La covid-19 acelera la llegada de los trabajos del futuro

Los confinamientos provocados por la pandemia de la covid-19 y la recesión mundial provocada por los mismos han creado una perspectiva muy incierta para el mercado laboral y han acelerado la llegada del futuro del trabajo.

Ese futuro del trabajo era una definición de algo que se veía en el horizonte pero que aún no estaba del todo cerca. El coronavirus y sus consecuencias parece que han restado algunos años para que el llamado futuro del trabajo se convierta en realidad.

Según Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, “tras años de creciente desigualdad de ingresos, preocupaciones por la pérdida de puestos de trabajo impulsado por la tecnología y el aumento de las desavenencias sociales a nivel mundial, las crisis sanitarias y económicas combinadas de este año 2020 han hecho caer las economías, han perturbado los mercados laborales y han puesto plenamente de manifiesto las insuficiencias de nuestros contratos sociales”.

Esas palabras de Schwab sirven como parte del prefacio de la tercera edición del informe The future of jobs report, publicado hace poco por el Foro Económico Mundial y en el que se dibuja una situación complicada según las personas encuestadas, responsables de las principales empresas globales de más de cien trabajadores.

Ante esta situación solo cabe acelerar y fortalecer iniciativas para mejorar las posibilidades de que las personas puedan continuar en el mercado laboral o reincorporarse a él si es que ya han perdido su puesto de trabajo.

Uno de los resultados de la pandemia es la creciente urgencia de hacer frente a los problemas que se están produciendo, tanto mediante el apoyo y el readiestramiento de los trabajadores desplazados, como a través del monitoreo de la aparición de nuevas oportunidades en el mercado laboral.

La adopción de la tecnología se impone en las empresas

El informe del Foro prevé que el ritmo de adopción de la tecnología no disminuya y que se acelere en algunas zonas. La adopción de la computación en la nube, el big data y el comercio electrónico siguen siendo prioridades para los líderes empresariales, siguiendo una tendencia establecida en años anteriores.

Sin embargo, también ha aumentado considerablemente el interés por la encriptación, los robots no humanoides y la inteligencia artificial.

La automatización, junto con la recesión de la covid-19, está creando un escenario de ‘doble disrupción’ para los trabajadores. Además de la actual interrupción causada por los confinamientos inducidos por la pandemia y la contracción económica, la adopción de tecnología por parte de las empresas transformará las tareas, los empleos y las habilidades para el 2025.

El 43% de las empresas encuestadas indica que se dispone a reducir su plantilla debido a la integración de la tecnología, el 41% tiene previsto ampliar el uso de contratistas para trabajos especializados y el 34% tiene previsto ampliar plantilla debido a la integración de la tecnología.

Para 2025, una parte importante de las empresas también espera hacer cambios en los lugares de trabajo, sus cadenas de valor y el tamaño de sus plantillas debido a factores que van más allá de la tecnología.

Por primera vez en los últimos años, la creación de empleo comienza a ir a la zaga de la destrucción de puestos de trabajo.

Más destrucción que creación de empleo a corto plazo

En este nuevo contexto, por primera vez en los últimos años, la creación de empleo comienza a ir a la zaga de la destrucción de puestos de trabajo, y este factor está abocado a afectar con especial virulencia a los trabajadores más desfavorecidos y de menor preparación.

Las empresas se disponen a acelerar la digitalización de los procesos de trabajo, el aprendizaje, la expansión del trabajo a distancia, así como la automatización de las tareas dentro de las organizaciones.

Esas mismas empresas esperan que para 2025, los puestos de trabajo redundantes pasen del 15% de las plantillas actuales al 9% y que las profesiones emergentes crezcan del 8% al 14% de la base total de empleados de las empresas encuestadas.

En base a esas cifras, se estima que para 2025, 85 millones de puestos de trabajo podrían ser desplazados por un cambio en la división del trabajo entre los humanos y las máquinas, mientras que podrían surgir 97 millones de nuevas funciones más adaptadas a la nueva división del trabajo entre los humanos, las máquinas y los algoritmos.

