Informes de RSC: Lo primero, escuchar y lo segundo también

El informe 'Examen de transparencia 2019' de la Fundación Haz destaca la importancia de escuchar a los grupos de interés de las universidades.
HAZ30 noviembre 2020

Casi una de cada cuatro universidades ha adoptado la práctica de elaborar un informe de responsabilidad social. Se trata de una práctica voluntaria que el informe Examen de trasparencia 2019, elaborado por la Fundación Haz, ha incluido entre sus indicadores por entender que se trata de un procedimiento muy adecuado para rendir cuentas de la contribución de la universidad a la sociedad.

En la medida en que el consejo social se concibe como el puente entre la universidad y la sociedad, la Fundación entiende que este informe constituye su principal instrumento para ejercer este rol que le ha asignado la ley.

El informe de responsabilidad social ha venido a sustituir en gran medida a las antiguas memorias académicas o informes anuales, documentos concebidos más para consumo interno que para comunicarlos resultados al exterior.

Aunque los informes de responsabilidad social de algunas universidades tienen mucha calidad, la mayoría siguen siendo documentos muy extensos que repiten la estructura de las antiguas memorias académicas, organizando la información de acuerdo con determinados estándares internacionales.

En este sentido, el documento publicado hoy recuerda que, un informe de responsabilidad social no es un documento que se caracterice por organizar la información de acuerdo con una determinada estructura, en la mayoría de los casos siguiendo las indicaciones del GRI.

La parte más sustancial de la metodología del informe no es el índice de materias, sino la escucha a los grupos de interés. Sin embargo, en la mayoría de los informes de responsabilidad social analizados falta evidencia de que existan esos procesos y canales de diálogo con los grupos de interés, que son los que permiten identificar las áreas relevantes de información, explica Examen de transparencia 2019.

“Son varias las universidades que han incorporado en su informe de RSC este año una sección que da cuenta de cómo las universidades se han alineado con los ODS. Es muy de agradecer ese sobresfuerzo, pero sería más útil que con carácter previo a ese plus comiencen identificando a sus grupos de interés, desarrolle canales de diálogo permanentes con ellos y seleccionen conjuntamente las materias relevantes de información, que podrán o no incorporar el cumplimiento con los ODS”, concluye el documento.

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