Integra, un eslabón entre la discapacidad y el mundo laboral

Nuria García30 abril 2013

Con la colaboración de 

El centro especial de empleo Integra CEE promueve la incorporación al mundo del trabajo de personas con diferentes discapacidades superiores al 33% en un total de 15 comunidades autónomas. Actúa como un eslabón o paso intermedio para los más vulnerables -aquellos a los que el contexto laboral les es más esquivo- simultaneando la integración con labores constantes de sensibilización para romper prejuicios en la sociedad y en las empresas.

Aunque la Ley de Integración Social de los Minusválidos (LISMI) lleva 30 años obligando a las empresas con más de 50 empleados a contratar un 2% de personal con discapacidad, en la práctica esto  no se cumple. Desde el centro especial de empleo Integra, sus responsables piensan que aún queda mucho camino por recorrer. Una solución para que muchas empresas alcancen esa cuota sería recurrir a uno de estos centros especiales si no desean contratar directamente.

Integra CEE surgió como proyecto en 2001 pero su despegue nacional se produjo en 2007 tras ser adquirido por el grupo multiservicios Clece, perteneciente a ACS. Integra CEE ofrece al empresario la contratación de servicios periféricos necesarios como limpieza, mantenimiento, servicios de información, servicios medioambientales, central de compras, gestión de documentos y logística interna, entre otros. Su director, Juan José Laguna, reconoce que pasar a formar parte de este potente grupo empresarial fue un “importante punto de inflexión” para la posterior expansión geográfica del proyecto.

El último informe de Integra, con cifras de 2011, indica que la plantilla del centro llegó casi a los 1.000 empleados ese año, de los cuales cerca del 90% padecía algún tipo de discapacidad superior al 33% (sensorial, física o psíquica), y llegó a tener 218 empleados más que el año precedente. La cartera de clientes, al cierre de ese ejercicio, ascendía a 259 compañías privadas y públicas.

En 2011 Integra logró una cifra total de ventas de más de 12 millones de euros, un 25% por encima de la cifra obtenida en 2010, así que los números avalan la buena marcha desde el punto de vista empresarial. De todo el volumen de ventas, las actividades de limpieza (servicio ordinario, servicio técnico y servicio especial) suponen el 69% de este total. Otras actividades, por su peso específico, son las relacionadas con la restauración y el mantenimiento, el mercado verde y los servicios sociales.

El paso intermedio

El grupo empresarial Clece cuenta con unos 61.000 trabajadores en todo el país. Desde sus orígenes contrata un porcentaje de personal con discapacidad para las empresas del grupo. Añadir a todo este tejido empresarial el proyecto Integra fue “un paso más allá”, según la directora de Recursos Humanos del grupo, Purificación González. Tener un centro especial de empleo fue ese “paso intermedio o eslabón” entre estos trabajadores discapacitados y el “mundo laboral normalizado”.

El fin último del centro de empleo es que el trabajador, tras un periodo de formación, se incorpore a alguna empresa del mercado. Durante 2011, se impartieron 22 cursos con la asistencia de 172 trabajadores. Algunas de las 3.300 horas formativas estuvieron relacionadas con administración, programas de gestión, habilidades personales, gestión de personas e informática.

El proceso de integración se inicia con una entrevista personal con el candidato donde se establece un conjunto de acciones, según sus aptitudes y actitudes, y se detectan las necesidades formativas. Con vistas a ampliar sus capacidades laborales, se le imparte luego una formación a la altura de sus necesidades. El seguimiento realizado por parte del equipo técnico de manera individualizada sigue siempre un protocolo concreto en función del tipo de discapacidad del trabajador.

No obstante, a González le gusta hablar de “puestos de trabajo” y no de “tipos de discapacidad”. “Creo que toda discapacidad tiene posibilidades de hallar un determinado puesto, al igual que ocurre con las personas no discapacitadas”.

El grupo de empresas que engloba Clece prestan servicios “en casa del cliente” y, hasta el momento presente, se constata un alto nivel de satisfacción entre los sondeados: “Estos empleados se aferran mucho a su puesto de trabajo, se centran en sus cometidos, aprovechan bien las oportunidades que se les brinda”, asegura la responsable de RR.HH.

Unidad de Apoyo

Del total de trabajadores que pasó por el centro de Integra en 2011, el 44% tenía alguna discapacidad física, el 31% psíquica y el 16% sensorial. De todos ellos, se calcula que el 40% afronta serias dificultades para la integración social. Que a estos trabajadores les llegue su oportunidad laboral depende, en gran medida, del equipo multidisciplinar que respalda el proyecto. Esta es la llamada Unidad de Apoyo de Integra, el soporte del trabajador en todo momento y “el alma” de este proyecto de inserción.

Actualmente, el equipo humano lo forman 18 técnicos (trabajadores sociales, educadores y psicólogos), además de 25 personas empleadas en otras labores de apoyo. Estos profesionales se responsabilizan de sentar los criterios que definen un determinado puesto de trabajo de calidad y favorecer la incorporación de nuevos trabajadores en el centro de trabajo.

