La feminista baja por paternidad

Parecía impensable hace cuatro años que los padres que tuvieran o adoptaran un bebé pudieran disfrutar de la paternidad más allá de 15 días a jornada completa. Un derecho, muy feminista, tan básico como necesario para la reclamada corresponsabilidad.

Por suerte hemos ido avanzando en términos de derechos laborales y en 2017 la quincena ‘justita’ que podían disfrutar los varones de sus recién llegados hijos se duplicaba y empezaban a contar con cuatro semanas de baja, que se amplió pronto a cinco. En el mes de abril de 2019 entraba en vigor la suma de otras tres llegando a alcanzar las ocho semanas de baja por paternidad.

Y no se queda ahí. La equiparación progresiva a la baja por maternidad ha ido aumentando paulatinamente y en este 2020 los papás tienen ya 12 semanas de baja. Y, el próximo año, 16, las mismas que disponen en la actualidad las mamás, pasando a llamarse ‘permiso por nacimiento’ y dejando a un lado las distinciones entre sexos.

Las 12 semanas vigentes de baja paternal podrán dividirse, aunque es obligatorio cogerse las cuatro primeras inmediatamente después del nacimiento y, el resto, podrá tomarse durante el primer año de vida del niño, sin la posibilidad de transferirlas a la madre y remuneradas al 100%.

Como en todo cambio, se producen opiniones a favor y en contra. Empecemos por los detractores. Las distintas organizaciones médicas y de salud recomiendan la lactancia hasta los seis meses de vida del bebé, cosa imposible en España donde la baja de la madre es de solo cuatro si no se pide excedencia y se renuncia así a sueldo (Vid. La OMS y Unicef recomiendan la lactancia materna exclusiva para reducir la mortalidad infantil). Y si hay dinero para aumentar la baja paternal, dicen distintas voces, parece lógico que podría haberlo habido para incrementar también –o en sustitución- la maternal.

Además, el hecho de que las 12 semanas de baja del padre sean intransferibles ha sido señalado por algunos expertos como algo negativo ya que creen que solo en el seno de cada familia, de manera muy particular, conocen las necesidades de unos y de otros y que dejando esas semanas a libre disposición facilitaría la organización de los hogares.

Si bien ambos argumentos son lógicos, otro grupo de opinión, en el que me incluyo, se inclina más por alcanzar la igualdad entre hombre y mujeres, también en este territorio tan reservado para esta última.

El hecho de que sea intransferible la baja obligará a los padres a tomarla. Si se pudiera elegir, la ‘lógica’ machista que nos precede llevaría a ampliar la de la madre en detrimento de la del padre. Y de cara a la empresa, el hombre que disfrutara de su legítima baja sería peor visto y más ‘irresponsable’ con su empleo.

Si la baja por paternidad fuera transferible, la ‘lógica’ machista que nos precede llevaría a ampliar la de la madre en detrimento de la del padre.

Por no hablar de que contratar a una mujer seguiría igual de descompensado que actualmente o más, al saber que la futura empleada podría llegar a ausentarse hasta 28 semanas tras dar a luz.

Del mismo modo las miradas se dirigirían a la mujer por incorporarse a trabajar tras sus 16 semanas y no ‘hacerse’ con las del padre. “¡Será que no quiere tanto a su hijo!”, me quiere parecer escuchar de fondo.

Si queremos y reclamamos avanzar en equidad, la norma, desde luego, lo está haciendo.

Por la conciliación real

Las empresas, por lo general, llevan años trabajando en conciliación: facilitando en algunos puestos el teletrabajo; flexibilizando el horario de entrada y salida; fomentando las jornadas intensivas; limitando el horario de convocar reuniones… pero eso también ha disparado las llamadas a destiempo al teléfono móvil ‘por derecho’, los correos ‘urgentes’ en fines de semana o las tareas para las que uno resulta imprescindible en periodos vacacionales.

Y, no nos olvidemos, imprescindible: nadie. El teléfono, para acercar no alejarnos de la gente. Y urgente: vivir. #PorlaConciliaciónReal

-Entrada actualizada-

Comentarios

  1. ¡Muchas gracias por esta excelente reflexión, Esther!
    Podéis seguir firmando para conseguir un compromiso #PorlaConciliaciónReal de todos los partidos.