Empresas y resiliencia climática: claves para afrontar el futuro

En los últimos cinco años, las empresas han intensificado los esfuerzos para abordar el desafío climático, dando pasos firmes para reducir las emisiones y limitar el calentamiento de acuerdo con los objetivos del Acuerdo de París, pero como se está viendo, no es suficiente.

Si bien se debe continuar implementando todos los esfuerzos posibles para limitar el calentamiento global y reducir las emisiones a la velocidad y escala adecuadas, también debemos centrarnos en adaptarnos a los cambios que ya están aquí, mientras nos preparamos simultáneamente para los cambios ambientales, regulatorios y económicos significativos que es probable que surjan en el futuro cercano.

Así de contundente es el informe Thriving through the transformation publicado por el World Business Council for Sustainable Development, y diseñado para proporcionar una visión y un lenguaje comunes sobre lo que significa ‘resiliencia climática’ para las empresas y el papel que debe desempeñar el sector privado.

Un documento que pretende ser una llamada a la acción para que la comunidad empresarial duplique sus esfuerzos en conseguir esa resiliencia, y también para que el sector público fortalezca las colaboraciones de beneficio mutuo con el sector privado.

Solo trabajando juntos podremos adaptarnos y aumentar nuestra capacidad de recuperación al cambio climático, indica el documento.

¿Qué se entiende por resiliencia climática?

El cambio climático ya ha desplazado a más de 22,5 millones de personas. A la vez, más de 800 millones de personas carecen de alimentos suficientes y más de un millón de especies animales están en peligro de extinción.



Existe una necesidad urgente de que los gobiernos y el sector privado emprendan una acción climática audaz para reducir drásticamente las emisiones y hacer la transición a un mundo de emisiones netas cero que esté alineado con el escenario de 1,5°C del Acuerdo de París.

Al mismo tiempo, la resiliencia climática se enmarca cada vez más dentro de la necesidad de proteger también la naturaleza y lograr comunidades resilientes.

De hecho, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) depende de la capacidad de conectar el clima, la naturaleza y las personas para asegurar un futuro resiliente para todos.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) define la resiliencia y la adaptación como la capacidad de los sistemas sociales, económicos y ambientales para hacer frente a un evento peligroso, tendencia o perturbación, respondiendo o reorganizándose de manera que mantengan su función, identidad y estructura esenciales, mientras conservan también la capacidad de adaptación, aprendizaje y transformación.

Para el Grupo de trabajo sobre divulgaciones financieras relacionadas con el clima (TCFD) la resiliencia climática requiere que las organizaciones desarrollen capacidad de adaptación para responder al cambio climático, gestionando mejor los riesgos asociados y aprovechando las oportunidades.

Entre esas oportunidades se encontrarían la capacidad para responder a los riesgos de transición y los riesgos físicos, la mejora de la eficiencia, el diseño de nuevos procesos de producción o el desarrollo de nuevos productos.

¿Qué estrategia deben seguir las empresas?

La resiliencia empresarial al cambio climático pasa por prepararse para los riesgos físicos asociados a él y, al mismo tiempo, para alcanzar un futuro de emisiones netas.

Una empresa verdaderamente resiliente también trabaja para proteger la naturaleza y lograr comunidades resilientes, y debe ir más allá de las respuestas a eventos climáticos extremos y la interrupción de la cadena de suministro y considerar los cambios transformadores y los riesgos de transición asociados necesarios para lograr la resiliencia climática.

Aspectos para conseguir la resiliencia empresarial al cambio climático. Fuente: Traducción de ‘Thriving through the transformation’.

El primer aspecto de la resiliencia empresarial está relacionado con la continuidad. La planificación de continuidad, vinculada a la severidad y probabilidad del riesgo, establece planes para que una empresa resista y absorba los choques climáticos, se recupere y luego regrese a las operaciones normales lo antes posible.

Las acciones específicas para mejorar la continuidad pueden incluir el desarrollo de contingencias operativas y de abastecimiento, la implementación de protección de la infraestructura, la creación de cadenas de suministro flexibles y adaptativas, y el análisis predictivo para futuras crisis.

