"Para integrar la discapacidad en la sociedad hay que cambiar la mentalidad, no las leyes"

'Revista Haz' entrevista a Caroline Casey, fundadora y directora de Kanchi y emprendedora social de Ashoka.

Si uno se pregunta quién es Caroline Casey, al ver su currículum puede descubrir: que fue una destacada estudiante universitaria; que el espíritu emprendedor le llevó a crear su primera empresa de jardinería y paisajismo a los 22 años; que inició una fructífera carrera en Accenture como consultora de negocios; que rompió con todo y creó la Fundación Aisling en el año 2000, más tarde llamada Kanchi; que es la primera mujer occidental en alcanzar el estatus de mahout (domadora) de elefantes; que fundó los premios empresariales O2 Ability Awards, que este año han celebrado su primera edición en España como los Telefónica Ability Awards, con el objetivo de reconocer la labor de las organizaciones que trabajan por la integración de las personas con discapacidad; que se designó como Joven Líder Mundial del Foro Económico Mundial de 2006, o que es el primer miembro irlandés de la asociación Ashoka, cuna de emprendedores sociales.

Pero si uno la conocer de cerca, puede decir, en primera persona, que es una mujer inteligente, luchadora, valiente y carismática, a la que sólo se le quiebra levemente la voz al recordar cómo irrumpió en su vida la noticia de que sufría una discapacidad visual.

Caroline vivió una infancia normal, creyendo, en sus propias palabras, que los niños con gafas eran torpes, sin saber hasta los 17 años que legalmente se le consideraba una persona ciega. La información no cambió su vida y continuó con su carrera universitaria y profesional ocultando sus problemas de visión hasta que, a los 28, el avance de la enfermedad, le hizo romper con el que ella creía era su futuro.

De este modo, tomó aire y se embarcó en una gran aventura que se convirtió en un magnífico método de recaudación de fondos para su fundación: recorrer la India a lomos de un elefante, Kanchi.

Después de asimilar su discapacidad visual, tras once años ocultándolo y negándoselo a usted misma, ¿cómo se planteó su nueva vida?

A los 17 años, cuando me iba a sacar mi carné de conducir, mis padres me dijeron que había un problema, un grave problema: nunca podría conducir. A mí no se me rompió el corazón entonces porque yo no les creí, no les quería oír y continúe mi vida así once años. Fui a la universidad con dificultad, pero yo siempre me decía: «no, no, no, yo puedo, no eres diferente». Hice un máster y tenía un gran trabajo, pero a los 28 tuve que decir, «stop». Y ahí sí que se me rompió el corazón. Y fue cuando decidí cumplir mi gran sueño, que era recorrer la India en un elefante, era emocionante para comenzar mi nueva vida, ¿no?

¿Cómo fue la experiencia que nació como un sueño personal y se convirtió en la creación de la Fundación Aisling, que más tarde tomaría el nombre del elefante que le llevó a recorrer la India, Kanchi?

Recorrí durante cuatro meses la India subida a mi elefante y con la ayuda de seis indios que me cuidaban. Fue fantástico, pero muy duro. Mi sueño era que le gente viera a las personas discapacitadas con capacidad de hacer cosas, que no pensaran en mí como una pobre chica. Yo no puedo ver, pero puedo hablar. Había tres razones para realizar este viaje; por un lado era una manera de recuperar mi confianza, era un proyecto personal para probarme a mí misma que lo podía hacer; segundo era un sistema de recaudar dinero para varias ONG de invidentes, y en tercer lugar era una forma de concienciar a la gente.

Cuando comenzó el viaje tenía como objetivo alcanzar 250.000 libras irlandesas para las organizaciones de invidentes National Council for the Blind y Sightsavers International. Su aparición en los medios de comunicación multiplicó su recaudación hasta alcanzar las 480.000 libras. ¿Qué papel juegan los medios de comunicación en la integración de la discapacidad en la sociedad?

En mi proyecto personal sí que los medios ayudaron inmensamente; fue muy publicado y salió en muchas televisiones y periódicos, no sólo en Irlanda sino en todo el mundo, incluso National Geographic me hizo un reportaje y eso llamó la atención a las empresas y a la industria. Creo que el mundo empresarial y los medios de comunicación están íntimamente relacionados.

