Alumnos con y sin discapacidad aprenden robótica y programación y su uso social

Un grupo de jóvenes ha desarrollado un videojuego para dos usuarios del Centro de Día de la Fundación Juan XXIII Roncalli, en un taller inclusivo de alumnos con discapacidad de su Centro de Formación y alumnos sin discapacidad del Colegio San Agustín.
HAZ24 diciembre 2018

Fundación Juan XXIII Roncalli, en colaboración con el Colegio San Agustín, y con la empresa de desarrollo tecnológico Exponential Solidarity, ha lanzado la segunda herramienta interactiva destinada a dos usuarios del centro con discapacidad intelectual. La iniciativa se ha enmarcado dentro del proyecto Videojuegos para la inclusión, en el que alumnos con discapacidad del Centro de Formación para el empleo de la Fundación y alumnos sin discapacidad de Bachillerato del Colegio San Agustín de Madrid han participado en talleres inclusivos para el aprendizaje de programación y robótica.

El videojuego desarrollado tiene como objetivos mejorar la capacidad de comunicación e interacción con el entorno, la memoria y la atención de los usuarios del Centro de Día destinatarios, recurriendo para ello a sus mayores hobbies, colores y música, con el fin de que sea totalmente personalizado.

El proyecto aplica una metodología de formación inclusiva, en la que todos los alumnos han aprendido robótica y programación juntos, independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, pudiendo optar a las mismas oportunidades de aprendizaje y desarrollo. Para los alumnos ha supuesto también una primera toma de contacto con el mundo laboral, ya que se han organizado por departamentos (comunicación, diseño, programación…) como si fueran profesionales en una empresa de desarrollo de software y tuviesen que satisfacer las necesidades de su cliente, que en este caso han sido los dos usuarios finales del videojuego.

“Con este proyecto, no solo hemos conseguido que los alumnos participantes aprendan sobre nuevas tecnologías, sino que también afiancen valores como la solidaridad, la sensibilización hacia la discapacidad intelectual y la comprensión de que la mejor aplicación de la tecnología y nuestra capacidad es ayudar a las personas con necesidades diferentes”, ha señalado Rocío Alonso, directora de Innovación y Desarrollo de la Fundación.

Por su parte, Santiago Onsurbe Castro, coordinador de 4º de ESO del Colegio San Agustín de Madrid, ha afirmado que “esta actividad se ajusta a la perfección al modelo de formación integral (académica y en valores) que pretendemos para nuestros alumnos. Estábamos seguros de que la experiencia iba a ser muy gratificante, pero su realización ha superado todas las expectativas; ha sido realmente maravilloso ser testigo de cómo todos los participantes en el proyecto han gestionado y ejecutado la labor”.

«Continuamos evolucionando nuestro método educativo en estrecha colaboración con Fundación Juan XXIII Roncalli. Hemos desarrollado dos factorías de videojuegos en el Colegio San Agustín de Madrid, con 30 alumnos de 1º de bachillerato y 10 personas del Centro de Formación para el Empleo de la Fundación. Se han superado todas las expectativas en una experiencia inolvidable en la que además de sensibilizar, integrar, aprender y disfrutar muchísimo, también se han despertado auténticas vocaciones profesionales», ha declarado Lucas Carmona, cofundador de la empresa Exponential Solidarity.

Comentarios