Sociedad y medio ambiente, pilares del nuevo presupuesto europeo 2021-2027

El presupuesto europeo aprobado equivale a una taza de café diaria por cada ciudadano, el 1% de los ingresos totales europeos.

La Comisión Europea ha presentado el primer presupuesto europeo para 27 miembros, después de que Reino Unido decidiera abandonar el barco, para el periodo 2021-2027. La inversión global se ha estimado en 1,28 billones de euros, identificando las principales áreas donde hay que seguir, mejorar o reducir la inversión, de forma que Europa pueda contar con mecanismos para estar preparada para los próximos desafíos, teniendo muy en cuenta los criterios sociales y medioambientales.

La partida con mayor cuantía, 442.400 millones de euros es la denominada Cohesión y valores, donde se encontrarán proyectos sociales de desarrollo regional o de inversión en capital humano. Acto seguido, con una inversión de 378.900 millones, se sitúa el programa dedicado a Recursos naturales y medio ambiente, donde encontrarán respuesta sectores como la agricultura y la pesca, y se financiarán programas de protección medioambiental y de lucha contra el cambio climático.

La Innovación será el siguiente apartado con mayor presupuesto europeo, para lo que se ha calculado una inversión de 187.400 millones de euros. Detrás, aparece la partida de Exteriores, con una financiación de 123.000 millones de euros, para la acción exterior y la asistencia a las preadhesiones a la UE.

Para la Administración Pública europea la inversión entre 2021 y 2027 serían de 85.300 millones de euros. Y los dos sectores para cerrar el presupuesto europeo serán Migración y Seguridad, que contarán con 34.900 millones y 27.500 millones de euros, respectivamente, que valdrán para gestionar todas las políticas migratorias y de control de fronteras así como para dar respuesta a las futuras crisis en materia de seguridad y defensa.

“Hoy es un momento importante para nuestra Unión. El nuevo presupuesto es una oportunidad para dar forma a nuestro futuro como una nueva y ambiciosa UE de los 27, unidos por la solidaridad. Con la propuesta de hoy, hemos presentado una visión para el tipo de Unión que queremos, así como un plan pragmático de cómo podemos hacerlo realidad. Por primera vez en nuestra historia, un mecanismo de estado de derecho que garantizará una buena gestión financiera del presupuesto de la Unión y protegerá el dinero de los contribuyentes”, señalaba el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker.

La Comisión propone reducir el conjunto de programas de 58 a 37, en un intento por reajustar el  presupuesto que llega después del Brexit. Hay que ajustarse el cinturón y habrá políticas y ayudas que se verán afectadas -como las subvenciones a la agricultura de la Política Agrícola Común (PAC)- pero todo puede cambiar en el proceso de negociaciones que se abre con el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, donde cada país defenderá sus intereses e intentará ‘arañar’ parte de ese presupuesto en beneficio propio. “El balón está ahora en la cancha de la Eurocámara y los países y creo que deberíamos tratar de llegar a un acuerdo antes de las elecciones al Parlamento Europeo el próximo año”, añadía Juncker.

El presupuesto europeo equivale apenas a una taza de café diaria por cada ciudadano. En números, supone el 1% de los ingresos totales europeos y cerca del 2% del gasto público del conjunto de países.

Desde Bruselas se aferran al antiguo ejemplo de que el presupuesto europeo equivale apenas a una taza de café diaria por cada ciudadano. En números, supone el 1% de los ingresos totales europeos y cerca del 2% del gasto público del conjunto de países y respecto al periodo 2014-2020, el presupuesto europeo se elevaría un 18%.

“Esta propuesta de presupuesto realmente se trata del valor añadido de la UE. Invertimos aún más en áreas cuando un único Estado miembro no puede actuar solo o cuando es más eficiente hacerlo juntos, ya sea en investigación, migración, control de fronteras o defensa. Y continuaremos financiando políticas tradicionales, pero modernizadas, como en Políticas de Cohesión, porque todos nos beneficiamos del alto nivel de nuestra producción agrícola y las regiones se pueden recuperar económicamente”, explicaba el comisario de Presupuesto y Recursos Humanos, Günther H. Oettinger.

