Expertos firman un decálogo para impulsar las relaciones laborales transparentes

Nace el Instituto para las Relaciones Laborales Transparentes (IRLT) para mejorar la interlocución y las relaciones entre las empresas, los representantes de los trabajadores y los empleados.
HAZ26 marzo 2019

Diversos expertos en materia de relaciones laborales han plasmado su consenso a través de un decálogo de buenas prácticas en el que se incluyen algunas guías sobre cómo debería ser la relación entre las empresas y los representantes de los trabajadores en el mundo corporativo.

Con el objetivo de aportar mayor transparencia sobre las mismas, personalidades como Manuel Pimentel, Cándido Méndez, Enrique Lillo, María Emilia Casas, Ana de la Puebla, Joaquim Borrás y Juan Chozas, se han unido para suscribir un manifiesto que sirva como marco teórico sobre el que construir las nuevas relaciones laborales en un mundo corporativo hipertransparente.

En este sentido, y dando por hecho el cumplimiento de cuestiones básicas de la relación laboral que se asumen como imprescindibles (observancia de los estándares legales en todos los aspectos del derecho del trabajo y la Seguridad Social) las buenas prácticas en la gestión de unas relaciones laborales transparentes, suponen que:

  1. Se promueve siempre la búsqueda del acuerdo, y se evita la toma de decisiones de espaldas a los trabajadores.
  2. La compañía promueve en todos los niveles de su organización una cultura de respeto, confianza, información compartida, diálogo y transparencia.
  3. La compañía comparte, de forma continuada, información financiera y no financiera con los representantes de los trabajadores, y recaba sus aportaciones.
  4. La compañía comparte con los representantes de los trabajadores, información social, como las relacionadas con brecha salarial y género, diversidad y políticas de gestión de personas.
  5. Existe una relación directa, leal, fluida, periódica, eficiente y multicanal entre la compañía y los representantes de los trabajadores, los sindicatos, y federaciones sectoriales.
  6. Los representantes de los trabajadores no promueven la conflictividad social, hasta que no se hayan agotado todas las posibilidades de negociación y de búsqueda de acuerdo.
  7. Se optimizan con eficiencia los mecanismos de negociación colectiva, normalizando los acuerdos de ámbito interno y enfocados a la mejora del negocio y el empleo, optimizando los medios no judiciales de consecución de acuerdos y evitación de conflictos.
  8. El tono de las comunicaciones recíprocas (formales e informales) entre compañía y representantes de los trabajadores es siempre respetuoso, constructivo y cordial.
  9. Los representantes de los trabajadores y sindicatos evitan poner en riesgo la reputación de la compañía a través de medios de comunicación y redes sociales, como medida de presión negociadora.
  10. Las relaciones laborales forman parte de la gobernanza y buen gobierno de las empresas.

Este equipo de profesionales del ámbito laboral, componen el Consejo Científico del Instituto para las Relaciones Laborales Transparentes (IRLT), que nace con la voluntad de impulsar, concienciar y orientar los principios que rodean la transparencia en la interlocución y las relaciones entre las empresas, los representantes de los trabajadores y los empleados.

“Quienes formamos parte de este proyecto compartimos la idea de que las partes que conviven bajo el mismo techo laboral, deben enfocar sus relaciones desde la colaboración y regirse por los valores de la comunicación, la confianza, la negociación, la transparencia y el respeto mutuo. Una cultura organizacional basada en la transparencia es capaz de generar la confianza necesaria para mejorar las relaciones humanas, pero también permite atraer y retener al mejor talento potenciando la imagen de marca empleadora”, apunta Pimentel, presidente del Instituto.

Este Instituto, que pretende reconocer y ayudar a las organizaciones a desarrollar una cultura y unas prácticas de gestión que permitan mantener unas relaciones entre empresa, representantes de los trabajadores y plantilla, basadas en la transparencia, honestidad y la confianza, surge por la iniciativa de entidades privadas como Baker McKenzie, Llorente & Cuenca y Reinforce Advisors Group, que identificaron la necesidad de adaptar y modernizar las relaciones laborales en el entorno corporativo, y han impulsado la creación de este instituto.

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