Un tiempo sabático para ayudar

HAZ2 septiembre 2005

La tensión generada por el trabajo continuo puede suponer un descenso en la productividad de los trabajadores. Con el fin de reducir este efecto, las empresas están comenzado ha implementar medidas de flexibilidad horaria, entre las que destaca, debido a su carácter innovador y eficacia, la posibilidad de obtener un tiempo sabático.

Sin embargo, el período sabático puede tener más utilidades en la relación entre empresa y sociedad. No sólo es un instrumento novedoso como medida de flexibilidad, también puede convertirse en una herramienta de acción social si las empresas facilitan que este tiempo «libre» se use con fines solidarios.

A pesar de la poca experiencia que tenemos en España en estas prácticas, en otras zonas, como Estados Unidos y Norte de Europa, están muy asentadas. Este es el caso de la VSO (Voluntary Service Overseas), organización internacional fundada en 1959 y dedicada a la cooperación al desarrollo que funciona a través de voluntarios.

En 1999, esta organización inició el programa VSO Business Partnerships por el que empleados de importantes compañías colaboradoras con la organización podrían aportar sus conocimientos especializados por medio del voluntariado.

La experiencia en gestión y negocios de los trabajadores de grandes empresas como Accenture, Shell, SAP, PricewaterhouseCoopers y Randstad ha resultado una aportación sustancial a la eficiencia de estos proyectos que se desarrollan en diversas zonas de África, Asia y Europa del Este. Además, estas empresas y la organización colaboran, por medio de este sistema, en la consecución de dos objetivos complementarios: luchar contra la pobreza y lograr la excelencia empresarial a nivel internacional.

Ya que se trata de voluntariado especializado, los empleados que quieran optar a este sistema durante su período sabático tienen que cumplir una serie de requisitos que señala la VSO: cualificación académica o profesional en gestión o negocios, dos años de experiencia en los ámbitos solicitados, etc.

Los períodos de servicio voluntario suelen extenderse durante dos años, pero la VSO se encarga de adaptar esta extensión de tiempo a las necesidades de la empresa y del empleado. Por su lado, la compañía apoya al trabajador, ya que le asegura que mantendrá su puesto y le proporciona una parte del salario. De esta manera, el empleado puede colaborar añadiendo su experiencia y conocimientos a los diferentes proyectos que se suelen realizar.

POR QUÉ OFRECER AÑOS SABÁTICOS Y VOLUNTARIADO. Hay muchos ejemplos de proyectos que la VSO ha llevado a cabo junto a las empresas colaboradoras.

En todos los casos ha quedado patente lo beneficiosa que es esta práctica para las compañías, los empleados y los beneficiarios de la ayuda; tal como reflejan los datos de un estudio realizado por la VSO con Accenture y Shell.

En primer lugar, hay que considerar a las empresas, ya que éstas encuentran muchas ventajas al poner en funcionamiento esta práctica. Por un lado, los empleados tienen que alcanzar sus objetivos con menos recursos y facilidades, lo que conlleva un aumento de sus facultades de trabajo como, por ejemplo, la posibilidad de superar problemas y la capacidad de liderazgo y de negociación. Por otro, la compañía se hace más atractiva a la hora de atraer y retener talentos.

Esto se debe a que, cada vez más a menudo, los jóvenes valoran, no sólo un buen sueldo, sino los beneficios que se obtienen al trabajar con una empresa comprometida. Además, apoyar a los empleados para que hagan voluntariado es una forma de mejorar la efectividad de la empresa a largo plazo, porque estos estarán más comprometidos con su propio trabajo y serán más capaces de negociar y establecer acuerdos con personas provenientes de otras culturas por su experiencia de voluntariado en el extranjero.

Por último, la empresa puede, por medio de esa actitud responsable, generar una imagen positiva de cara a la sociedad en general.

También los empleados se benefician de la posibilidad de disponer de un año sabático y poder dedicarlo a causas sociales. De una parte, disfrutan de un tiempo de descanso para plantearse su situación y, de esta forma, pueden regresar teniendo claro lo que quieren hacer y más comprometidos con su trabajo.

