Los nuevos emprendedores sociales españoles aprenden en Silicon Valley

Los premios Desafío Emprende, concedidos por la Obra Social La Caixa, han llevado un año más a sus ganadores a la meca del emprendimiento tecnológico para adquirir toda una serie de conocimientos útiles que les servirán para desarrollar sus proyectos, entre los que están un bastón con GPS para personas invidentes y una pulsera que alerta de diversos peligros a personas con discapacidad auditiva.

A lo largo de este verano, una veintena de jóvenes estudiantes españoles de secundaria han podido visitar y empaparse del ambiente de Silicon Valley, la meca de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), localizada en San Francisco (EEUU).

Se trata de los ganadores de la tercera edición de los premios Desafío Emprende, una iniciativa promovida por Obra Social La Caixa y que este año ha tenido como partners a la Fundación Everis, Eurest, SegurCaixa Adeslas, Hewlett Packard Enterprise y KPMG.

Éstos han sido los encargados de seleccionar a los cinco proyectos ganadores: el IES Ramón y Cajal (Huesca), con un bastón con GPS para personas invidentes; la Escola Thau Sant Cugat (Barcelona), con una manta aislante multifunción; el Real Monasterio de Santa Isabel (Barcelona), con una pulsera vibradora para alertar de diversos peligros a personas con discapacidad auditiva; el Colegio de Fomento Los Robles (Asturias), con una aplicación que facilita al conductor información útil sobre su vehículo, y el Colegio Mater Inmaculata (Madrid), con un sistema de alerta para evitar fuegos en la cocina.

Los cinco han conseguido destacar por encima de los 1.313 equipos que se presentaron en la edición 2016 y sobre los 35 finalistas que participaron en el Campus Desafío Emprende, que tuvo lugar en Barcelona durante la primera semana de mayo y en el que todos los equipos pudieron mejorar sus proyectos gracias al asesoramiento y el trabajo con expertos de diferentes ámbitos profesionales.

Finalmente, los 26 alumnos seleccionados y sus profesores han podido conocer en Silicon Valley espacios y modos de trabajo diferentes; han participado en workshops y realizado trabajos en equipo, y han aprendido de la experiencia de profesionales que trabajan en algunas de las empresas tecnológicas más importantes del mundo. Toda una experiencia capaz de potenciar sus habilidades y su carácter emprendedor.

Ideas de cambio social

Si hay un vínculo que une a todos los proyectos ganadores es su carácter social, bien por su apoyo a personas con diversas discapacidades, bien por buscar la prevención de accidentes, o bien por desarrollar productos útiles en momentos de emergencia. Los cinco tienen el claro objetivo de cambiar y mejorar la vida de muchas personas.

Bastwick, el prototipo diseñado por los alumnos del IES Ramón y Cajal, no es sólo un bastón con GPS. También incorpora un acelerómetro para facilitar el desplazamiento a personas ciegas. Se trata de una herramienta que detecta obstáculos en la calzada y avisa mediante señales acústicas al usuario cuando se desvía de la ruta establecida.

Este proyecto ha sido el elegido por la Fundación Everis, que ha marcado como desafío a sus desarrolladoras mejorar el producto a través de nuevas funcionalidades que se apoyen en soluciones basadas en el llamado Internet de las Cosas (IoT) para ciudades inteligentes. “La idea es extender así el potencial de la solución hacia ciudades más accesibles e inclusivas con todos sus ciudadanos”, explican fuentes de Obra Social La Caixa.

En una línea muy parecida están trabajando los alumnos de Formación Profesional del Real Monasterio de Santa Isabel: Pul-Shake Gloves es una pulsera destinada a personas con discapacidades auditivas que identifica los sonidos y alerta al usuario de los mismos mediante una vibración y una representación visual del sonido en la pantalla de la pulsera.

Seleccionado por SegurCaixa Adeslas, se le ha marcado el reto de ampliar la visión y recorrido del proyecto hacia una solución móvil orientada a pacientes con enfermedades crónicas o de larga evolución que incluya recursos formativos e informativos, herramientas de seguimiento y servicios externos.

En el campo de la prevención son reseñables los casos del Colegio Mater Inmaculata y del Colegio de Fomento Los Robles. El primero, en el que se mezclan alumnos de bachillerato y FP, es responsable de Easy Drive, una app que facilita al conductor información relacionada con su vehículo: datos de mantenimiento, localización de rutas realizadas, los litros de depósito de gasolina y un sistema de aviso automático en caso de emergencia.

Éste ha sido el proyecto seleccionado por KPMG, que ha planteado a los alumnos como desafío introducir en su plan de negocio la variable de la sostenibilidad, para “mantenerlo como uno de los atributos más relevantes del producto y convertirlo en argumento de diferenciación frente a productos similares”, apuntan desde Obra Social La Caixa.

En cuanto al equipo del centro de educación madrileño, es el creador de Luminoil, un sistema de alerta incorporado en la sartén que avisa cuando hay un sobrecalentamiento del aceite, evitando así posibles incendios en casa. “A través de una señal visual y acústica indica cuándo se encuentra a una temperatura óptima para cocinar, si se tiñe de verde, o cuándo empieza a quemarse, con un piloto rojo y alerta acústica continua”, explican sus portavoces.

Su partner, Eurest, ha marcado como reto extrapolar el uso doméstico de esta solución hacia instalaciones de cocinas industriales, o adaptarla a nuevas necesidades y a los nuevos elementos de uso diario en las cocinas.

Por último, la Escola Thau Sant Cugat, con alumnos de ESO, FP y de programas de Formación e Inserción, ha ideado la manta impermeable y aislante Macbeth, que permite modificar su estructura a través de unas hebillas inferiores para convertirla en un portabebés o en una mochila para trasladar material.

Seleccionada por Hewlett Packard Enterprise, se le ha planteado el desafío de desarrollar el producto desde el punto de vista tecnológico y ampliar su alcance hacia casos de emergencia social. “También se les ha instado a elaborar un esquema de financiación colaborativo que permita difundir el mensaje de responsabilidad social de las entidades que adopten su utilización”, afirman los portavoces de Obra Social La Caixa.

Formando emprendedores

Los premios Desafío Emprende están incluidos en el Programa Jóvenes Emprendedores de la Obra Social La Caixa, que tiene como objetivo trabajar el emprendimiento en colegios e institutos; prender la mecha empresarial en los más jóvenes, y darles herramientas para que en el futuro puedan poner en marcha sus proyectos.

Esta propuesta educativa cuenta, entre otras, con el KitCaixa Jóvenes Emprendedores, que desde 2013 se ha puesto a disposición de los más de 2.000 centros educativos de España que lo han solicitado.

Permite trabajar el emprendimiento en el aula a través de una metodología que promueve el desarrollo de todas las competencias básicas del alumnado. Ésta ha ido creciendo edición tras edición gracias a las aportaciones de muchos de los profesores de los centros participantes.

“Partiendo del aprendizaje basado en problemas, del trabajo cooperativo y de una gran variedad de recursos tanto físicos como digitales, los estudiantes pueden diseñar un proyecto que dé respuesta a una necesidad de su entorno”, explican los portavoces de la iniciativa. De esta manera se fomenta en los más jóvenes la creatividad, la capacidad de autonomía, la organización y el trabajo en equipo.

Pero también la adquisición de determinadas competencias, como la detección de oportunidades, la resolución de problemas y la capacidad para asumir riesgos y tomar decisiones. Toda una serie de aspectos clave que les ayudarán a prosperar en el futuro.

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