La fuerza de la sostenibilidad

La Unión Europea sigue mostrando su apoyo a las políticas contra el cambio climático, después de liderar el Acuerdo de París. Y lo tiene presente en todos sus programas europeos, por eso ha integrado la protección medioambiental en la mayoría de las iniciativas de gasto de la UE, en particular en aquellas de política de cohesión.

A finales de este año la Comisión presentará un documento de reflexión bajo el título Hacia una Europa sostenible en 2030, que dará seguimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, incluido el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, desde donde se abordarán nuevas fórmulas para integrar aún más estos Objetivos en la elaboración de políticas de la UE.

Para implementar el Acuerdo de París la Comisión ha propuesto elevar la ambición presupuestaria en materia de cambio climático, comprometiendo el 25% del gasto europeo para objetivos que contribuyan a mitigarlo. En el periodo 2014-2020, ese compromiso alcanzaba el 20% del presupuesto.

En este sentido, también quiere impulsar cambios en la PAC, que la UE busca modernizar, haciendo posible una transición hacia métodos más sostenibles que ofrezcan seguridad y alimentos de alta calidad a los más de 500 millones de consumidores. Así, se buscará reforzar los objetivos medioambientales en las políticas agrarias, de forma que los agricultores y granjeros que se beneficien de subvenciones en este área tendrán que cumplir con requisitos medioambientales.

Como ejemplos, el programa LIFE contará con 5.400 millones de euros para seguir financiando programas innovadores para responder a los desafíos medioambientales y climáticos. Asimismo, las políticas de cohesión social, con una partida de 273.000 millones de euros, apoyarán el desarrollo sostenible en todo el proceso agrícola.

Otro de los programas, Horizonte Europa, estará dedicado a programas de innovación que fomenten el crecimiento económico y el empleo, con la mirada puesta en una transición hacia una economía baja en carbón. Por último, otra de las novedades llegará con InvestEU -el nuevo instrumento de inversión de la Unión que moviliza la financiación pública y privada-, que incluirá criterios de sostenibilidad para orientar los flujos de capital hacia la inversión sostenible.

Se buscará reforzar los objetivos medioambientales en las políticas agrarias, de forma que los agricultores y granjeros que se beneficien de subvenciones en este área tendrán que cumplir con requisitos medioambientales.

El Plan Juncker financia proyectos sostenibles

Gracias al Plan Juncker se prevén movilizar más de mil millones de euros en inversiones para el sector de la agricultura y la bioeconomía -abarca las cadenas de valor de producción y el procesamiento de alimentos, materiales y energía utilizando recursos biológicos renovables de la tierra y el mar-, a partir de una partida pública del Banco Europeo de Inversiones (BEI) de 400 millones.

Se trata del apoyo más amplio del Banco para este sector, gracias al Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE). A pesar de su tamaño e importancia en la economía europea en general, el sector de la agricultura y la bioeconomía está compuesto principalmente por empresas y cooperativas con inversiones relativamente pequeñas, que son difíciles de dirigir con préstamos directos.

Precisamente el programa de préstamos constituye un piloto inicial que permitirá préstamos directos para inversiones del sector privado (de 15 a 200 millones de euros) a partir de un préstamo de entre 7,5 y 50 millones de euros. Se espera que con este programa aumente aún más el impacto del Banco en este sector fortaleciendo la competitividad de las empresas europeas activas en la bioeconomía y la agricultura. Los proyectos del programa se implementarán en el período 2018-2022. Las inversiones específicas buscarán promover el uso eficiente y sostenible de los recursos y la reutilización de subproductos, así como desarrollar la propiedad intelectual a través del apoyo de la investigación, el desarrollo y la innovación del sector privado.

“Facilitar el acceso a la financiación para desbloquear la inversión en el sector agrícola es crucial para mantener la posición de Europa como líder mundial de productos alimenticios seguros y de alta calidad. Aquí es donde el Plan Juncker puede jugar un papel importante. Estoy encantado de dar la bienvenida a esta iniciativa que, con el apoyo del Plan Juncker, proporcionará un impulso de mil millones de euros al empleo y al crecimiento en la economía rural de Europa”, declaró el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan.