Asimismo, estos períodos pueden ser una buena manera de satisfacer inquietudes personales de colaboración social. Pero, también, sus facultades profesionales experimentan un gran desarrollo: su efectividad personal que incluye la capacidad de adaptación, comunicación, colaboración, creatividad e influencia; su eficiencia en la gestión en cuanto a la toma de decisiones, liderazgo y experiencia; y, en lo que se refiere a su capacidad de negocio, se enfoca más al cliente, aumenta su percepción ante posibles amenazas y adquiere nuevos conocimientos técnicos.

Las ventajas son múltiples para los receptores de la ayuda, pues, en términos generales, tienen la posibilidad de obtener una serie de conocimientos profesionales. Estos, a su vez, pueden ser una base sobre la que impulsar su propio desarrollo.

EMPRESAS PRECURSORAS DE ESTA HERRAMIENTA. Una de las empresas más comprometidas con la posibilidad de disponer de un período sabático para dedicarlo a voluntariado es Xerox. En 1971, inició un proyecto denominado Social Service Leave para que sus empleados pudieran colaborar con la comunidad en la que interactuaban.

Xerox ofrece a sus empleados entre tres meses y un año de tiempo sabático pagado para participar en proyectos que ellos mismos diseñan y eligen, como ayudar a presos reinsertados a buscar trabajo, construir clases para niños con discapacidad mental, apoyar a personas con adicción a las drogas, acondicionar espacios para gente sin hogar, etc.

Para participar con la Social Service Leave, el empleado sólo debe solicitarlo y cumplir una serie de requisitos: debe llevar, al menos, tres años trabajando con la compañía; el proyecto debe estar dirigido por una organización no lucrativa; no se admiten solicitudes para ampliar estudios o para prestar ayuda a grupos políticos, religiosos; y el empleado debe pagar los gastos relacionados con el proyecto.

El compromiso de Xerox con la sociedad y, sobre todo, con la comunidad en la que trabaja hace posible que 15 empleados, aproximadamente, participen cada año en proyectos para mejorar la situación de muchas personas.

Citizens Bank es otro de los casos de empresas que han confiado en el sistema de los años sabáticos dedicados a servicio de voluntariado por medio del programa The Citizens Community Service Sabbatical.

Este proyecto, creado por el banco norteamericano, ofrece la posibilidad a cuatro trabajadores cada año de realizar voluntariado; pero estos deben de haber trabajado, hasta el momento de la concesión del período sabático, tres o más años con la compañía.

Los seleccionados participan a tiempo completo con una agencia de servicio social que les supervisa. A su regreso se les invita a compartir su experiencia con otros compañeros y se les asegura que mantendrán el mismo puesto de trabajo y salario.

Otro ejemplo destacado es el de Timberland Company que en 2001 creó el Service Sabbatical para que empleados, que llevaran tres años con la compañía, pudieran destinar seis meses sabáticos a colaborar con ONGs, colegios y organizaciones de la comunidad.

Uno de los ejemplos más destacados es el de un empleado de Timberland que realizó seis meses de voluntariado en un orfanato peruano en el año 2003. Durante ese tiempo ayudó a crear un servicio dental para los niños y familias del lugar, llevó a cabo un nuevo sistema informático y una librería para el orfanato, estableció un centro de aprendizaje para gente local y coordinó un proyecto para que especialistas de los Estados Unidos realizaran visitas médicas en la zona.

Por su parte, el Charter One Bank ha desarrollado el programa Community Service Sabbatical que ofrece a sus empleados la opción de disponer de tres meses de tiempo libre pagado para colaborar con causas sociales. Este proyecto se corresponde con el credo de la empresa que se basa en tres pilares: «trata al cliente como te gustaría que te tratasen todo el tiempo»; con respecto a los compañeros, «haz lo que sea para que nuestra compañía sea el mejor lugar del mundo para trabajar»; y, «muestra que te preocupas profundamente por la comunidad».

