BBC: Informar sin renunciar a los principios

HAZ9 abril 2010

Parece que calidad y principios no pueden ir de la mano de altos niveles de audiencia. Sin embargo, la BBC es un claro ejemplo de cómo elaborar buenos contenidos atendiendo a unos valores y directrices editoriales que marcan su forma de concebir la información y el entretenimiento, ser líderes en el Reino Unido y contar con miles de seguidores en todo el mundo. Entretener, educar e informar con transparencia e independencia son, desde su origen, los pilares de funcionamiento de la cadena. Pilares que después han servido de modelo a otras muchas compañías de televisión de servicio público en el mundo.

Parece que calidad y principios no pueden ir de la mano de altos niveles de audiencia. Sin embargo, la BBC es un claro ejemplo de cómo elaborar buenos contenidos atendiendo a unos valores y directrices editoriales que marcan su forma de concebir la información y el entretenimiento, ser líderes en el Reino Unido y contar con miles de seguidores en todo el mundo. Entretener, educar e informar con transparencia e independencia son, desde su origen, los pilares de funcionamiento de la cadena. Pilares que después han servido de modelo a otras muchas compañías de televisión de servicio público en el mundo.

Cuando hablamos de responsabilidad corporativa y televisión siempre nos chocamos con el muro de las audiencias. Parece que una televisión con valores no atrae al público. En este punto se presenta la BBC como un ejemplo de un modo de hacer diferente. Una televisión apoyada en unos valores y directrices editoriales que en el punto de mira marcan su forma de concebir la información y el entretenimiento. Pero también una televisión que obtiene los mayores índices de audiencia en el Reino Unido y que cuenta con cientos de miles de fieles seguidores en todo el mundo.

El éxito de la BBC se basa en una combinación de calidad y principios, que rigen su comportamiento desde su fundación en los años veinte del siglo pasado.

Entretener, educar e informar con transparencia e independencia son, desde su origen, los pilares de funcionamiento de la cadena. Pilares que después han servido de modelo a otras muchas compañías de televisión de servicio público en el mundo.

Compañías que quizás no han sabido llevar siempre a la práctica estos valores con el rigor que lo ha hecho la BBC.

Los valores de la BBC están hoy detallados de manera exhaustiva en sus directrices editoriales. Las directrices de la BBC constituyen una guía exhaustiva de la posición del medio en todo lo relativo a contenidos, modo de obtener la información o protección a la infancia. No sólo define principios editoriales sobre aspectos como «veracidad, exactitud, imparcialidad o intimidad», sino que, además, detalla las pautas de comportamiento que deben seguir sus profesionales cuando se encuentran en situaciones que puedan generar un conflicto de intereses.

El libro de los valores editoriales de la BBC ha sido traducido al español a petición de Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de Prensa de Madrid. En la carta de presentación del libro González Urbaneja lo recomienda como libro de consulta para todos los profesionales del periodismo y dice «el cumplimiento de estos criterios mejorará sustancialmente la calidad, la audiencia y la reputación de un medio y de sus profesionales».

Pero como mejor se demuestran los compromisos es con «hechos» que garanticen el comportamiento real ante situaciones complejas. En este sentido, podríamos poner como ejemplo el tratamiento que dio la BBC a la información sobre los atentados de Londres del 7 de julio de 2005.

Las emisiones de la BBC fueron aplaudidas por la delicadeza que se mostraron a la hora de emitir las imágenes. El respeto de la dignidad de las víctimas y del dolor de sus familiares primó en todo momento a la hora de seleccionar las imágenes.

Algunos telespectadores echaron en falta escenas que mostraran la violencia de los actos y así lo manifestaron. La BBC respondió que, de acuerdo con su código ético, en situaciones de tragedia no se trata de asomarse a los hechos con curiosidad sino con un sentimiento de solidaridad y con el ánimo de averiguar claves para evitar que se repitan.

Que una compañía dedique un espacio de su web a explicar cómo han abordado y resuelto algunas situaciones conflictivas es una muestra clara de su compromiso con la transparencia.

Por otra parte, la BBC ha sabido extender su código de conducta a todos sus profesionales repartidos en las diferentes regiones del mundo. Un buen ejemplo es el caso del tiroteo en el metro de Ciudad de México. Dos personas murieron en un altercado con armas y las imágenes quedaron registradas en el circuito cerrado de la estación. Las imágenes estaban disponibles y la redacción de «BBC mundo» se cuestionó si deberían emitirlas. La decisión fue unánime: no se emitiría el vídeo ya que las imágenes no añadirían nada nuevo a la noticia y sin embargo podrían herir la sensibilidad de algún telespectador. La audiencia manifestó su agradecimiento al conocer las razones de la BBC.

