Valles del Esla: ambición económica y social

HAZ28 diciembre 2005

«Este ha sido el proyecto más ilusionante de mi vida», afirma David Álvarez, patriarca del emporio familiar, constituido por el grupo Eulen y la bodega Vega Sicilia. En 1996 este empresario se propuso dar un futuro a su zona natal y activar de nuevo la vida rural, en un territorio cercano a las localidades leonesas de Cistierna y Crémenes –de donde procede Álvarez– y Riaño.

Pretendía no sólo reactivar el tejido socioeconómico de la zona, sino llegar además al más alto nivel. Quería devolver a la sociedad que le había visto nacer lo que esta le había dado, según ha explicado alguna vez María José Álvarez, una de las hijas del empresario y consejera delegada de Valles del Esla en la actualidad.

En un principio fundó la Agrupación de Empresarios Ganaderos de la Montaña de León, para lo que convenció a 75 ganaderos de la zona. Trataron de criar vacas de la raza mantequera, pero para entonces ya estaba extinguida, por lo que tuvieron que escoger la parda-alpina, oriunda de Suiza, aunque ya presente en la zona desde la década de los 50. Se rodearon de la mejor tecnología y de los más rigurosos controles de calidad, en colaboración con el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).

Después de 9 años y más de 10 millones de euros de inversión, han conseguido poco a poco extenderse por toda España y rivalizar con la mejor carne del mundo, la japonesa kobe, y ser conocidos como «el Vega Sicilia del vacuno». Asimismo, cuentan con cerca de 5.000 hectáreas para la ganadería, situadas en el término municipal de Puebla de Lillo, y unos 200 ganaderos asociados, repartidos en cerca de 200 pequeñas ganaderías concentradas en la Asociación de Empresarios Ganaderos, con unas 2.600 cabezas, de las cuales cerca del 70% pertenecen a Valles del Esla.

Pretenden, en última instancia, aunar a los empresarios de la zona en torno a un mismo proceso de producción y bajo las mismas normas de calidad, aplicando los más rigurosos controles de calidad.

Asimismo, los casi 50 empleados fijos son gente de la zona, gente joven, cercana de media a los 35 años. Los matarifes son seleccionados según sus conocimientos en el tema, siempre en colaboración con el alcalde del municipio, Francisco García, «que es quien conoce a las personas que están en paro», explica María José Álvarez. Después, se les forma en Madrid y León durante un año. Son gente con paciencia, que sabe que para crear algo muy bueno hay que ser extremadamente pacientes y que no puede esperar resultados inmediatos, como reconoce la consejera delegada.

UN PROYECTO EMPRESARIAL DE ÉXITO. La clave del éxito de Valles del Esla está en atraer al resto de ganaderos de la zona y en disponer de las más avanzadas tecnologías, apostando siempre por la mejor calidad como forma de diferenciación de la competencia.

Así, invirtieron cerca de cuatro millones de euros en construir su matadero en Sahelices de Sabero, acondicionándolo con las últimas tecnologías para lograr la máxima seguridad y un gran control en el sacrificio de sus reses.

A su vez, este matadero fue el primero de España que se certificó de acuerdo con la norma ISO 14001 de calidad medioambiental.

Durante la crisis de las vacas locas Valles del Esla perdió mucho dinero, pero en ningún momento dejó de pagar a los ganaderos adheridos. Luis Miguel Mencía, director del matadero afirma que «desde que se disparó la alarma social por los casos de encefalopatía espongiforme (vacas locas) descubiertos», analizaron todas las reses de menos de 12 meses, algo que no se llevó a cabo ni en España ni en Europa.

Valles del Esla sitúa sus productos sólo en establecimientos de reconocida calidad. Cuenta con un circuito de establecimientos por toda España, dos tiendas propias en Madrid, donde vende sus productos a los más prestigiosos restaurantes del país. Pretenden dentro de pocos años contar con 2 locales más en la capital, además de establecimientos propios en Barcelona, Málaga, Bilbao y Asturias, cuando finalice su plan de expansión.

En cuanto a las cifras, Valles del Esla se ha propuesto para este 2005 representar cerca de la mitad de «los ingresos de toda el área patrimonial de Eulen, que hoy factura alrededor de 60 millones de euros», según Álvarez. Y para el próximo 2006 pretenden duplicar la facturación esperada para este ejercicio.

Por Jon Usabiaga y David Iglesias