Cinco recomendaciones para los patronatos del sector fundacional

El informe 'Construir confianza 2016', en su octava edición, hace mayor hincapié en las prácticas de buen gobierno de las fundaciones, concluyendo que la carencia de una misión clara, la falta de patronatos independientes, la ausencia de mecanismos de evaluación del patronato y el déficit de transparencia sobre el destino de los fondos ponen en grave riesgo la persecución de los fines de interés general.
HAZ28 febrero 2017

El informe publicado hoy por la Fundación Haz incide en que la falta de misiones bien formuladas, de patronos independientes y  de mecanismos de evaluación del  órgano de gobierno son las principales carencias en el área de buen gobierno del sector fundacional.

Para mejorar en esta área el documento propone cinco recomendaciones:

1. Los patronatos deben seguir reflexionando sobre su papel y funciones, desarrollando prácticas de buen gobierno que deberán incluir como mínimo las siguientes cuestiones: principales responsabilidades del patronato, competencias y funcionamiento de las comisiones, deberes de diligencia y lealtad de los patronos, sistema de evaluación del desempeño del patronato y mecanismos de gestión de los posibles conflictos de intereses.

2. Es importante que las fundaciones impulsen la diversidad en la composición de sus órganos de gobierno y aseguren la independencia de sus miembros mediante la selección de patronos que no tengan o hayan tenido vínculos con la empresa, en el caso de las fundaciones empresariales, o con la familia, en el caso de las fundaciones familiares. En especial, las fundaciones empresariales, cuyo patronato esté constituido solo por directivos de la empresa, deben incorporar personas externas e independientes que ayuden a equilibrar los intereses y reforzar la misión de la fundación.

3. La búsqueda, selección y propuesta de los candidatos a formar parte del patronato es una de las decisiones de gobierno más importantes. Las fundaciones deben impulsar y desarrollar procedimientos de selección de candidatos objetivos y rigurosos que promuevan la diversidad y el talento. En esta línea sería muy recomendable que los patronatos consideren la conveniencia de constituir una comisión de nombramientos con el fin de asegurar que el proceso de búsqueda y nombramiento de candidatos sea lo más transparente y objetivo.

4. La correcta administración y preservación del patrimonio fundacional es una de las responsabilidades más importantes del patronato. Por esa razón resulta recomendable que las fundaciones desarrollen políticas y procesos tendentes a asegurar que su patrimonio no pierda valor y sus fondos sean invertidos de manera responsable. Todas las fundaciones, y de manera particular aquellas que cuentan con una importante dotación fundacional, deberían informar con detalle sobre los principios y criterios que guían su política de inversiones del patrimonio. En este sentido, no basta que el patronato se limite a formular declaraciones genéricas sobre sus principios o criterios de inversión.

5. La información clara y visible sobre el destino de los fondos, desglosando el porcentaje destinado a los programas y los gastos de estructura, resulta crítica para evaluar el cumplimiento de los fines de interés general y la eficacia en la consecución de los mismos. Las fundaciones deberían proporcionar esta información de manera clara y visible, bien en la información económica contenida en su memoria anual de actividades o, preferentemente, en la sección de la web destinada a la información económica.

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