El reconocimiento a la BBC no sólo se refleja en los índices de audiencia sino también en los índices de confianza del público.

El barómetro de confianza publicado por Edelman en enero de 2010 muestra un índice de confianza de la BBC del 72%, seguido por la ITV con un 13% y BSky con un 12%. La audiencia justifica esta confianza en la calidad, imparcialidad y transparencia de los contenidos de la cadena. Cuando escuchan o ven una noticia emitida por la BBCNews lo hacen convencidos de que no está condicionada por influencias políticas o intereses comerciales.

Queda claro que la confianza generada por la BBC se fundamenta principalmente en su «independencia» sobre los grupos de poder. La composición de los órganos de gobierno de la compañía garantiza esta independencia. El consejo de administración de la BBC está formado por doce miembros que son nombrados por la reina, previa consulta al ministro de «cultura y telecomunicaciones» y al primer ministro.

El consejo representa en su conjunto una alta variedad de intereses políticos, culturales, religiosos, profesionales y regionales. Además, sus miembros aportan una amplia experiencia en comunicación, medios, regulación y otras competencias relacionadas con el negocio de la cadena. La misión del consejo, publicada en la página web, se describe como: «Velar por la independencia de la BBC ante cualquier presión política o comercial, asegurando altos estándares de calidad».

APRENDER A RECTIFICAR. La lucha de la BBC por conseguir esta independencia editorial está teñida de muchas pequeñas batallas a lo largo de los años. En la historia de la cadena, publicada en su web, dedican un apartado (The BBC under pressure) a compartir sus aprendizajes en este campo. Cabe desatacar el último caso que exponen, «Iraq, Gilligan, Kelly and Hutton», que describe con detalle un hecho que afectó gravemente a la reputación de la compañía. En el caso Gilligan la BBC denunció al gobierno de modificar un informe de la agencia de inteligencia sobre la presencia de armas en Iraq.

El gobierno acusó a la cadena de atacar su integridad y abrió una investigación en la que tuvo que declarar incluso el primer ministro, Tony Blair. La comisión responsable de la investigación resolvió finalmente a favor del gobierno emitiendo un informe muy perjudicial para la BBC. A raíz del informe se produjeron varias dimisiones en la cadena, incluida la del director general.

La primera decisión que tomó el nuevo director general fue pedir disculpas públicamente y revisar algunos procedimientos editoriales de la compañía. Que una compañía dedique un espacio de su web a explicar cómo han abordado y resuelto algunas situaciones conflictivas, qué errores han cometido y qué aprendizajes han obtenido, es una muestra clara de su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.

El barómetro de confianza publicado por Edelman en enero de 2010 muestra un índice de confianza de la BBC del 72%, seguido por la ITV con un 13% y BSky con un 12%.

BBC entiende que debe seguir alimentando esta confianza y lo hace mejorando sus canales de relación con la audiencia.

En los últimos años ha introducido el «blog del editor»: un canal de comunicación bidireccional que permite tener una comunicación abierta con las audiencias del medio. En este blog los editores comparten su visión sobre diversos temas y cómo son cubiertos. Establecen así un canal abierto a las audiencias que exponen su parecer ante estos temas.

Uno de los últimos temas debatido en el blog de editores es «la homosexualidad en la BBC». Como servicio público, la BBC entiende que debe aportar respuestas responsables a nuevas demandas sociales.

En este sentido, han decidido analizar el modo en que se trata la homosexualidad y para ello exponen en el blog cómo van a realizar un análisis de la imagen de la homosexualidad que presentan sus canales de televisión, radio e Internet. La investigación, basada en preguntar sobre temas como el humor, los estereotipos y las dramatizaciones, involucrará a diversas audiencias y grupos de presión. Los resultados del análisis se publicarán en el verano del 2010 y la BBC compartirá los resultados de la investigación con el resto de medios británicos.

En el siglo XXI la BBC deberá abordar de manera responsable los retos que platean las nuevas tecnologías. El código ético que rige el proceso editorial de la BBC la sitúa en una posición ventajosa frente a las nuevas demandas de la sociedad. Hoy la preocupación es cómo asegurar contenidos responsables en un formato multicanal y de visionado a solicitud de las audiencias. En este como en otros temas deberemos estar atentos a las propuestas de la BBC ante estos retos.

LA BBC EN CIFRAS

8 cadenas

23.000 empleados

43 países en los que opera

4.906 millones de libras de ingresos anuales 2008-2009 (5.454 millones de euros)

48 millones de telespectadores a la semana, lo que supone el 85% de la población del Reino Unido

110 premios recibidos en el periodo 2008-2009, incluido un Emmy

POR BEGOÑA MORALES

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