EL CASO ESPAÑOL. El desarrollo de la práctica de los años sabáticos, en España, se limita a una medida de flexibilidad para conciliar la vida personal y familiar del empleado con la laboral. Además, ese tiempo suele dedicarse a realizar actividades que, por motivos de trabajo, no han podido realizar antes, tales como: llevar a cabo un curso, viajar, brindar tiempo a la familia y al hogar, etc. Pero, en pocas ocasiones se hacen servicios de voluntariado.

Esto se debe a que es algo desconocido para la mayoría de trabajadores y poco organizado, por el momento.

Además, el período sabático está presente en muy pocas empresas españolas. Esta situación se ve reflejada en la encuesta Europe Business Monitor de 2004 publicada cada año por UPS.

En ella se muestra, en términos generales, que un 25% de las compañías de la Unión Europea desarrollan programas de período sabático para sus empleados; aunque este porcentaje se está incrementando. Pero, esta tendencia se observa, sobre todo, en los países nórdicos. Así, por ejemplo, en Bélgica o Francia, los años sabáticos son una práctica común y aceptada en el 47% y 55% de empresas respectivamente.

Sin embargo, esta herramienta está presente, en España, en tan sólo un 4% de éstas.

IBM es una de las empresas destacadas en España por su esfuerzo en impulsar los períodos sabáticos. De hecho, debido al desarrollo de esta herramienta, ha sido merecedora de uno de los II Premios a la Empresa Flexible que organiza la consultora CVA (Comunicación de Valor Añadido) y apoya la Comunidad de Madrid.

El programa que propone IBM consiste en la posibilidad entre sus empleados, con más de un año de antigüedad de contrato, de disponer de un año sabático en el que recibirán un 25% de su salario anual y la garantía de volver a su puesto de trabajo al finalizar el período.

Además, las coberturas de riesgo -viudedad, orfandad e invalidez se mantienen al 100 por ciento, al igual que el seguro de vida y los planes de opciones sobre acciones. Por otro lado, ese tiempo puede ampliarse a dieciocho meses en caso de que sea necesario y los empleados pueden trabajar para otra compañía, con la condición de que no sea de la competencia.

Se trata de un proyecto al que se acogen los trabajadores voluntariamente y que está no sólo al alcance de los 5.000 empleados españoles, sino también al de los del resto de Europa, África y Oriente Medio.

Otro caso de empresa que ha buscado conciliar la vida personal y familiar de sus empleados con la profesional es el de Caja Madrid. Además de la estabilidad de empleo y de acercar el puesto de trabajo al hogar, destaca su política de períodos sabáticos, que se extienden durante seis meses cada cuatro años en caso de que lo solicite el empleado.

Cada vez son más las compañías que se suman a la apuesta por la política de años sabáticos, en España. Como puede ser el ejemplo de la Red Eléctrica Española que ha iniciado un programa parecido al del tiempo sabático. Éste consiste en la posible ampliación a ocho meses del período de excedencia para el cuidado de los hijos.

Pero, todavía hay muchas empresas españolas que se muestran reticentes a poner en marcha programas de este tipo y aún parece más lejano que se esfuercen en combinarlas con voluntariado social. Esto se debe a que es necesaria una gran inversión en tiempo y dinero para sacar adelante estos proyectos. Sin embargo, hay que considerarlo como una inversión que, a largo plazo, pretende crear una cultura de confianza y comunicación entre compañía, empleados y sociedad que beneficie a todos.

Por María Cabrera

Diez pasos a dar para que los períodos sabáticos funcionen

1. Ponerlos sólo al alcance de los empleados más eficientes.

2. Restringir la elección a altos ejecutivos de la compañía.

3. Limitar la posibilidad de ser elegido a empleados que lleven con la compañía, al menos, cinco años.

4. Probarlo en un número limitado de empleados.

5. Respetar el derecho de cancelar el programa en cualquier momento (con previo aviso).

6. Estudiar cuidadosamente los resultados del programa piloto antes de decidir si mantenerlo o extenderlo.

7. Permitir a los empleados el tiempo necesario para que puedan obtener el resultado deseado.

8. Ofrecer seminarios sobre cómo aprovechar al máximo los períodos sabáticos.

9. Leer todo lo que se pueda encontrar sobre años sabáticos, consultar a expertos y examinar casos concretos.

10. Asegurar que se cuenta con personas para sustituir a los que van a tener un período sabático, manteniéndoles sus empleos.

