Los cambios que debe hacer la industria del gas y el petróleo para cumplir el Acuerdo de París

Un estudio realizado por el World Benchmarking Alliance (WBA), el más exhaustivo sobre el rendimiento de la industria del petróleo y el gas con respecto a los objetivos climáticos de París, muestra que, sin una acción inmediata y decisiva, ese sector impediría al planeta cumplir el escenario de calentamiento global de 1,5 °C del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) para 2050.

El Índice de referencia de clima y energía del WBA es un mecanismo de rendición de cuentas que evalúa, en colaboración con el Carbon Disclosure Project (CDP) y la Agencia Francesa para la Transición Ecológica (Aedeme), el progreso de las 100 empresas de petróleo y gas más influyentes del mundo con respecto al Acuerdo de París y si estas están contribuyendo a una transición justa hacia un futuro de cero emisiones.

En esta nueva era para la producción de energía, las empresas de petróleo y gas se encuentran en la encrucijada de transformarse o volverse redundantes, y ya no pueden alegar ignorancia sobre la urgencia del cambio. Para sobrevivir, el sector debe reconocer la necesidad urgente de una transformación total y trabajar en la dirección correcta para poder afrontar este reto.

El informe del WBA pone de manifiesto la falta sistemática de responsabilidad y acción por parte de las 100 empresas a la vez que ofrece una imagen preocupante de la situación en uno de los sectores más importantes para la transición hacia las bajas emisiones de carbono.

Además de sacar los colores a las empresas del sector del petróleo y el gas ante sus deficientes medidas para cumplir con los 1,5 °C, la WBA propone en su estudio diversas soluciones para que dicho cumplimiento ocurra.

A pesar de las buenas prácticas en áreas específicas, las empresas siguen necesitando un liderazgo más fuerte, más inversión y mayor transparencia para reducir la enorme brecha de ambición y rendimiento que existe en el sector.

Los nuevos yacimientos no deben ser explotados

La hoja de ruta Net Zero para 2050 de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) envía el mensaje claro de que no se puede aprobar el desarrollo de nuevos yacimientos de petróleo y gas si se quiere cumplir el objetivo de 1,5°C del Acuerdo de París.

Lo anterior significa que ninguna empresa tiene margen para nuevos proyectos de petróleo y gas que no hayan sido aún aprobados. A pesar de ello, los datos demuestran que las empresas tienen la intención de seguir explorando en busca de nuevas reservas.

Una empresa, BP, se ha comprometido a no realizar “ninguna nueva exploración de petróleo y gas en nuevos países”, siendo el compromiso más ambicioso de todas las empresas evaluadas, pero estando lejos del requisito establecido por la AIE de no desarrollar ningún nuevo yacimiento.

Las medidas para limitar la oferta de combustibles fósiles deben ir acompañadas de esfuerzos para reducir la demanda de combustibles fósiles, apoyar la política climática, aumentar la demanda de los clientes de energía baja en carbono e invertir en tecnologías limpias.

Muchas de las 100 empresas despliegan tácticas para desviar la atención de su inacción y evitar la responsabilidad.

Es necesaria más transparencia y regulación por parte de las empresas

Muchas de las 100 empresas despliegan tácticas para desviar la atención de su inacción y evitar la responsabilidad. Informan de que el cambio climático es gestionado por los consejos de administración, pero solo cinco de los 100 consejos cuentan con la experiencia necesaria.

Las estrategias actuales de las empresas en materia de cambio climático son, en gran medida, ineficaces y en lugar de estar a la altura del desafío, están utilizando la falta de transparencia y los grupos de presión a través de asociaciones comerciales para socavar la acción climática.

Los datos de las emisiones son escasamente comunicados por el sector. En general, las empresas comunican cierta información sobre las emisiones procedentes de sus operaciones directas, las llamadas emisiones de alcance 1 y 2, pero los informes suelen ser poco claros en cuanto a los límites operativos y el alcance de las emisiones cubiertas, o excluyen emisiones significativas.

