Los filántropos se suman al emprendimiento

HAZ28 enero 2014

EEUU parece la meca del emprendedor en el siglo XXI, pero aun en el país de Steve Jobs es necesario que las fundaciones se dediquen a fomentar el emprendimiento. De microiniciativas como Lemonade Day a enormes acciones como Start-up America, los filántropos financian elementos de ecosistemas que apoyan a emprendedores.

Pero, ¿se pueden «crear» emprendedores con filantropía? Emprendedores exitosos tan distintos como el rapero y magnate de la industria de la música Sean Diddy Combs, también conocido como Puff Daddy, o Steven Schwarzman, fundador del formidable Blackstone Capital, creen que las donaciones estratégicas contribuirán a que más personas consigan convertir sus sueños en empresas y en motores económicos para sus entornos.

Para Combs, hay que llegar a los jóvenes desfavorecidos con dos mensajes: «No abandones tus sueños» y «El esfuerzo tiene recompensa». Este año el músico (repartidor de periódicos de niño) donó 250.000 dólares al Network for Teaching Entrepreneurship (NFTE).

Los profesores certificados en la metodología NFTE enseñan con un currículo interactivo y cada estudiante prepara un plan de negocio para concursos locales y nacionales. Los cursos se desarrollan en institutos donde al menos el 50% de los estudiantes viven en la pobreza.

A Combs le gusta que NFTE enseñe a los chavales a «valorar lo que ya saben y cómo lograr relacionar lo que aprenden en el colegio con su instinto para la supervivencia y su saber moverse en el mundo».

NFTE ha llegado a más de medio millón de jóvenes y las estadísticas apoyan su modelo: la probabilidad de que sus exalumnos lancen un negocio es cuatro veces la de sus pares, y sus ingresos promedio son un 50% superior que el promedio nacional, a pesar de sus antecedentes.

Cuando la Fundación Consejo España-EEUU celebró el Primer Encuentro Bilateral de Fundaciones España-EEUU este otoño sobre el papel de las fundaciones en la promoción del emprendimiento y el empleo, los ponentes americanos y españoles señalaron una y otra vez la importancia de las actitudes culturales para crear terreno fértil para el emprendimiento.

Según la última encuesta ¿Qué quieres ser de mayor? de la Fundación Adecco, solo el 2,6% de los niños españoles se imaginan creando su propia empresa. Para abrir a los jóvenes a las posibilidades del emprendimiento, la responsable de Área de Investigación de la Fundación Barrié de la Maza, Ana José Varela-González, insistió en la importancia de «cambiar mentalidades desde muy jóvenes» y sumar a más organizaciones a la labor de «cambiar el ecosistema».

Deborah Hoover, directora de la fundación privada Burton D. Morgan, coincidió con Varela-González en que hay que presentar nuevas formas de pensar a los más pequeños y reclutar muchos agentes sociales para conseguir un cambio cultural.

La Fundación Morgan concentra sus recursos en promover el emprendimiento en el noreste de Ohio (EEUU). Apoya a NFTE a nivel local, pero intenta inculcar el espíritu emprendedor aun antes. Financia una amplia gama de experiencias dentro y fuera de los colegios. Entre ellas está Lemonade Day, proyecto nacional en que niños de 3 a 18 años siguen catorce pasos para crear su propia empresa –el clásico puesto de limonada– y la hacen realidad durante un domingo. Las ayudas de la fundación se integran con una gran variedad de actividades lideradas por diversos socios.

Los líderes de la gran fundación patrimonial Marion Ewing Kaufman destacan la importancia de la educación para el emprendimiento a nivel universitario y de su crecimiento en los últimos diez años: durante el 2013 más de 9.000 profesores universitarios han enseñado emprendimiento a más de 400.000 estudiantes en EEUU, en parte gracias a los esfuerzos de la fundación.

