La llamada a la acción de los CEO para conseguir los ODS

A medida que pasa el tiempo y 2030 está más cerca, con ya solo diez años para alcanzar los objetivos globales establecidos por los gobiernos con empresas y otras partes interesadas, parece cada vez más claro que no se está en la dirección correcta para lograr su cumplimiento.

Para los CEO los retos y desafíos generados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son una oportunidad para generar ventajas competitivas en sus organizaciones, pero reconocen que la comunidad empresarial podría, y debería, estar haciendo una contribución mucho mayor para lograr una economía global sostenible.

Así lo señala el estudio sobre la contribución empresarial a los ODS, realizado por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y Accenture Strategy, con la participación de más de mil altos ejecutivos de 21 industrias y 99 países.

CEO Study on Sustainability 2019, es el quinto estudio de una serie que se realiza cada tres años y que se remonta a 2007.

En el penúltimo estudio de 2016, el 70% de los de los CEO declaró que los ODS y su marco para 2030, ayudarían a estructurar los esfuerzos de sostenibilidad para el sector privado en asociación con otras partes interesadas, y casi el 50% dijo que las empresas serían el actor más importante en el cumplimiento de los Objetivos.

En 2019 los CEO señalan que están avanzando para impulsar los resultados a través del negocio principal y aprovechar las oportunidades de mercado para obtener ventajas comerciales. De hecho, solo el 26% de los CEO en 2019 mencionó que «no hay un vínculo claro con el valor comercial» como una barrera para la sostenibilidad en comparación con el 31% en 2016 y el 37% en 2013.

Los CEO creen que están haciendo un progreso real e impulsando tanto el impacto comercial como el de sostenibilidad, pero opinan que sus industrias y negocios en general no están haciendo lo suficiente.

Esos mismos líderes están de acuerdo en que para la mayoría de las empresas, la conciencia y el compromiso no se están impulsando con el nivel de urgencia y la acción concreta requerida y que se necesitan cambios que vayan más allá de lo meramente incremental, materializados en tres llamadas concretas a la acción que se comentan a continuación.

Aumentar la ambición para cambiar los sistemas

Para alcanzar los Objetivos globales, los CEO dicen que los líderes empresariales deben intensificar la acción no solo para sus propias empresas, sino también, de manera crítica, impulsar la disrupción de los sistemas de mercado.

En el estudio se analizaron los indicadores de la ONU, los hallazgos del informe de progreso del Pacto Mundial de las Naciones Unidas 2019 y las recomendaciones de las conversaciones con los CEO, y se identificaron acciones de ‘umbral’ a través de los Objetivos que las empresas pueden implementar con el fin de tener un impacto sustancial en el progreso hacia la Agenda 2030.

Las acciones se deben centrar primero en el impacto que las empresas pueden tener a través de sus negocios directos.

Por ejemplo, una empresa que imponga un salario digno a lo largo de su cadena de suministro a nivel mundial no solo avanzaría en el Objetivo 8 sobre trabajo decente sino que también tendría un efecto indirecto en el Objetivo 1 para terminar con la pobreza, el Objetivo 2 para reducir el hambre, el Objetivo 3 para mejorar la salud y bienestar, y el Objetivo 4 sobre educación de calidad para los trabajadores y sus familias.

Las acciones se deben centrar primero en el impacto que las empresas pueden tener a través de sus negocios directos. Cuando las acciones avanzadas abarcan las operaciones globales, las empresas pueden hacer avances significativos para ayudar a cumplir los Objetivos.

Ampliar aún más las acciones, más allá de las operaciones directas hasta un ecosistema más amplio al de la empresa, también podría generar impacto.

Las compañías multinacionales con huellas globales y manufactura global pueden hacer avanzar la Agenda en países que pueden no tener la misma capacidad para realizar las inversiones.

El Pacto Mundial de las Naciones Unidas ha identificado el impacto empresarial sobre el clima y el género como «puntos de inflexión» para que las empresas avancen los Objetivos globales.

Como ejemplos de lo anterior se citan en el informe las acciones de algunas empresas como Coca-Cola o Novo Nordisk.