La industria desarrolla un papel preponderante porque está en todas partes, tiene un impacto en los consumidores, en nuestra forma de vivir, dan ejemplo al resto de la sociedad y eso luego aparece en los medios de comunicación. Es una relación simbiótica. Por otra parte, los medios de comunicación tienen una responsabilidad muy importante porque lo que se transmite, lo que se escribe, conforma la imagen que tiene la sociedad de la discapacidad y es muy importante que aparezca un reflejo equilibrado y real de lo que es. Por ejemplo, en las películas de James Bond todos los criminales, los villanos, tienen una discapacidad, y también en el libro El Código Da Vinci, uno de los personajes malos tenía albinismo, como yo. Así es que es importante que los medios hablen, pero de una manera equilibrada y no se caiga en estereotipos; que los raros, los freaks, no sean discapacitados.

Los medios polarizan: o reflejan a los superhéroes, por ejemplo personas con las piernas amputadas que escalan el Everest o yo con problemas de visión que recorrí la India, o todo lo contrario, los que dan pena y producen compasión; no hay término medio. Tenemos que llegar a hablar de este colectivo como uno más, como parte de la sociedad.

¿Qué otros elementos cree que son precisos para que se produzca el necesario cambio de mentalidad?

Hay cinco pilares necesarios para llevar a cabo la transformación de la sociedad y ninguno de ellos, por separado, va a conseguir el cambio de actitud. Son: los medios de comunicación, la comunidad, el colectivo de los discapacitados, las ONG y la filantropía. Todos tienen un papel importante que jugar. La legislación también es importante, por ejemplo, la convención de las Naciones Unidas que la Unión Europea acaba de ratificar hace unos meses es un hito. Pero en realidad las personas no se asocian con las leyes, no significan nada en el día a día; se trata de lograr un cambio de mentalidad y actitud con esos cinco pilares trabajando juntos.

Es importante el marco legal, pero también hay una interacción entre el palo y la zanahoria: ¿es necesario obligar por ley (el palo) o hay que dar incentivos (la zanahoria)? No es bueno forzar ni ir más allá de la legislación, la gente no tiene que concienciarse por ley, sino que tiene que producirse un cambio de mentalidad y un equilibrio entre los dos.

¿Cuál es la principal barrera que se encuentra en la actualidad la integración de las personas con discapacidad en la sociedad?

El mayor campo de batalla es dar más visibilidad al tema de la discapacidad y conseguir que haya personalidades nacionales e internacionales que defiendan el asunto; que haya embajadores que abanderen este movimiento. El segundo punto clave es conseguir que las personas con discapacidad lleguen a puestos altos en empresas, en gobiernos, en cargos de responsabilidad e influencia, para demostrar que son igual de capaces que los demás.

El tercer elemento, muy importante, es que los propios discapacitados y sus familias crean en sus posibilidades, y eso pasa por tener servicios accesibles, apoyo social, educación, para optar a las mismas oportunidades, no más, las mismas.

Y finalmente, el cuarto elemento es evitar utilizar el término «esta gente», diferenciar entre unos y otros porque todos somos «nosotros».

Además, es necesario que la comunidad empresarial comience a tratarnos no sólo como empleados si no también como clientes. Se tienen que dar cuenta de que las personas con discapacidad tenemos poder adquisitivo y nuestras familias también; así que tienen que incluirnos dentro de esa cadena de valor.

Desde Kanchi se fomenta un mayor grado de compromiso con la discapacidad de personalidades del mundo de la empresa, la política y de los medios de comunicación. Usted que está muy involucrada con el mundo empresarial y que desde 2002 pronuncia conferencias sobre capacidades dirigida a líderes políticos y empresarios, ¿cómo ve el desarrollo de la RSC? ¿Es para usted un compromiso real o una herramienta de marketing?