Por otro lado, las 100 empresas clave tienen una gran influencia y pueden utilizarla para promover una regulación que apoye la limitación del aumento de la temperatura en línea con el objetivo del Acuerdo de París, pero, sin embargo, muchas las empresas se oponen directa e indirectamente a tales medidas.

Para tener alguna posibilidad de alcanzar el objetivo de 1,5°C de temperatura, las empresas influyentes deben dejar de bloquear la política climática, apoyarla, y asegurarse de que en sus asociaciones comerciales se adoptan la misma política y los mismos objetivos.

Los objetivos de reducción de emisiones deben ser más ambiciosos

Según el estudio, para lograr la descarbonización y la transformación energética, las empresas de petróleo y gas deben tener ambiciones a corto, medio y largo plazo para reducir las emisiones tanto de sus propias operaciones de extracción y producción de combustible como del uso de estos combustibles por parte de sus clientes. Pero las ambiciones actuales de las empresas no alcanzan los requisitos para cumplir el objetivo de 1,5°C de temperatura.

Además, los grupos de interés están empezando a exigir a las empresas que rindan cuentas sobre sus objetivos. En mayo de 2021, el Tribunal holandés ordenó a Shell que aumentara su objetivo de reducción de emisiones al 45% para 2030, y el activismo de los accionistas en las asambleas generales anuales de ExxonMobil, ConocoPhillips y Chevron en 2021 ha llevado al nombramiento de nuevos miembros del consejo de administración y al aumento de la ambición de los objetivos de reducción de emisiones.

Las empresas deben hacer cambios sustanciales en sus negocios para prosperar en un mundo con bajas emisiones de carbono, a corto, medio y largo plazo.

Para lograr mejoras, las empresas estudiadas también deben realizar una planificación adecuada de la transición y un enfoque coherente de la acción climática, ya que la mayoría de ellas no proporciona suficientes detalles.

También deben hacer cambios sustanciales en sus negocios para prosperar en un mundo con bajas emisiones de carbono, a corto, medio y largo plazo. Sin embargo, en la actualidad solo 13 de las 100 empresas tienen planes de transición hacia un mundo con bajas emisiones de carbono que se extiendan al menos 20 años en el futuro.

Actividades menos contaminantes y mayor compromiso de los Estados

Las empresas las empresas de petróleo y gas deben realizar inversiones significativas para cambiar sus actividades comerciales por otras compatibles con el bajo nivel de carbono.

La evaluación comparativa estima que estas empresas deberían invertir el 77% de su inversión total en tecnologías con bajas emisiones de carbono para adaptarse a un escenario de 1,5°C y acelerar su transición de empresas puramente petroleras y de gas a empresas energéticas integradas.

La no aportación de pruebas sobre niveles suficientes de inversión en bajas emisiones de carbono para prepararse para el futuro, junto con la falta de transparencia, deja a los inversores y a los grupos de interés sin información sobre las contribuciones, el progreso y la acción de las empresas hacia la transición baja en carbono.

Por su parte, las organizaciones de propiedad estatal son más lentas de movimientos en la transición que las grandes empresas y las independientes suponiendo, por tanto, un riesgo aún mayor para la ambición climática que el de las empresas que cotizan en bolsa y las privadas.

Muchos de los Estados implicados tienen todavía que comprometerse con las emisiones netas cero mientras que las partes interesadas no gubernamentales tienen una capacidad limitada para impulsar el cambio. Es por ello que los gobiernos de estos Estados deben aumentar la ambición climática y promover la acción de las empresas alineada con París.

Como se desprende de este estudio del WBA, se deben dar pasos urgentes y decididos por parte de todos los actores implicados para que el sector del petróleo y el gas deje de contribuir de manera tan significativa al cambio climático. En la última parte del informe se puede consultar la clasificación de las 100 empresas estudiadas en base a diferentes parámetros y también resúmenes con los datos cuantitativos más relevantes.

Entre las 10 empresas que mejor han actuado para reducir la huella de carbono hay dos españolas (Naturgy Energy Group SA y Repsol).

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