Expertos reclaman medidas urgentes para niños sin techo

HAZ25 noviembre 2014

En el marco de la Conferencia CRS 2014 se han presentado los resultados de un informe sobre la situación en España de los niños, niñas y jóvenes sin hogar en situación de extrema vulnerabilidad.

La conferencia, en la que han intervenido expertos de administraciones públicas y privadas, universidades y plataformas de la sociedad civil, ha abordado la problemática de los niños y jóvenes que duermen en la calle, habitan viviendas insalubres o inseguras, o son víctimas de explotación, abuso u otro tipo de violencia en las calles.

Este informe forma parte de un proyecto europeo coordinado por la Universidad de Wolverhampton (Reino Unido) y se engloba en el Programa Daphne de la Comisión de Justicia de la Unión Europea.

En España, este estudio –dirigido por la Fundación Simetrías– pone de relieve la necesidad de acordar una hoja de ruta con medidas que sean capaces de prevenir, facilitar la inserción sociolaboral y la acogida en viviendas de jóvenes sin hogar; resultando imprescindible garantizar una Renta Mínima de Inserción (RMI) y un alquiler social o vivienda de protección destinadas a familias con hijos y jóvenes en situación de extrema vulnerabilidad.

Para ello es necesario mejorar la comunicación entre las distintas administraciones públicas en materia de servicios sociales, infancia y vivienda, con entidades financieras con viviendas vacías y plataformas de la sociedad civil.

Los ajustes en los presupuestos han afectado a la estabilidad de programas prestados en España desde los Servicios Sociales de Atención Primaria Pública. Aunque en los últimos años se ha producido un incremento de perceptores de RMI a las 217.000 personas, esta cifra es aún insuficiente si se tienen en cuenta los 740.000 hogares sin ingresos que hay en España, según datos de la EPA.

Las propuestas de los expertos que han participado en la elaboración de este informe son:

1. Aprobar un plan estatal de atención a niños y jóvenes sin hogar, de acuerdo con la Estrategia Europea 2020, que incluya el acceso a servicios sociales, a una educación, al empleo, a servicios de salud y a una vivienda y servicios esenciales.

2. Garantizar una cobertura integral de las situaciones de pobreza abordando el trabajo en red de las administraciones locales, autonómicas, nacionales y entidades sin fines de lucro.

3. Dotar a los Servicios Sociales de Atención Primaria de programas específicos de inserción sociolaboral estables y suficientes para dar cobertura a todos los perceptores de RMI.

4. Garantizar una renta básica homogénea en el territorio español.

5. Conseguir un pacto social compartido por todos los actores sociales en materia de vivienda social.

6. Mejorar el sistema de protección de menores, potenciando los programas de acogida en familias, la supervisión de los menores tanto en centros como en familias de acogida, incrementando la financiación de las entidades sociales y familias acogedoras; así como dotando de personal los Juzgados y Fiscalía de Menores como los Departamentos de Menores de cada comunidad autónoma.

7. En los programas de acogida de jóvenes víctimas de trata, establecer protocolos de colaboración entre los agentes implicados y elaborar un plan integral de lucha contra la trata de seres humanos con fines de explotación laboral.

8. En relación a las víctimas de violencia de género con hijos a su cargo en casas de acogida, promocionar proyectos autonómicos que garanticen el derecho a la asistencia social integral y la realización de campañas de prevención de la violencia de género dirigidas a adolescentes.

En el mismo informe se explica la situación de jóvenes que al cumplir los 18 años deben abandonar los centros tutelados en los que han estado viviendo. Si no acceden a un programa de autonomía porque son insuficientes, ni tienen familiares o un lugar de referencia al que volver, pueden terminar durmiendo en la calle.

Como consecuencia de la crisis económica, los expertos alertan de un incremento de conflictos intrafamiliares que afectan a la estabilidad de los más jóvenes como familias que tienen que irse a vivir con los abuelos; mujeres solas con hijos sin hogar; jóvenes entre 18 a 21 años sin redes sociales parejas o matrimonios que en circunstancias económicas más favorables se divorciarían, y víctimas de violencia de género que creen que no pueden abandonar a la pareja ni el domicilio familiar.

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