Desde que comenzó la crisis económica las empresas no han recortado los presupuestos de RSC; he conocido a muchos profesionales de RSC que mantienen su presupuesto y que además tienen un vínculo directo con el CEO, íntimamente ligado con el negocio. Muchas de las empresas que he conocido, por ejemplo en Irlanda, no quieren que los medios de comunicación hablen sobre sus iniciativas de RSC y en las galas de los premios ha habido empresas que han sido nominadas y que no querían que los medios estuvieran presentes. Soy muy optimista en cuanto a las verdaderas razones que llevan a las empresas a invertir en RSC; está cada vez más considerada un valor para la empresa, un valor económico.

Las empresas que invierten en RSC miden el impacto que tienen en la sociedad, pero también en su negocio; está muy integrado en la estrategia y así va a continuar. Las empresas se involucran y ayudan a la sociedad, pero al mismo tiempo se están ayudando a sí mismas y así se forma un círculo que se retroalimenta; las dos partes se benefician. Si la empresa invierte en la sociedad, además de permitirle diferenciarse de la competencia, va a conocer bien a sus consumidores y va a generar una confianza que beneficia a su empresa. Los profesionales de la RSC están muy ligados al presidente o al director de negocios, así que no es filantropía lo que prima ahora en RSC, sino un beneficio mutuo.

En 2007 la beca Eisenhower le concedió la oportunidad de trascender Irlanda y ver cómo se trataba la discapacidad en otros países. ¿Qué lugares de los que ha visitado están más avanzados y adaptados a la discapacidad?

Uno de los valores de Kanchi es hablar siempre en positivo para fomentar que se continúe con la labor. El país donde está mejor la legislación es EEUU, además ha cumplido ya veinte años desde que se aprobó la Americans with Disabilities Act – ADA (Ley de Estadounidenses con Discapacidades).

En Europa cada país tiene una realidad diferente y evolucionan a distintas velocidades; sería injusto identificar a unos sí y otros no, pero si tengo que elegir un lugar, me decanto por los países nórdicos, en concreto Dinamarca, Suecia e incluso Alemania, porque, en general, tienen una política de bienestar muy desarrollada donde se prima la inclusión de toda la sociedad.

Una anécdota interesante fue cuando llegué a Tailandia y Malasia, allí no existe una legislación como en EEUU, pero facilitan la visita porque son países muy turísticos. Tuve muy buena experiencia debido a que todas las áreas turísticas eran accesibles, vieron que tenían que hacer esfuerzos para que los turistas con discapacidades pudieran visitar sus tierras, comprar, etc. Esto les daba un beneficio económico, de ahí otra vez el hecho de que la RSC no sea filantropía. También influye el que son sociedades que tienen muchísimo respeto por los demás; me sorprendió cómo se volcaban con los turistas con discapacidad, porque en Europa eres uno más, si no puedes acceder no hay solución.

Y sobre España me disculpo porque conozco muy poco, pero en este viaje a los Telefónica Ability Awards he podido ver más cosas de Madrid y me he dado cuenta de que la discapacidad está muy presente, que hay mucha concienciación gracias a la labor de la ONCE, que además merece mi admiración porque ha conseguido ponerlo en la agenda pública y ha hecho la discapacidad muy visible. Por ejemplo, lo que más me ha sorprendido de la primera edición de los Telefónica Ability Awards en España es la cantidad de candidaturas que recibimos en la categoría de liderato ejecutivo, del reconocimiento que tienen los altos ejecutivos del valor de RSC para su negocio.

La discapacidad está muy relacionada con la edad. En 2020 el 20% de la sociedad será de la tercera edad y en España la ventaja que hay es que existe mucho respeto hacia los mayores, que también existe en el Reino Unido o en Irlanda, y este es un factor importante para que la ONCE haya podido llevar a cabo esa labor y es un motivo por el que la sociedad española es más receptiva. En esta ocasión he tenido la oportunidad de ir al Museo del Prado y moverme por Madrid y he visto que hay muchísimas instalaciones accesibles.

Los españoles tienen mucha empatía y creo que no hace falta más legislación sino más concienciación; continuar con la labor que lleva años ejerciendo la ONCE y que los Ability Awards van a contribuir a fomentar el reconocimiento, sin obligar a las personas a hacer más si no para decir «enhorabuena por lo que has conseguido, continúa por este camino».

