos como los planes de pensiones, planes de ahorro o dividendos. En el Reino Unido está actualmente en fase de implementación.

La explicación del éxito de este modelo de inversión tiene varias vertientes, aunque todas reposan sobre un factor común: el retorno de las inversiones realizadas a través del crowdlending es atractivo en comparación con alternativas de inversión como los depósitos, la renta fija o la renta variable.

Con rentabilidades netas entre el 4 y el 8%, este nuevo tipo de activo atrae el interés de inversores individuales y profesionales. Sin embargo, no hay rentabilidad sin riesgos y el riesgo en el crowdlending se llama morosidad. De lo que se trata es de identificar y gestionar adecuadamente los riesgos.

Por otro lado, no se financian empresas de reciente creación sino empresas ya consolidadas, con beneficios y con acceso a la financiación bancaria. El crowdlending no es el último recurso para empresas con problemas sino una fuente de financiación complementaria para empresas solventes. Antes de ser presentadas a los inversores, las empresas son estudiadas por analistas de riesgos que, en el caso de Arboribus, cuentan con más de 20 años de experiencia.

A diferencia de muchas otras alternativas de inversión, el crowdlending permite un control y transparencia total por parte del inversor. El inversor es el que decide en qué y cómo se invierte su dinero, ya sea decidiendo sobre cada inversión de forma individual o estableciendo sus criterios de inversión. Son muchas las plataformas que facilitan el nombre de las empresas (incluso sus cuentas anuales) y que facilitan estadísticas sobre el comportamiento de los préstamos y de su morosidad.

Una de las ventajas del crowdlending es que la diversificación no tiene coste y habitualmente no hay inversiones mínimas por préstamo. Una inversión de 10.000 euros se podría repartir en 500 préstamos de 20 euros de forma que, en caso de que hubiera algunos préstamos impagados, el impacto de la morosidad en la rentabilidad global del conjunto de préstamos se reduciría.

Tal y como está sucediendo en países como Estados Unidos, Reino Unido u otros países europeos, el crowdlending puede ser una alternativa real de financiación para las pymes y una inversión atractiva para muchos inversores y ahorradores. Las autoridades españolas han hecho un primer paso para establecer un marco regulatorio aceptable, esperemos que no se queden aquí.

Por Carles Escolano, director de Arboribus
@Carlesescolano
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