Facebook, Google y el pensamiento crítico contra las ‘fake news’

Que estamos inmersos en la era de las ‘fake news’ o noticias falsas no es novedoso para nadie, pero que se ve luz al final del túnel es esperanza para muchos. Y en gran medida esa luz viene de generar capacidad de pensamiento crítico en los ciudadanos. Son ellos, somos nosotros, los que decidimos si dar credibilidad a una noticia o ponerla en duda y confirmar su veracidad antes de actuar.
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Begoña Morales24 octubre 2019

En este sentido reconforta constatar los esfuerzos que están dedicando las plataformas como Google o Facebook para intentar incentivar el pensamiento crítico, que es la base sobre la que se construyen sociedades democráticas.

 En ocasiones estas marcas son atacadas por no asumir su responsabilidad como canales de difusión de noticias y ellas se defienden alegando que son solo canales y por tanto no son responsables de lo que circula por sus redes.

En los últimos años y todavía sufriendo las consecuencias del caso Cambridge Analitics (Vid. Facebook no ha hecho sus deberes), el discurso ha ido cambiando y las compañías tecnológicas empiezan a ser proactivas tomando decisiones como la de Facebook, que consiste en cortar el uso masivo de WhatsApp para las campañas electorales, que se ha demostrado tan dañino para la democracia en las elecciones pasadas en Reino Unido o Estados Unidos.

En esta misma línea, el pasado mes de septiembre, Google celebró el Media Literacy Summit, un foro de debate en el que agentes de la sociedad civil compartieron iniciativas de alfabetización mediática (media literacy), encaminadas a formar ciudadanos críticos. Ciudadanos que, en el caso de los jóvenes, en un 73% de los casos prefieren las redes online para informarse, según el Centro de Estudios Pew, la organización de análisis de la opinión pública más prestigiosa de EE. UU. realizado en ocho países de la UE.

Por ello son relevantes las iniciativas relacionadas con la comprobación fact checking que se debatieron en el Summit y que puede ir de lo más complejo a lo más sencillo. Se dio un consejo que por simple resulta sorprendente: “antes de retuitear una noticia, toma siete segundos para verificar la fuente. Además, pregúntate: ¿Tiene la misma credibilidad una noticia que viene de un blog que una que procede del The New York Times?”.

Esta pregunta cuya respuesta resulta obvia una vez leída, es quizás una cuestión novedosa para muchos de los jóvenes y adolescentes que se han educado en la cultura de Facebook, Twitter e Instagram, basada en la inmediatez y no en comprobar la veracidad de la fuente.

Por ello, muchas de las iniciativas de alfabetización mediática tratan simplemente de enseñar técnicas sencillas de checking para comprobar si las fuentes son fiables. Algo tan fácil como por ejemplo comprobar si la noticia procede de un medio de comunicación formal o quién está detrás de ese medio. Los resultados del check realizado en estos siete segundos no solo permitirán plantearse la veracidad de la noticia, sino que además irán concienciando de la importancia de haberlos dedicado.

Incluso puede llevarnos a involucrarnos con iniciativas más sofisticadas, como las impulsadas por First Draft, organización formada por redacciones de periodistas, académicos y sociedad civil que ayuda a periodistas y ciudadanos a publicar y discernir contenidos veraces.

Diferentes proyectos de cross checking (comprobación cruzada) se han ido desarrollando bajo el paraguas First Draft: En Francia, CrossCheck France; en Australia, CrossCheck Australia o, más recientemente en España, Comprobado.

Noticias como la cuenta offshore de Emmanuel Macron se demuestran falsas en estas plataformas con datos rigurosos y una explicación de la investigación realizada.

Crosscheck 4 all podría ser el nombre de la campaña encaminada a proveer a los ciudadanos de herramientas que les permitan ser críticos ante lo que leen o visualizan. Porque ya no nos quedamos en las fake news escritas, sino que avanzamos hacia las deepfakes, que utilizan imágenes manipuladas online (Vid. ‘Deepfakes’, ¿la próxima herramienta de manipulación?)

La creación de pensamiento crítico es tarea pendiente desde la educación en el colegio. Por ello Google también apoya la MediaWise Initiative que incorpora en el currículum de los jóvenes norteamericanos el civic online reasoning (razonamiento cívico online). Entre las prácticas que realizan en esta materia, los alumnos diseñan y envían noticias inventadas para constatar, finalmente, que acaban recibiendo como news estas fakes que crearon ellos mismos.

Es un hecho que las grandes marcas tecnológicas son necesarias para abordar con escala proyectos de media literacy y de lucha contra las fake news. Pero lo más importante es que estas iniciativas se realicen en colaboración con medios de comunicación, sociedad civil, académicos y educadores. Y siempre poniendo en el centro a las personas.

La decisión final de creer o no creer una noticia la toma la persona y es por ello que empoderar ciudadanos con pensamiento crítico es el mejor mecanismo para asegurar la lucha contra la desinformación y el adoctrinamiento.

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