Las organizaciones demandan nuevas habilidades en los trabajadores

Las lagunas en cuanto a habilidades continúan siendo altas, y se estima que estas cambiarán en todos los trabajos en los próximos cinco años.

Los principales grupos de aptitudes y capacidades que los empleadores consideran que están adquiriendo mayor importancia incluyen el pensamiento crítico y el análisis, así como la solución de problemas, y aptitudes de autogestión como el aprendizaje activo, la capacidad de recuperación, la tolerancia al estrés y la flexibilidad.

En promedio, las empresas estiman que alrededor del 40% de los trabajadores requerirán una reconversión de seis meses o menos y el 94% de los líderes empresariales señalan que esperan que los empleados adquieran nuevas habilidades en el trabajo, lo cual representa un gran aumento desde el 65% de 2018.

Se ha cuadruplicado el número de personas que buscan oportunidades de aprendizaje en línea por iniciativa propia. Aquellos que tienen empleo están haciendo más hincapié en los cursos de desarrollo personal, que han aumentado en un 88% entre esa población, mientras que los que están desempleados han puesto mayor énfasis en el aprendizaje de conocimientos digitales como el análisis de datos, la informática y la tecnología de la información.

En este contexto formativo, la ventana de oportunidad para volver a capacitar y mejorar las habilidades de los trabajadores se ha reducido en el recientemente restringido mercado laboral. Esto aplica tanto a los trabajadores que tienen probabilidades de permanecer en sus puestos como a los que corren el riesgo de perderlos debido al aumento del desempleo relacionado con la recesión y no pueden esperar volver a formarse en el trabajo.

Las empresas deben invertir en una mejor medición del capital humano y social mediante la adopción de medidas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y su equiparación con medidas renovadas de contabilidad del capital humano.

¿Cómo se puede facilitar el tránsito hacia los nuevos trabajos del futuro?

Las empresas deben invertir en una mejor medición del capital humano y social mediante la adopción de medidas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y su equiparación con medidas renovadas de contabilidad del capital humano.

Las empresas esperan redistribuir internamente casi el 50% de los trabajadores desplazados por la automatización y el aumento tecnológicos, en lugar de hacer un uso más amplio de los despidos y el ahorro de mano de obra basado en la automatización como estrategia básica de la fuerza de trabajo.

Por parte del sector público, es necesario que se preste un mayor apoyo a la reconversión y mejora de la capacitación de los trabajadores en situación de riesgo o desplazados. En la actualidad, solo el 21% de las empresas declaran poder utilizar los fondos públicos para apoyar a sus empleados mediante el reciclaje y la mejora de las competencias.

El sector público tendrá que crear incentivos para las inversiones en los mercados y los puestos de trabajo del futuro, proporcionar redes de seguridad más sólidas para los trabajadores desplazados en medio de las transiciones laborales, y abordar con decisión las mejoras de los sistemas de educación y formación que se han retrasado durante mucho tiempo.

Además, es importante que los gobiernos consideren las consecuencias a largo plazo para el mercado de trabajo de mantener, retirar o continuar parcialmente el fuerte apoyo que están dando frente a la crisis de la covid-19, proporcionando ayuda para mantener los salarios y los puestos de trabajo en la mayoría de las economías avanzadas.

En definitiva, del informe se desprende que tenemos las herramientas y los medios para formar a las personas y mejorar sus capacidades, para desplegar redes de seguridad que protejan a los trabajadores de la indigencia y para crear mapas a medida que orienten a los trabajadores hacia los trabajos del mañana que les aseguren su prosperidad futura.

Las decisiones y elecciones que tomemos hoy determinarán el curso de las vidas y medios de vida de generaciones enteras, por lo que no se debe demorar en la puesta en práctica de lo anterior.

Comentarios