Colaborar, colaborar y seguir colaborando

Los CEO ponen énfasis en que estos desafíos de desarrollo global son más grandes que la más grande de las empresas y que para resolver verdaderamente los problemas, la colaboración es una necesidad ineludible.

Industrias y sectores enteros necesitarán impulsar la transición a nivel de sistemas: desde combustibles fósiles a energías renovables, dietas de origen animal a vegetal, o plástico de un solo uso a reciclable, como solo algunos ejemplos.

Los CEO dicen que las partes interesadas que colaboran a lo largo de la cadena de valor son cruciales para alcanzar los ODS y que todos los actores de la industria deberán ajustarse y trabajar juntos.

Más allá de sus industrias, los directivos ponen en relieve las dependencias del ecosistema, y reconocen que, en ausencia de incentivos regulatorios globales que forzarían la transición, el esfuerzo coordinado en todas las industrias y sectores será un factor clave para construir las bases económicas que creen «puntos de inflexión» para las transiciones a nivel de sistemas.

Sin embargo, para eliminar las barreras a la acción e impulsar un cambio efectivo, advierten que se debe alterar fundamentalmente la forma en que se colabora en tres áreas clave: repensar cómo se abordan estos desafíos, de dónde proviene el liderazgo y cómo se implementan las soluciones.

Para eliminar las barreras e impulsar un cambio efectivo se debe alterar la forma en que se colabora en tres áreas: repensar cómo se abordan estos desafíos, de dónde proviene el liderazgo y cómo se implementan las soluciones.

En búsqueda del liderazgo responsable

En el estudio de este año se ha identificado en los directivos un imperativo creciente de mirar más allá de las ganancias a corto plazo y adoptar su papel como agentes de cambio para impulsar significativamente los Objetivos globales.

El 95% de los CEO dice que están personalmente comprometidos a garantizar que sus empresas lideren la agenda del desarrollo sostenible.

Lograr la transformación de los sistemas y la colaboración en línea con la ambición de 2030 solo se puede lograr con una nueva lente para un liderazgo responsable, en el que los líderes impulsen un cambio disruptivo dentro y más allá de sus propios ecosistemas, indica el estudio.

Los altos ejecutivos identifican diversas cualidades emergentes en los que  deben convertirse en los líderes que consigan los retos de 2030. Entre estas cualidades están las siguientes:

  • Los líderes empresariales están asumiendo cada vez más riesgos comerciales, incluida la aceptación de las opciones menos económicas a corto plazo para impulsar la economía de la sostenibilidad a través de la escala.
  • Ya no es suficiente liderar dentro de la empresa y los CEO ven una necesidad creciente de ser «responsables finales», extender la responsabilidad a los proveedores y ecosistemas más allá de su control directo y elevar sus industrias mediante el intercambio de mejores prácticas.
  • Los líderes de la industria deben impulsar proactivamente los comportamientos y la demanda sostenibles, haciendo que la sostenibilidad sea accesible para todos.
  • La motivación personal sigue aumentando como impulsor de la sostenibilidad, y los líderes que son genuinos en sus preocupaciones por la sociedad y el planeta son más efectivos para impulsar la sostenibilidad y el rendimiento empresarial.
  • Los líderes deben actuar como catalizadores para establecer expectativas e incorporar mentalidades orientadas a un propósito a través de su estrategia, organización y personas.
  • Para tener éxito, los líderes empresariales deberán participar en asociaciones no competitivas y alianzas estratégicas, cambiando la mentalidad para tener una colaboración ‘ganar-ganar’ dentro y fuera de sus industrias.
  • Los líderes empresariales necesitarán cada vez más «entender los problemas» y comprometerse con las partes interesadas más amplias para configurar e impulsar la adopción de soluciones basadas en la ciencia.

En definitiva, este estudio indica lo que los líderes corporativos creen que debe cambiar para poder conseguir la Agenda 2030, con múltiples ejemplos de lo que están haciendo las empresas en un entorno empresarial cada vez más competitivo y desafiante tanto en lo geopolítico como en lo socioeconómico y tecnológico.
 

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