¿Cómo está resultando su participación como miembro de Ashoka?

Formar parte de los emprendedores de Ashoka es muy importante para mi proyecto porque Kanchi, junto a Telefónica, quiere ampliar su acción a cinco países más y aquí Ashoka está jugando un papel muy importante en animarme y ayudarme a que los Ability Awards hayan pasado de unos países a otros. Ashoka no cree en un cambio a nivel local sino a nivel global.

La idea es desarrollar una metodología y otorgar un sello de calidad a las empresas para crear estándares de integración con empleados, con directivos y miembros de la sociedad. También se pone en marcha un concurso para fomentar ese espíritu y que la comunidad empresarial se anime y quiera superar a la competencia.

Desde esa perspectiva empresarial, ¿cuáles son las claves para integrar a las personas con discapacidad en el ámbito laboral?

Es importante que las personas que no tengan discapacidades pierdan el miedo a hablar de la discapacidad y a relacionarse con los discapacitados, hay que tratar con naturalidad a todo el mundo. Tenemos que cambiar poco a poco la mentalidad; por ejemplo en 1971, cuando nací, mi madre tuvo que dejar de trabajar porque había una ley que impedía a las mujeres casadas con niños acceder al mercado laboral, y es donde, de alguna manera, estamos ahora en el campo de la discapacidad. No hay legislación que impida trabajar, pero hay una barrera social.

 

Comentarios

  1. Hola Caroline, la verdad es que me sentí muy identificada con la entrevista aquí plasmada. Te felicito por ser esa mujer Guerrera y con fuerzas y Fortalezas por salir adelante.
    Mi Nombre es Maria del Pilar Ramos, Soy Madre de una Niña en condición de discapacidad Visual (Ciega), su nombre es Luisa Maria Pinto tiene 12 años. Desde hace mucho tiempo tengo el deseo de tener una fundación con el propósito de ayudar a la Personas en condición de Discapacidad en General. Ya comencé la tramitología de la documentación,sin contar con una sede o una infraestructura de un sitio como tal. Pero bueno por lo menos tengo que comenzar por quiero enseñarle a las personas precisamente eso que tu mencionas en tu entrevista. Esa cambio de Aptitud, el empoderamiento, sentido de pertenencia, frente a este tipo de personas, ese compromiso social que hay que tener para sacar adelante a esta población. pienso que de todo lo que he aprendido y vivido en este tiempo necesito multiplicar y servir de testimonio por todo lo que he pasado con Luisa se que atraves de mi experiencia a muchos les ayudara a salir adelante con su hijo y luisa también contara lo que ha aprendido en todo este tiempo. Necesito que por favor me orientes en como adquirir recursos que me ayuden al fortalecimiento de la fundación. a través de recursos o materiales que sean de beneficio para esta población.

    Te agradezco. Un Abrazo y Bendiciones.

  2. Hola Carolina, también mi nieta se llama Carolina, aqui en B.C.Sur existe rezago en cuanto a crear una cultura de la sociedad, se están logrando pequeñisimos avances, nos encantaría que nos visitar as cree me que seras súper bienvenida, ayudarías a fortalecer a las instituciones y personas que están luchando para lograr esa integración de la sociedad para que vean, escuchen, entiendan y caminemos juntos como un solo ser, gracias. PSD. no pertenezco a ninguna institución ni grupo, solo leí tu articulo y me encanto, imagine todo eso para esta población de Cabo San Lucas, La Paz Capital, etc…

  3. Soy discapacitada visual, estoy luchando por la integracion en la sociedad, ya empeze a trabajar
    buenisimo este documental
    manejo el computador pero en mi trabajo no lo he podido lograr

  4. La situación de discapacidad , socialmente, se «nombra» y se «conoce» pero que todavía no es tomada como un aspecto en el cual la persona que lo presenta reciba los derechos en un marco de igualdad y de respeto al ser humano. Necesitamos fortalecer la conciencia ciudadana y política de los gobernantes para que la tan anhelada inclusión sea una realidad.