El apoyo es aún más individualizado e intenso cuando se tratan de perfiles de más difícil adaptación.  Otra labor añadida es estrechar lazos con el entorno social y familiar más cercano de los trabajadores e identificar, o prever, posibles procesos de deterioro evolutivo, buscando siempre soluciones para favorecer la autonomía de estas personas.

José Luis Goya, integrante de esta Unidad de Apoyo, quiere dejar claro que el equipo de inserción de Integra suele trabajar “con el grupo de discapacidad más desprotegido”. Son personas con baja formación, en general, que apenas salen de su casa en pos de oportunidades laborales. “Tenemos que ir nosotros a buscarlos a las asociaciones, ir a buscar a  las familias para convencerles de que la integración pasa por tener un trabajo, y de ahí, vamos luego a convencer también a las empresas”, comenta José Luis. Muchos de los currículos se captan en las ferias de discapacidad más relevantes de España. Al mismo tiempo, Integra hace publicidad en diversos soportes para que los interesados reaccionen enviando su CV.

Desde este centro especial se ofrece un “trabajo protegido” para los que albergan “más miedos y reticencias”, los que se encuentran con más barreras para entrar al mercado laboral, en definitiva. Una vez logrado el empleo, se hace un seguimiento tanto del trabajador como de la empresa que lo ha contratado para ver si las dos partes están conformes. En ocasiones, un perfil no lograr cuajar a la primera en un determinado puesto y es necesario buscarle otro más idóneo, explica Goya.

Esta Unidad de Apoyo no existe en otros centros especiales, aunque debería, y otra de las diferencias de Integra CEE –puntualiza el técnico de inserción– es que es un centro con ánimo de lucro, es decir, sus servicios deben ser siempre productivos.

Contratación, una cuestión cultural

Si hubiera más proyectos como este centro, con esta proactividad, habría menos trabajadores discapacitados en el paro. De ello está convencido José Luis Goya. “La parte laboral es un aspecto más de la integración en la sociedad”, apunta también el director de Integra, Juan José Laguna. Juan José y José Luis quieren un mercado laboral más justo e igualitario. La máxima es “dejar de tratar a personas por su discapacidad y tratar a personas por su perfil”.

En su entorno laboral, Laguna no encuentra limitaciones físicas para moverse, pero sí admite que se topa con barreras cuando sale de su oficina, cuando coge un avión o cuando tiene que acceder al metro. Se queja de que la situación sea esta “cuando en el siglo XXI existen muchas ayudas técnicas para todo tipo de discapacidad”.

El primer paso para la integración, en la opinión del director, empieza ya desde la enseñanza primaria: “Con niños integrados en un entorno educativo normal, solo así se rompen las barreras”. “Tenemos que demostrar muchas cosas para que el empresario llegue a confiar en nosotros. Si este empresario hubiese estado educándose de niño junto a otro alumno con discapacidad, la cosa cambiaría”, afirma.

Purificación González, desde la óptica de los Recursos Humanos, considera que la contratación de estas personas es una cuestión cultural. “Existe mucho desconocimiento, nos asustamos de la discapacidad y no me refiero a la cultura de empresa, sino a la general”. González anima a las empresas a contratar más aquellos servicios auxiliares, como limpieza o mantenimiento, a través de los centros especiales de empleo.

Admite, por otro lado, que no todas las empresas pueden brindar una oportunidad a este colectivo. Por esta razón, opina que se debería incentivar o bonificar más desde el Estado a aquellas organizaciones que justamente sí están en mejores condiciones para contratar a trabajadores discapacitados.

Por Nuria García
Comentarios

  1. francamente,….supongo haber tenido muy mala suerte con mi supervisor, nunca he recibido y he sido tratada y despedida de la forma que lo hizo mi supervisor, y sin dar ninguna causa del despido, no me pagaron los festivos a tiempo, el finiquito incorrecto y por tanto el certificado de empresa también, ya no solo en cuanto a las cantidades cotizadas cada mes,y la cantidad total sino como haber sido contratada como operario auxiliar de información, y el el SEPE aparece otra ocupación.

    Nunca habia trabajado en un centro especial de empleo, pero ha sido mi peor experiencia laboral. He trabajado para la Administracion Publica,tanto en Ayuntamientos, Comunidades, como en Patrimonio Historico e importantes empresas del sector privado y empresas que han llevado externalización de servicios publicos

    Dado los errores graves en la realizacion de los cuadrantes en que aparecian que alguno de mis compañeros trabajaran 7, 9 dias festivos….,
    hubo que realizar turnos que no correspondian a los cuadrantes,….y se produjeron situaciones adversas que perjudicaron y empeoraron mi diversidad funcional.

    A fecha de hoy después de mas de siete meses no he podido recoger mi certificado de empresa ya que a pesar desde el 15 de mayo avisar a mi supervisor y rrhh, en ningún momento he recibido respuesta.
    RRhh, no me ha recibido a pesar de diversas llamadas, e-mail, y acudir directamente a la oficina en el horario establecido.