Wendy Torrance, su director de Emprendimiento, considera que «estudiantes de un amplio rango de disciplinas pueden beneficiarse de cursos relacionados con emprender. La educación en emprendimiento enseña a los estudiantes cómo identificar y resolver problemas y les provee de conocimiento y capacidades para crear nuevos proyectos». Estas mismas capacidades son vitales en una fuerza laboral preparada, el factor que más determina el nivel de actividad empresarial en una región según una investigación publicada por Kaufman en el 2012.

Muchas iniciativas reciben a los «futuros emprendedores» cuando salen de la universidad. Por ejemplo, fundaciones privadas, fundaciones corporativas y filántropos financian las prácticas que Venture for America (VFA) ofrece a recién graduados. Se trata de formación y dos años de trabajo en un start-up ubicado en una ciudad con bajos costes, como Detroit o New Orleans, y una masa crítica de emprendedores. VFA pretende generar 100.000 nuevos trabajos antes del 2025.

En 2010 Steve Case, fundador de AOL y presidente del patronato de la Case Foundation, se unió a la Kaufman Foundation para promover emprendimiento a nivel nacional. The Start up America Partnership fue una alianza en el sector privado con los siguientes objetivos: 1) Estimular mayor inversión privada en start-ups con el potencial de crear empleo; 2) Acelerar la investigación, y 3) Responder a las barreras que limitan a los emprendedores.

Case logró que 50 socios corporativos se comprometieran a donar 1.200 millones de dólares en recursos para emprendedores, incluidos cinco millones de Blackstone Charitable Foundation, que ya gestionaba varias iniciativas con el mismo fin.

Start Up America era una iniciativa explícitamente no política, pero los fundadores nunca perdieron de vista las reformas legislativas que contribuirían a su visión. Case fue fundamental a la hora de abogar por un componente del Jobs Act de 2012, que abre paso a que inversores modestos puedan invertir en start-ups, llamado «crowdfunding para emprendedores».

Como buenos emprendedores, los líderes del Start Up Partnership supieron cambiar su modelo sobre la marcha. El sistema original de ofrecer a sus emprendedores productos gratis, descuentos y acceso privilegiado a empresas multinacionales, fue reorientado en 2012 hacia la financiación de ecosistemas regionales que respondían a los requisitos más urgentes de los emprendedores: acceso a capital, talento y clientes inmediatos.

En su evolución más reciente, en 2013, Start-Up America se fusionó con Start Up Weekend, aliándose con una fuerte base popular que complementa sus conexiones corporativas: visibilidad y dinero.

No se puede hablar de filántropos y fomento del emprendimiento sin hablar de PRI (Program Related Investments) e inversiones de impacto. Cada vez más fundaciones patrimoniales invierten en empresas en fase de crecimiento que cumplen con los fines fundacionales de sus estrategias para fomentar emprendimiento.

Así lo hace la Fundación Adell. Además de subvencionar proyectos como Venture for America, hace inversiones directas en «empresas muy innovadoras que promuevan objetivos sociales importantes, creen trabajos y tengan su sede en la ciudad de Baltimore». Las fundaciones Morgan y Kellogg hacen lo mismo.

¡Para apoyar a los emprendedores hay que saber aprovechar las oportunidades!

El emprendedor del cartón

Cuando Cain tenía nueve años montó una enorme estructura de cartón en la tienda de repuestos de autos de su padre. El plan de Cain de cobrar a clientes por jugar en su superelaborada sala de juegos casera tuvo poco éxito hasta que un productor de películas independientes lo vio.

Decidió celebrar el espíritu creativo y emprendedor de este niño. Subió un vídeo en YouTube que se ha visto más de siete millones de veces. Desde 2011, 19.000 personas y una fundación familiar han donado dinero a Cain y su ahora global Cardboard Challenge.

El año pasado el primer “Reto del Cartón: Construir algo chulo e invitar a otros a disfrutar de ello” se celebró en 270 lugares en 41 países.

No deje de conocer la historia de emprendimiento de Cain:

Por Kristin Majeska y Catalina Parra
@Compromiso_Empr
Comentarios

  1. Amigos: Tengo necesidad de financiar emprendimentos. Necesito financiamiento para el desarrollo de estos, ¿como puedo recibir su colaboración?

  2. This is my dream and i´m looking for help