A medida que aumenten los impactos del cambio climático, se producirán importantes cambios ambientales, sociales, culturales y económicos, impulsados por la priorización de las actividades económicas, y el business as usual  ya no será una opción viable.

Para garantizar un mayor grado de fiabilidad, adaptación y flexibilidad, las empresas a menudo necesitarán soluciones innovadoras y disruptivas.

Como resultado, el segundo aspecto de la resiliencia empresarial estará relacionado con la posible transformación de los modelos de negocio.

Las medidas de transformación siempre necesitarán involucrar la función de planificación estratégica y deberán aplicarse a los modelos de negocio y la dirección estratégica.

Por lo tanto, las empresas deberán considerar diferentes horizontes de tiempo y la gestión del riesgo físico y el desarrollo estratégico alineados con la resiliencia y las cero emisiones.

Para ilustrar ejemplos de estrategias, el informe expone los casos de empresas como Enel, Tata, CocoaCloud u Olam.

Las tres claves para lograr la resiliencia climática

La resiliencia climática de las empresas pasa por desarrollar e implementar estrategias que aborden la mitigación, la adaptación y la transformación.

Si una empresa progresa en sus esfuerzos de mitigación, se vuelve menos vulnerable a los riesgos disruptivos, como las políticas y medidas legales, la escasez de recursos o la evolución del mercado.

A largo plazo, los esfuerzos de mitigación climática permitirán a las empresas reducir el costo de la adaptación a los impactos físicos relacionados con el clima.

La mitigación es probablemente el impulsor del aumento de los compromisos de acción climática que las compañías están haciendo en todo el mundo, y muchas empresas ya están tomando medidas concretas.

Las empresas deben asegurarse de evaluar los riesgos físicos relacionados con el clima a lo largo de las operaciones, las cadenas de suministro y en las comunidades en las que operan.

Las empresas deben asegurarse de evaluar los riesgos físicos relacionados con el clima a lo largo de las operaciones, las cadenas de suministro y en las comunidades en las que operan.

Marcos específicos como el marco COSO y WBCSD21 destinados a aplicar la gestión de riesgos empresariales a los riesgos relacionados con ESG (medio ambiente, sociales y de gobernanza), ayudan a las empresas a identificar y gestionar nuevos riesgos y oportunidades, incluidos los relacionados con los impactos físicos del cambio climático.

Las conexiones, dependencias e interrelaciones entre el clima y la sociedad, el clima y la naturaleza y el clima y el desarrollo sostenible aumentarán la presión pública sobre el verdadero propósito de las actividades comerciales y el papel de las empresas en la sociedad.

Por tanto, las empresas deberán fomentar medidas que otorguen prioridad política y económica a las actividades con los mejores resultados para la sociedad y el medio ambiente.

Llamada a la acción para las empresas y los políticos

Aquellas empresas que incorporen la resiliencia climática se beneficiarán de importantes propuestas de valor y diferenciadores estratégicos, mientras lideran activamente la transición a un futuro de cero emisiones.

Por su parte, los encargados de formular políticas deben aumentar de manera proactiva las medidas reguladoras y los incentivos para eliminar los riesgos y descarbonizar las economías de acuerdo con las necesidades del Acuerdo de París.

Una urgencia como la que provoca el desafío climático requiere que los gobiernos lideren el apoyo a las empresas y la sociedad en la transición a un mundo de cero emisiones netas.

Para lograr lo anterior, las empresas y los gobiernos pueden trabajar cada vez más juntos para desarrollar las soluciones adecuadas para impulsar la ambición y lograr la descarbonización rápida y profunda de la economía global.

El informe desarrolla una serie de acciones a realizar tanto por las empresas como por los políticos, y que pueden verse resumidas en el siguiente cuadro.

Llamadas a la acción para conseguir la resiliencia climática. Fuente: Traducción de ‘Thriving through the transformation’.

También, explica los casos de éxito de empresas de diversos sectores como Veolia, Votorantim o Aditya Birla Group, implementando alianzas o realizando prácticas sostenibles en todas sus operaciones.

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