    Tan solo azarosamente gracias a la intervención de la técnica de apoyo que salio a la sala de espera y me vio, y a la competente recepcionista que me dijo que se encontraba el Jefe de Servicios, fui atendida.

    A pesar de su dedicación, y de reconocer que era un tema de Recursos Humanos, tras consultarlo me comentó que por lógica cuando cobrara el cheque complementario al primer finiquito no correcto, el Certificado de empresa se actualizaría.
    Tristemente les comunico que el Certificado de Empresa no se actualizó

    El jefe de servicio, me recibió, pero al no ser su competencia tras mis diversas preguntas fue a Recurso Humanos a preguntar cada pregunta que surgia en mi exposición del problema.

    Tras la actitud de un@ trabajador de rrhh, le dije a la recepcionista que el SEPE y el MINISTERIO DE TRABAJO, me habian dicho que les tenia que denunciuar ya que yo tenia mi derecho de que se me abonaran los festivos, o los complementos de los mism@s, y tener el certificado de empresa correcto tanto a las cantidades abonadas como el puesto de trabajo realizado.

    Dado el empeoramiento de mi discaacidad funcional todavia, no he sido capaz de llamar y solicitar un certificado de empresa correcto.

    Espero y deseo que los CEE no sean la pesadilla que yo he vivido en primera persona.

    Tras no ser consciente del derecho a una diversidad funcional desde el año 89 o 90 tal vez hasta el 2015, he trabajado como un trabajador normal, y francamente la humanidad de mis compañeros, la empresa, y los clientes siempre ha sido correcta ya fuera la Administracion local, regional o nacional, asi como el resto de pymes y grandes empresas que a fecha de hoy han ido escribiendo la vida nuestra tierra, este gran pais en el que habitamos

    Es mi caso tras haber aprobado las oposiciones de ordenanza, el trabajo de auxiliar de informacion, tal vez me hubiera dado punto para el concurso.Pero evidentemente a pesar de haber aprobado el 1 examen con 7.5, y el segundo con 8.5, siendo en este segundo uno de las mejores puntuaciones. Evidentemente este concurso oposicion, era dificil de acceder ya que habia personas con 20 puntos fases deconcurso, y solo tenian que sacar un 5 y un 4 para poder sumar los puntos. Es decir cuaklquier persona con un 10 y un 10, jamás hubiera superado su puntuacion.

  2. Llevo un año y medio en INTEGRA CEE.Lo que a mi me han hecho no tiene nombre,estoy más enferma que antes.Tenia hasta el 15 de Mayo,un contrato de obra y servicio(se había renovado hasta enero del 2017)luché mucho para que me cambiaran al mismo centro, pero en los talleres,cuando lo consigo(empecé en febrero) me viene el dia 12 de mayo,el coordinador con una carta surrealista y me dice que estoy despedida,sin saber ni como ni por qué,me dicen que el ayuntamiento ha decidido bajar las horas en este servicio,hasta el martes 17 nadie me dice nada,por lo cual me dieron arritmias.Mando un mensaje a la asistenta social,ya que el supervisor no da señales de vida,para que por favor me expliquen.Una reestructuración interna dicen,el martes 17 entra un chico nuevo,19 años,sin experiencia,su primer trabajo.La entrevistan se la hizo mi supervisor el lunes.Mi valoración es muy buena,según ellos.No he visto esto en mi vida,el trato,la humillación,el daño es irreparable.Que importante soy,que para una reestructuración «interna» de la empresa,me tienen que echar a mi.Yo creo que está bastante claro,despido improcedente.Una pena que una empresa para discapacitados actue así.Espero que alguien ponga a cada unos en su sitio.Estaba tan contenta y la gente conmigo.-

  3. Me da que es el mismo supervisor,un calco de lo mío.Distrito de Arganzuela.Luis Villa.Si lees esto Maria,contestame.

  4. Desde luego que tener que leer esos abusos laborales es algo que me deprime.

    1. Pues lo mejor es que me siguen llamando para trabajar,no se enteran de nada.Denuncie y se reconoció como despido improceden.,pero no se debe de haber entrado ni el tato.Todavia dice el tío ahora que fue por dinerito..tela,que no me lo tenía que haber tomado así.Me he tirado meses sin salir,me está costando mucho encontrar trabajo,pero a ello les da igual.Por cierto ya anda UGT indagando.

      1. Hola me gustaría poder hablar contigo para saber qué pasos has seguido,a mi hijo también le han engañado,qué triste solo les interesa las subvenciones

        1. Totalmente de acuerdo contigo, y te lo dice un trabajador que esta en esta presunta empresa de ayuda a discapacitados, es mas, tienes que trabajar mas y por menos, que en otro cualquier sitio normal. Los encargados- supervisores son verdaderamente maleducados y sin un apice de idea de tratar al personal.