Luces y sombras del sector homeopático

El sector farmacéutico en España lleva varios años bajo la lupa de la transparencia gracias a iniciativas como 'Medicamentalia', un proyecto de investigación periodística de Fundación Civio que, desde 2104, persigue transparentar el sector de la industria farmacéutica en España y dar a conocer la “brecha global en el acceso a la salud”.

Algunas de sus investigaciones han permitido descubrir la diferencia de precio de los medicamentos en distintos países; cuánto pagan los gobiernos por las vacunas; los niveles de inmunización para afrontar enfermedades como el sarampión, o los factores que condicionan el acceso a los anticonceptivos de las mujeres.

Por otra parte, en 2016 la industria farmacéutica avanzó en su impulso voluntario de la transparencia y, aquellas compañías adheridas al Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica, se comprometieron a publicar cada mes de junio en sus web las transferencias económicas realizadas el año anterior a organizaciones y profesionales sanitarios, como donaciones a organizaciones sanitarias, aportaciones a actividades formativas y reuniones científico-profesionales, y contraprestaciones por servicios profesionales e I+D.

Sin embargo, existe un sector que presenta numerosos interrogantes sobre sus efectos para curar enfermedades: la homeopatía. Este método terapéutico basado en la doctrina del sajón Samuel Hahnemann sostiene que “lo similar cura lo similar” y se puede tratar una enfermedad utilizando la misma sustancia que causa sus síntomas, diluida y dinamizada en proporciones infinitesimales.

En la actualidad existe una importante polémica en torno a esta terapia, ya que los detractores, según se explica a continuación, rechazan su uso debido a que no se aportan experimentos ni estudios llevados a cabo con rigor científico sobre su eficacia, mientras que los defensores indican que este tipo de estudios no pueden realizarse al tratarse de una terapia individualizada, por lo que debe prepararse un componente activo ad hoc para un paciente con síntomas concretos. Esta característica permite que sus remedios funcionen en la práctica clínica, pero imposibilita su estudio en el ámbito científico.

La Real Academia Nacional de Farmacia opina

La Real Academia Nacional de Farmacia (RANF) en 2017 publicó en su web un informe sobre su posición como corporación científica de derecho público con respecto a la situación de los medicamentos homeopáticos. Este documento está basado en un análisis “desde un punto de vista científico” sobre las características de los medicamentos homeopáticos, prestando especial atención a los aspectos relacionados con la eficacia y seguridad de estos medicamentos, según explica el propio informe.

La principal conclusión de este estudio es que considera la homeopatía como un método terapéutico “alternativo o complementario” que utiliza productos de origen natural -animal, vegetal o mineral- y que se administran en dosis infinitesimales, bajo la denominada Ley de los similares. Sobre este aspecto, la RANF afirma en su informe que “se desconoce el mecanismo de acción de los productos homeopáticos”, ya que no mantienen la relación dosis-respuesta y “no hay pruebas científicas que justifiquen su utilización clínica”.

La “evidencia científica es imprescindible” para asegurar los resultados clínicos y mantener la confianza de los profesionales y de los pacientes en la asistencia sanitaria.

Por otra parte, en el documento se afirma que la “evidencia científica es imprescindible” para asegurar los resultados clínicos y mantener la confianza de los profesionales y de los pacientes en la asistencia sanitaria. Sin embargo, el diseño de los estudios dirigidos para demostrar la eficacia de los productos homeopáticos son considerados de “baja calidad” y otorgan poco valor a los escasos resultados positivos, lo que implica que las conclusiones de los estudios “no tienen suficiente consistencia”, según la RANF.

Desde la Real Academia exigen que se obligue a los fabricantes de medicamentos homeopáticos a incluir en el etiquetado la información sobre las especificaciones de la formulación, los componentes y sus cantidades, mejorando la transparencia sobre estos productos.

Asimismo, la RANF afirma en su informe que se “debería advertir a la población de la carencia de pruebas científicas que demuestren la eficacia de los medicamentos homeopáticos” y se une a los colectivos científicos y profesionales que han iniciado acciones dirigidas a la administración para solicitar que se adopten medidas legislativas frente a la homeopatía y en favor de una asistencia sanitaria “basada en la evidencia científica”.