Otros ejemplos

  • En Lituania

El BEI ha aprobado un préstamo de 190 millones de euros para la empresa Lietuvos Energija de cara a financiar la construcción de una nueva planta de calor y electricidad combinada en Vilnius. Se espera que el proyecto reduzca los vertidos de residuos municipales, disminuya los precios de la energía, reduzca las emisiones y mejore la seguridad del suministro de energía en el país. Su construcción dará empleo a cientos de personas, a lo que se sumarán otros 75 empleos permanentes creados para el funcionamiento de las instalaciones.

  • En Portugal

Aguas de Portugal se beneficiará de un préstamo de 420 millones de euros para relanzar las inversiones en el sector de suministro de agua y aguas residuales en todo Portugal. Esta inversión contribuirá también a fomentar el crecimiento económico, al crear más de 7.400 puestos de trabajo durante la fase de aplicación, además de promover la cohesión social y territorial. El proyecto también aumentará la calidad ecológica de los recursos hídricos superficiales y subterráneos, promoviendo una utilización más racional de los recursos hídricos.

Durante los próximos cuatro años, la financiación del BEI contribuirá a la implementación de un programa de inversión grande, con más de mil intervenciones en las redes de abastecimiento de agua, que beneficiarán directamente a los ciudadanos portugueses, en la medida en que aumentan la calidad y la cobertura del servicio en Portugal.

En España el Banco Europeo de Inversiones firmó recientemente un préstamo de 50 millones de euros para un proyecto de energía eólica en Aragón, con la empresa Forestalia Renovables.

  • En Finlandia

Uno de los ejemplos más emblemáticos en Finlandia será la construcción de un edificio de energía cero, el Tripla, que se creará en Helsinki, con un préstamo del BEI de 130 millones. El proyecto es la piedra de un plan de renovación y desarrollo urbano multimillonario para la zona de Pasila en la capital finlandesa, que hasta hace poco era una importante zona ferroviaria y de transporte, pero que albergará a unos 12.000 residentes en 2040.

  • En Francia y Bélgica

Ambos países comparten el proyecto Ginkgo Fund II, para el que el BEI proporciona 30 millones de euros de financiación para el desarrollo sostenible de sitios sustancialmente contaminados, y que zonas industriales abandonadas puedan cumplir con los desafíos medioambientales y económicos para volver a convertirse en zonas urbanas.

Se espera que se creen alrededor de 5.000 hogares y miles de empleos. Se prestará especial atención a la eficiencia energética de los nuevos edificios que se construyan así como a la descontaminación de suelos.

  • En España

En España, por ejemplo, el BEI firmó recientemente un préstamo de 50 millones de euros para un proyecto de energía eólica en Aragón, con la empresa Forestalia Renovables. Esta empresa aragonesa, especializada en el desarrollo de energía solar, eólica y de biomasa, fue la ganadora de la primera subasta española de nuevas instalaciones de generación de energía renovable a principios de 2016. Junto con 120 millones de euros proporcionados por un sindicato de bancos se podrá financiar la construcción y operación de nueve plantas eólicas con una capacidad total de 300 MW.

En total, se instalarán 82 aerogeneradores con una capacidad total de más de 900 GWh por año y sin emisiones contaminantes. El proyecto financiado por el BEI también creará 700 empleos temporales durante la fase de construcción y 50 puestos de trabajo permanentes cuando entre en servicio.

El comisario español de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, acogió con satisfacción la financiación de estos nueve parques eólicos en Aragón. En 2017, el BEI proporcionó una financiación a España de 870 millones de euros para proyectos de desarrollo sostenible.

“Europa siempre se esforzará por apoyar proyectos que inviertan en la transición a la energía limpia y la creación de empleo. Renovables significa invertir en empleos de calidad. España tiene el potencial de ser el punto de referencia para las energías renovables y la creación de empleo sostenible a largo plazo. Estos proyectos son un ejemplo de este potencial y seguramente no será el último”, concluyó.

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