Profesionales para el desarrollo

Ricardo Barbero lleva 15 años trbajando en Carrefour y actualmente se dedica al control de gestión de hipermercados.

Es un hombre apacible, de 48 años, casado y con una hija. Aparentemente no es el perfil de un cooperante.

Sin embargo, desde hace unas semanas lo es o, más bien, lo ha sido gracias a su participación en el programa de voluntariado Profesionales para el Desarrollo.

Como hemos visto en España hay algunos ejemplos de período sabático concedido por las empresas pero pocos programas que faciliten a los profesionales de las compañías colaborar en tareas sociales. Uno de los escasos ejemplos que podemos encontrar es este programa de voluntariado organizado por Fundación Codespa, en el que participa desde hace cuatro años la empresa de distribución Carrefour.

Profesionales para el Desarrollo consiste en el envío de trabajadores españoles a alguno de los 87 proyectos de desarrollo que Codespa tiene en funcionamiento fuera de nuestro país para que asesoren a los beneficiarios con sus conocimientos profesionales. Los voluntarios son seleccionados en base a su currículum y motivaciones personales.

Los voluntarios viajan en sus vacaciones y la empresa corre con los gastos de transporte y manutención.

Así, el programa requiere el compromiso de la empresa para financiar y promover esta experiencia entre sus empleados.

De esta manera, Profesionales para el Desarrollo supera el concepto de voluntariado a nivel individual y lo integra dentro de las actividades de la empresa como un servicio que ésta ofrece a sus empleados.

Ricardo es uno de los 12 trabajadores de Carrefour que han vivido esta experiencia. Durante tres semanas ha colaborado con una pequeña empresa de chocolates creada para mejorar los ingresos de los campesinos del pueblo andino de Salinas, Ecuador. «Allí te tratan como si fueras un galáctico. Tienes que tener la cabeza muy bien puesta o te crees David Beckhan. Porque te consideran un fuera de serie», afirma Ricardo cuando recuerda como le recibieron en Salinas.

Su trabajo en esta empresa consistió en ayudar a sus administradores a establecer un control de los precios e identificar con qué productos ganan dinero y con cuáles no.

«Estimaban los precios de una forma muy intuitiva y se sorprendieron al saber que algunos de sus productos no daban dinero» cuenta Ricardo, que en su puesto ha hecho muchas veces el trabajo que ha llevado a cabo en Salinas, con la diferencia de que allí sus lecciones han sido una revolución para los gestores de la chocolatería. «Elsia era la gestora de la empresa y hubo días que se levantó a las 4 de la mañana para hacer su trabajo y poder sacar tiempo para aprender más de mí. Es impresionante.».

Un caso semejante es el de José María Luque.

José María en Madrid dirige a un equipo de 80 personas como responsable de contabilidad en los servicios generales de Carrefour. Su experiencia en el campo de la contabilidad y la administración le convirtieron en uno de los candidatos elegidos por Codespa para ayudar a la comercializadora de Quito, Maquita Cushunchic.

«Yo me apunté al programa por tener la experiencia de compartir con la gente de allí. Compartir mis conocimientos con otros profesionales y ver como se hacen las cosas en otros sitios», nos cuenta José María para explicarnos porque se ha decidido este verano a renunciar a tres semanas de sus vacaciones para trabajar doce horas.

Porque la jornada del equipo de voluntarios del que formaba parte este profesional de Carrefour se dedicaba doce horas al día a asesorar a los gestores de esta comercializadora en la elaboración de presupuestos, informes de gestión, análisis de costes por productos, por tienda… una tarea que ha sido recibida con mucha gratitud por los responsables de esta comercializadora, dedicada a llevar al mercado la producción de las cooperativas campesinas a un precio justo para el productor y asequible al consumidor.