En conclusión, el organismo público RANF considera que científicamente “no hay argumentos” que apoyen la eficacia de los medicamentos homeopáticos y que justifiquen su utilización clínica, e incide en que “este método terapéutico puede crear falsas expectativas, sustituir a los tratamientos con eficacia demostrada, retrasar la consulta médica, e incluso llegar a comprometer la vida del paciente, y pueden poner en riesgo la salud de los ciudadanos”.

Comercialización

En 2017, según el informe de la RANF los medicamentos homeopáticos estaban en España en una situación “irregular” desde la perspectiva regulatoria y, por este motivo, la Real Academia Nacional de Farmacia instaba a las autoridades sanitarias a adoptar las acciones necesarias con “carácter urgente”.

Esta situación cambió cuando el Ministerio de Sanidad publicó en 2018 la Orden Ministerial que determinaba los requisitos mínimos y el procedimiento para que los productos homeopáticos acogidos a la disposición transitoria sexta del Real Decreto 1345/2007 se adecuaran al registro de dichos productos y, posteriormente, se hizo público a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios -Aemps- el listado de productos que podían seguir siendo comercializados.

Antes de la regularización por la Orden Ministerial, era complicado conocer el número exacto de medicamentos homeopáticos disponibles en el mercado, ya que las autoridades sanitarias no disponían de registros oficiales sobre estos productos. Actualmente, en la web de Aemps se indica que el número total de medicamentos homeopáticos registrados es de 2.008 y, además, se puede consultar el listado de los productos retirados de su comercialización al no cumplir con los requisitos exigidos por la disposición transitoria sexta del Real Decreto 1345/2007.

Por otra parte, la Aemps tiene a disposición de los ciudadanos el portal CIMA –Centro de información online de medicamentos-, para informar acerca de los datos sobre la autorización de comercialización de medicamentos concretos. De este modo, el ciudadano puede acceder a esta información introduciendo solamente el nombre o principio activo del producto.

Formación sin reconocimiento estatal

Otro de los aspectos más controvertidos es la formación de quienes ejercen sus prácticas y recomiendan sus productos, ya que en los últimos tres años, los cursos de posgrados que impartían universidades españolas han sido suspendidos de sus programas docentes. En este caso, destacan la Universidad de Barcelona, que en 2016 dejó de impartir su posgrado en homeopatía para farmacéuticos, o la Universidad Nacional de Estudios a Distancia (UNED) que extinguió dos másteres y dos diplomas de especialización de terapeuta y medicamentos homeopáticos en el curso 2017-2018.

Actualmente, la formación sobre prácticas y remedios homeopáticos solo se imparte en algunas privadas que mantienen sus cursos en esta materia, como el Instituto Superior de Medicinas Tradicionales de Barcelona. Sin embargo, para acceder al curso de Técnico en Homeopatía  de este Instituto se exige únicamente el título de la ESO –Enseñanza Secundaria Obligatoria- “o equivalente”, debido a que “las formaciones de terapias naturales no están reguladas por el Ministerio de Educación”, según  explica el ISMT en la web de su máster.

A pesar de estos hechos, el laboratorio Boiron afirma en su I Estudio sobre conocimiento y uso de homeopatía que se utiliza en más de 80 países e incluso forma parte de las prestaciones de los sistemas sanitarios como en Francia y Alemania. Además, se basa en los datos de la Organización Médica Homeopática Internacional de 2003 para estimar que más de 100.000 médicos y 300 millones de pacientes en todo el mundo “utilizan este método terapéutico frecuentemente o de forma sistemática”.

Cabe señalar que Boiron es una de las compañías adheridas al Código de Buenas Prácticas de Farmaindustria, por el cual hace públicas a través de su web las transferencias de valor con profesionales y organizaciones sanitarias.

Sin embargo, las demandas de información de la sociedad científica y los ciudadanos en general consideran que el sector de la homeopatía tiene un amplio margen de mejora en cuanto a la demostración y transparencia de los efectos reales para la cura y tratamiento de pacientes.


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